Un promotor indiscutible de desarrollo económico, de seguridad y de bienestar social es sin dudas tener un buen sistema de salud. Esto se ve fundamentalmente en tiempos duros, de crisis o pandemias, como la que actualmente estamos atravesando por el surgimiento del virus SARS-CoV-2 y la enfermedad COVID-19 que genera. Bajo el lema “Acelerando el progreso en medio de la pandemia de COVID-19 hacia sistemas de salud resilientes y sostenibles”, un amplio grupo de expertos expuso su visión en el Roche Press Day que tuvo lugar recientemente.
La doctora María del Rocío Sáenz, profesora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Costa Rica y ex ministra de Salud del país aseguró que respecto a las prioridades de los sistemas de salud, la pandemia no es sólo una crisis sanitaria. “Los sistemas de salud deben responder, pero también se necesita un enfoque intersectorial. Los sistemas de salud necesitan inversión, especialmente en la atención primaria y otros servicios al nivel de la comunidad”, explicó la médica magíster en Salud Pública de la Universidad La Salle de México.
Respecto al liderazgo y gobernanza en medio de la pandemia, la experta afirmó que "hay controversia entre las medidas sanitarias y económicas, pero se deben superar para trabajar juntos desde el inicio, evaluando la situación y presentando recomendaciones integradas. “Hoy se sabe más sobre la pandemia y eso se ha logrado por el trabajo en equipo en todo el mundo, con comunicación entre gobiernos, población y ciencia”, dijo ejemplificando que en su país, Costa Rica, los pacientes sienten que su sistema de salud los respalda.
El doctor Frederico Guanais, especialista principal en salud del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) afirmó en cuanto al rol de la salud en el desarrollo económico de los países, que en el contexto de la actual pandemia, en un cuarto de año se llegó a una crisis económica comparable a la de 2008-2009. “Necesitamos recuperar todos los trabajos perdidos, y las pérdidas por muertes prematuras e incapacidades como consecuencia de la pandemia. Más de 3 millones de personas se recuperaron de COVID-19, pero tendrán consecuencias de salud a largo plazo. Resolver la crisis de salud es el paso para resolver la crisis económica. La salud es una inversión y no un gasto. Una mejor salud está asociada con desarrollo económico, más productividad y bienestar y mayor asignación de recursos a la educación. La inversión en salud se debe evaluar. Debe haber más y mejor inversión, porque no se está haciendo bien”, afirmó el experto internacional en desempeño de sistemas de salud, cuidado primario y salud global.
Sobre la pregunta ¿Qué se debería hacer?, Guanais indicó que “Necesitamos responder. La pandemia no se va a ir si la ignoramos. Si lo hacemos, las consecuencias quedarán. Una estrategia específica no es la solución, sino la unión de varias. Debemos trabajar en estrategias integradas. El rol de la atención primaria es muy importante para asegurar continuidad de la atención a los pacientes, sobre todo para aquellos con enfermedades crónicas”. Y agregó: “Hay que llevar los servicios a la gente por medio de atención primaria; buscar cuáles son las principales necesidades y después solicitar inversión. Los sistemas de salud resilientes requieren poblaciones resilientes. Usualmente los sistemas de salud se miden por factores negativos, como muertes y hospitalizaciones. No se evalúan por lo que logran en bienestar, generación de valor, calidad de vida. Hay que poner las necesidades en las personas en el centro de los sistemas. Nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo. Necesitamos asegurar el acceso universal a soluciones para la pandemia. La vacuna llegará pronto, pero debemos prepararnos para que haya acceso para todos”.
El profesor Rifat Atun, especialista en Sistemas de salud global en la Universidad de Harvard y presidente de la facultad del programa de Liderazgo ministerial de Harvard, habló de las lecciones de la pandemia de COVID-19 para los sistemas de salud. “Sabíamos que venía la pandemia, pero también que no teníamos sistemas resilientes con capacidad de respuesta. Se debe invertir más y mejor en los sistemas, porque en el estado actual no contribuirán a superar emergencias como la pandemia. Fallamos en la entrega de servicios de salud y la innovación. Hay que pensar en inversión para lograr cohesión social, bienestar para la población y crecimiento económico”, destacó el experto que trabajó en el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud y otras instituciones.
El experto añadió que en general, no sabíamos qué tan mal estaban respondiendo los sistemas de salud a la población, hasta la llegada de la pandemia. “Necesitamos cambiar la mentalidad e invertir en talento humano, innovación y generación de valor. Los sistemas de salud no están diseñados para adoptar la innovación”, precisó y destacó que ejemplos de innovación durante la pandemia son las soluciones diagnósticas, nuevas metodologías para acelerar ensayos clínicos, sistemas de análisis de datos para rastrear casos sospechosos, identificar personas expuestas y definir qué medicinas son las correctas para quién. Cuando se le preguntó ¿cómo puede el sector público comunicar mejor a la población? Atun respondió: “La pandemia está afectando a todos y es responsabilidad de todos. Debemos trabajar en equipo. Tenemos que comunicar lo que las personas pueden agregar a los sistemas de salud. Los mensajes deben ser claros sobre las contribuciones de cada actor y cómo se puede abordar las necesidades de las personas. La comunicación debe ser consistente, acorde a la realidad de las personas, clara y concisa”.
Y agregó que hay que mejorar las capacidades de los sistemas de salud, como la transformación digital, el análisis de datos y el diagnóstico directo para las personas. Hay que enfocarse en la innovación que agregue valor a la población y su implementación. La crisis ofrece oportunidades para cambiar la mentalidad de la salud como gasto y hacer que los ministros de Economía entiendan su importancia. Asimismo, para invertir en innovación, no sólo en desarrollo de soluciones, pero también en la transformación de los sistemas.
Así también lo entiende el experto Marcelo D’Agostino, asesor senior de Sistemas de información y Salud digital en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que explicó el rol de la salud en el desarrollo económico de los países.
“A veces suena medio contradictorio decir ‘algo bueno que trajo la pandemia’ pero la realidad es que aceleró la concientización de la necesidad de que es necesario un cambio la transformación digital del mundo. Yo creo que si hay algo que todo el mundo pudiera pedir hoy, es conectividad. Eso requiere que el sector salud entienda más de telecomunicaciones pero que el sector de telecomunicaciones entienda más del sector salud, y que haya una mesa de diálogo donde se tomen decisiones de manera colectiva, y que todo eso después se transforme en normativas, en legislación, porque podemos llevar conectividad pero si la legislación no autoriza a tener medicina es lo mismo que nada. Es como un rompecabezas en donde cada uno tiene un rol”, precisó D’Agostino.
Y agregó: “Tenemos un plan de acción que fue firmado por todos los ministros del continente. Nosotros creemos que si se siguen principalmente dos estrategias, hay varias, pero la más fuerte en esta línea es: primero, cobertura y acceso universal a la salud. Todos firmaron una estrategia y plan de acción y, posteriormente, años después, firmaron una estrategia y plan de acción que tiene que ver con sistemas de información y salud digital. Si se cumplen todos esos compromisos, independientemente de que más rápido o menos dependiendo de las realidades de cada país, se va a lograr esto”.
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