Los países productores no dan abasto a producirlas y transportarlas debido a la alta demanda que hay en todo el mundo. Teniendo en cuenta que las vacunas desarrolladas hasta ahora están compuestas por dos dosis para obtener una alta inmunidad, salvo la de Johnson & Johnson que hoy espera se aprobada en Estados Unidos y la Sputnik Light sobre la que está trabajando Rusia, y en medio de este caótico escenario, se destaca una pregunta por sobre todas: ¿Conviene aplicar las dos dosis a menos gente o inmunizar a más personas pero con una sola dosis?
Ese interrogante que repiquetea en todo el mundo también se hizo en la Argentina. En medio de la suba de contagios de coronavirus y la relajación de las medidas de cuidados sanitarios por parte de la población, en enero, la entonces Secretaria de Acceso a la Salud, y hoy ministra de Salud, Carla Vizzotti, aseguró que el gobierno evalúa aplicar una sola dosis de la Sputnik V para tener vacunadas el doble de personas en marzo.
“La decisión sanitaria más importante que nos tenemos que plantear es si queremos tener 10 millones de personas vacunadas a marzo con dos dosis o si preferimos tener 20 millones de personas con una sola”, señaló la funcionaria nacional. Y agregó: “En este contexto de pandemia es muy lógico pensar que se pueda vacunar a más gente con la primera dosis y diferir la segunda para cuando ya esté controlado el brote”. “Pensando en eso, para la segunda entrega estamos pidiendo más dosis del componente uno y no estamos pidiendo exactamente mitad y mitad como hicimos ahora. Los intervalos de interdosis de las vacunas son como mínimo de 21 días, pero si pasa más tiempo entre una y otra aplicación no es un problema relevante”, precisó Vizzotti en una entrevista a Página 12.
Las declaraciones de Vizzotti surgieron luego de que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA por su sigla en inglés) de los EEUU advirtiera que una sola inyección de cualquiera de las vacunas de dos dosis pareciera proporcionar una fuerte protección contra el coronavirus. Estos datos surgieron tras analizar los informes de las Fases III de los ensayos de los laboratorios Pfizer/BioNTech y Moderna, en un contexto en el que las farmacéuticas y los países productores no están pudiendo cumplir con los volúmenes de producción y la segunda ola de la pandemia acecha.
Un ejemplo reciente de la problemática en la producción de vacunas es el comunicado que Rusia hizo el 18 de febrero en el que admitió que “no tiene capacidad para satisfacer la demanda internacional de la vacuna anticovid Sputnik V. “La demanda de la vacuna rusa en el exterior es realmente alta. Es tan alta que supera considerablemente las capacidades productivas”, afirmó en su rueda de prensa diaria el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. El representante del presidente ruso señaló que “la campaña de vacunación nacional es nuestra prioridad absoluta. Han sido movilizadas todas las capacidades de producción, que en primera instancia trabajan para el mercado interno”. Además, añadió que “muchos países se han mostrado interesado en el fármaco”. De acuerdo con el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (FIDR), en la actualidad 27 países -sin contar Rusia- en Europa, América Latina, Oriente Medio, África y Asia han registrado oficialmente la Sputnik V.
Estados Unidos, Europa y China también tienen problemas para vacunar a sus millones de habitantes. Los departamentos de salud de todo Estados Unidos han tenido problemas con el suministro al intentar garantizar que todos reciban su segunda dosis: los funcionarios de Maryland fueron acusados de “acumular” suministros para garantizar que las personas pudieran recibir sus vacunas de refuerzo, mientras que un departamento de salud del condado en Iowa anunció el martes que miles de los residentes experimentarían retrasos en la segunda inyección debido a un error al calcular cuántas dosis se les asignó. Delaware advirtió a sus residentes que sus segundas citas se retrasarían ya que los funcionarios de salud distribuyeron las primeras dosis.
“Este es un dilema ético con el que tenemos que lidiar todos los días. Con la llegada de más suministros, esperamos poder cumplir con ambas misiones: vacunar a la mayor cantidad de personas que nunca se hayan vacunado antes, y completar la serie para aquellos que necesitan la segunda dosis”, dijo a WHYY Rick Hong, director médico de la División de Salud Pública de Delaware.
