Cuando empezó la pandemia todos los que trabajamos en salud teníamos cierto temor por la irrupción del nuevo SARS-COV-2 que produce la enfermedad COVID-19. Pero por otro lado también nos preguntamos todos los días, ¿si nosotros no somos los que atendemos esto ahora, quién lo hará? Vendría a ser, por ejemplo, cuando se incendia un edificio y que vengan los bomberos y que uno diga que tiene miedo. O que venga un camión que en lugar de traer 10 bomberos, traiga 3.
“Ese impacto en la sociedad tenía que ver con hacerles sentir que tenemos que cuidarlos. En ese contexto, ese es nuestro lugar. Ahora nos preguntamos cuándo ese lugar dejará de ser tan álgido, duro o doloroso. Espero que pronto, gracias a un montón de cosas, como las vacunas o el cuidado que debe hacer la gente”, explicó el doctor Eduardo San Román, jefe de Terapia Intensiva de Adultos del Hospital Italiano.
“A partir de allí, darnos cuenta que la medicina en general es una cadena de solidaridad. En medicina no estamos solos. Es un grupo que atiende al paciente. No una sola persona. En ese contexto, también depende de las instituciones, que deben trabajar más y en forma cooperativa. Las distintas disciplinas y los distintos servicios deben trabajar de forma más mancomunada en la especialidad cuando es necesario”, agregó el experto, que afirmó que la medicina crítica sola, es decir la que se ocupa por ejemplo de las terapias intensivas no puede de ninguna manera abastecer sola una situación de catástrofe. Ni esta ni ninguna otra situación de catástrofe.
San Román analizó que “pos pandemia, tenemos una gran oportunidad para repensar la medicina crítica y preparar mejor los recursos humanos, económicos y de infraestructura de las Unidades de Terapia Intensiva (UTI). E intrapandemia, tenemos una enorme responsabilidad de generar nuevos recursos con lo que tenemos, con capacitaciones rápidas para ayudar al médico intensivista. Ya que somos pocos es importante recurrir a otros colegas o a otras disciplinas para no sentirnos tan solos. Las instituciones sanitarias que han logrado eso, como el Hospital Italiano, lograron mejores resultados”.
Luego del análisis de la evolución que presenta la segunda ola de coronavirus en el país, la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, indicó la semana pasada durante una videoconferencia de la Mesa de Coordinación de AMBA en la que participó su par bonaerense, Daniel Gollan, y porteño, Fernán Quirós que “la recomendación para los hospitales y clínicas es reorganizar las cirugías programadas que se puedan postergar y sostener la atención ambulatoria y las acciones de prevención”, al tiempo que explicó que la situación es distinta a la del año pasado porque “aunque este desafío nos encuentra con un sistema de salud más robusto, con más conocimiento del virus, nuestro equipo de salud con mayor experiencia y casi el 95% vacunado con la primera dosis, hay mayor circulación de personas, accidentes de tránsito, un aumento acelerado de casos, nuevas variantes del virus y el sistema de salud tiene un límite”.
Vizzotti destacó la importancia de mantener una mirada federal para que “cada jurisdicción tome acciones según las particularidades de su sistema de salud y de la situación epidemiológica”. Mientras que en lo que respecta al subsector privado de la salud, la titular de la cartera sanitaria también recomendó establecer “una reorganización de los servicios para generar disponibilidad de camas, buscar opciones de aislamiento para leves, y mantener las recomendaciones de cuidado, tratando de generar el menor impacto económico y el mayor impacto en minimizar la transmisión del virus”.
Con respecto a la situación en la Ciudad de Buenos Aires, Quirós advirtió que hubo una aceleración muy importante en el uso de camas de terapia intensiva “en un período en que sistema se encontraba dando respuesta a demanda contenida de patologías no COVID-19 por eso es importante “que todos los efectores reprogramen las actividades programadas” y sostener las que son de urgencia y emergencia.
En coincidencia, el viceministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, manifestó que “también vemos una sobrecarga muy significativa en todas las líneas, desde las llamadas al 148 que saturó la capacidad de atención y en la última semana en el conurbano tuvimos un balance de 298 camas positivas de internación por COVID”, quien estimó que en los próximos 10 días recibirán más pacientes en correlación con los casos positivos de la semana pasada. Es por eso que indicó que “estamos trabajando para desestimular las internaciones que no sean estrictamente necesarias”.
El objetivo de Stamboulian talks es transmitir a través de exposiciones atractivas y sintéticas aspectos interesantes, importantes o novedosos en temas sanitarios. La meta es que cada presentación sirva de disparador para que la audiencia se sienta motivada a profundizar, indagar, crear conciencia o pasar a la acción en relación a los temas presentados.
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