Con el relajamiento de las medidas de confinamiento, las personas comenzaron a viajar más, tanto dentro de sus países como a países vecinos o no tanto. Esta tendencia mundial, se ha replicado también en la Argentina y ha obligado al Ministerio de Salud de la Nación a desalentar los viajes al exterior, principalmente por la amenaza que significan las nuevas cepas del coronavirus.
Pero con el mayor movimiento de pasajeros, especialmente en aviones, también surgieron en todo el mundo las personas que lucran con el deseo de la gente de trasladarse, ya sea para trabajar, vacacionar o ver a sus seres queridos después de más de un año. Y ese lucro se refiere específicamente al delito de ofrecer pruebas por PCR falsas o truchas para pasar los controles aeroportuarios mostrando solo un papel y a fin de evitar la realización del test y su erogación económica.
La primera alarma se encendió el sábado 13 de marzo tras el arribo de un vuelo proveniente de México en el que viajaban 149 jóvenes que volvían de un viaje de egresados y donde se detectaron 44 casos positivos de coronavirus. Dos días después, la situación volvió a repetirse. En esta oportunidad, un contingente de 50 alumnos del colegio Brick Towers de Pilar, que también viajó a Cancún, regresó al país con más de 30 infectados de COVID-19.
Tanto en el vuelo del sábado como en el de ayer, los test mostrados por los jóvenes habían dado negativo. Sin embargo, al llegar al país, en los controles practicados en el aeropuerto de Ezeiza, más de la mitad del contingente dio positivo.
Esto motivó declaraciones del ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollán, quien adelantó que en los próximos días comenzará a funcionar un nuevo control sanitario en el Aeropuerto de Ezeiza donde se testeará a quienes provengan de países considerados “de riesgo” -a raíz de la circulación de las nuevas cepas de coronavirus- a pesar de que exhiban un PCR con resultado negativo.
“Ya no se puede creer en los PCR que vienen de afuera. Esto pasa en Europa también. Se venden los PCR para viajar. Se están falsificando los PCR, lo cual es gravísimo y pone en riesgo no solo a la persona sino al conjunto de gente que viajó en el avión porque ya no es una persona sino 30 o 40 personas y los aerosoles son mucho mayores”, admitió el funcionario provincial.
La agencia europea de policía Europol pidió en febrero a los viajeros desconfiar de la venta en los aeropuertos de falsos certificados de pruebas negativas de COVID-19 por parte del crimen organizado, por sumas de hasta 300 euros por cada uno. Esta advertencia ocurre tras la detención de varios sospechosos que venden falsos certificados de no infección de coronavirus en aeropuertos en Gran Bretaña y Francia, así como en línea o a través de grupos de mensajerías telefónicas en España y Holanda.
En España la policía detuvo a un hombre que vendía falsos documentos de ese tipo por 40 euros y en Holanda traficantes hacían lo mismo utilizando aplicaciones de mensajería de telefonía móvil. A inicios de noviembre, la policía francesa detuvo siete personas en el marco del desmantelamiento de un tráfico de falsos certificados de pruebas negativas de COVID-19 que usaban el nombre de un laboratorio existente, vendidos a precios de entre 150 a 300 euros en el aeropuerto de Roissy-Charles-de-Gaulle, cerca de París.
Hace 10 días, un hombre sospechoso de vender falsos certificados de no contaminación por coronavirus fue detenido en el aeropuerto de Luton, en Gran Bretaña. Muchos países reclaman ahora la prueba de que los pasajeros no están contaminados por la enfermedad que ha matado a más de 2,2 millones de personas en el mundo.
“Es muy probable que criminales aprovecharán la oportunidad de producir y vender falsos certificados de pruebas de COVID-19 mientras se mantengan las restricciones a los viajes a causa de la pandemia”, consideró Europol en un comunicado. “Dada la amplitud de los medios tecnológicos disponibles con impresoras de alta calidad y diversos programas, los falsificadores pueden producir documentos falsos de alta calidad”, agregó la agencia, con sede en La Haya (Holanda).
Actualmente, sólo los residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos son sometidos a pruebas PCR. Las personas que residen o vienen a visitar otras provincias sólo deben completar una declaración jurada. A partir de los dichos de Gollán, las autoridades estudian aplicar los mismos controles para todas las personas que provengan de países de alto riesgo independientemente cuál sea el destino final.
Según confirmaron a Infobae voceros de Salud bonaerenses, hay 32 contagiados y 165 aislados que volvieron de México. Y advirtieron que algunos reconocieron que no se habían hecho realmente el hisopado antes del regreso. Otros afirmaron que habían pagado 100 dólares por certificado de PCR negativo en México.
El caso de los estudiantes de Cancún reavivó el escándalo por los PCR truchos y ahora, la investigación continuará en el juzgado de Sebastián Casanello.
Ante esta preocupación creciente, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, analizaron ayer propuestas para la “implementación de medidas adicionales de control” y anuncios para desalentar la salida de argentinos y residentes hacia países con nuevas olas y cepas de Covid-19″, informaron fuentes oficiales.
Entre las medidas analizadas, se encuentra la de “implementar decisiones como las de Canadá, donde cada pasajero tiene la obligación de pagarse sus test de PCR y su alojamiento de confinación de modo obligatorio”. Las fuentes agregaron que “hay preocupación por los argentinos que, aún ante el contexto regional de aumentos de casos y la aparición de nuevas cepas, todavía analizan viajar al exterior”.
Los funcionarios analizaron este mediodía modelos tomados por otros países para evitar el ingreso de personas con coronavirus.
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