Voces a favor y en contra de postergar la segunda dosis
Los científicos a favor de centrar los esfuerzos en ofrecer las primeras dosis dicen que la inyección inicial protege eficazmente a las personas de una infección grave. Los investigadores canadienses Danuta Skowronski y Gaston De Serres, en una carta publicada la semana pasada en el New England Journal of Medicine, señalaron datos que muestran que la eficacia de la vacuna Pfizer es del 92,6 por ciento después de la dosis inicial y la de Moderna es del 92,1 por ciento. “Ofrecer protección a las personas puede evitar que se enfermen gravemente o mueran. También se necesitará protección si las variantes que son más virulentas se vuelven predominantes en los Estados Unidos”, dicen los expertos.
El doctor Michael Osterholm, miembro de la junta asesora de coronavirus del presidente Joe Biden, afirmó: “Como es probable que aumenten los casos de la variante mortal identificada por primera vez en el Reino Unido, las segundas dosis deben retrasarse mientras las personas mayores de 65 años se vacunan con su primera dosis”. En un artículo publicado el martes por el Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, Osterholm y otros investigadores estiman que habría 559.000 infecciones menos, 112.000 hospitalizaciones menos y 39.000 muertes menos si se aplazaran las segundas dosis a favor de ofrecer las primeras inyecciones a las personas mayores. Una dosis de las vacunas aprobadas parece ser eficaz, posiblemente contra variantes conocidas, que hasta ahora se han producido como resultado de una infección natural y no a través de la construcción de resistencia a la vacuna, dijo Osterholm a The Post.
Pero otros expertos no están de acuerdo, argumentando que el régimen de dos dosis ha demostrado ser muy efectivo y que no se sabe cómo podría mutar el virus si se transmite entre personas que no están completamente protegidas. Los científicos del CDC en los Estados Unidos recomiendan que la segunda dosis de las vacunas de ARNm COVID-19, como las de Pfizer o Moderna, se administre lo más cerca posible del intervalo recomendado para evitar desarrollar nuevas variantes riesgosas del coronavirus.
El intervalo recomendado originalmente era de 21 días entre las dosis de la vacuna Pfizer y de 28 días para las inyecciones Moderna, las dos actualmente autorizadas en los EEUU. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU han actualizado su guía para decir que las personas pueden esperar hasta 42 días entre dosis, aunque la agencia todavía aconseja a las personas que se ciñan al esquema inicial.
Y los desarrolladores de la vacuna AstraZeneca de la Universidad de Oxford, que está autorizada para su uso en el Reino Unido, sugieren que son posibles incluso períodos más prolongados, y afirman que su inyección funciona mejor cuando sus dosis están separadas por 12 semanas. Sus datos están redactados en un nuevo documento preimpreso, publicado antes de la revisión por pares. ¿Entonces cómo hacemos? ¿Cuánto tiempo podés hacer una sola toma y seguir a salvo?
En reacción a la decisión del Reino Unido de retrasar las segundas dosis, Paul Bieniasz, virólogo de la Universidad Rockefeller, escribió en la revista Clinical Infectious Diseases de Oxford que una población que no está completamente inoculada podría ser un caldo de cultivo para una variante resistente a la vacuna.
“Si bien los datos que surgen del Reino Unido ofrecen a los investigadores una nueva perspectiva sobre cómo los retrasos en la segunda dosis influyen en las cifras de infección, es probable que no se recopile más información para cuando muchos estadounidenses reciban sus vacunas”, dijo Anthony S. Fauci, la principal enfermedad infecciosa del país. “Si realmente quieres estudiarlo, la cantidad de tiempo que tomará, la cantidad de personas que tendrías que poner en el estudio, para ese momento, ya estaremos en el campo de tener suficientes vacunas para todos de todos modos”, agregó Fauci.
En los EEUU, el lanzamiento de la vacuna ha sido dolorosamente lento: dos meses después de que se administraron las primeras inyecciones al público, solo alrededor del 3 por ciento de la población ha recibido ambas dosis de una vacuna. Y mientras los productores de vacunas luchan por mantenerse al día con la demanda, los expertos creen que son necesarios algunos compromisos para garantizar que las personas estén completamente vacunadas.
“Necesitamos tomar la mejor decisión con los recursos que tenemos”, dice Katherine Poehling, pediatra de Wake Forest Baptist Health, quien forma parte del Comité Asesor de Prácticas de Inmunización de los CDC. “Si hay una gran cantidad de vacunas, es posible que se adopte un enfoque diferente que si la vacuna es limitada ... Pero sí se necesita la segunda dosis”, concluyó.
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