En medio de la pandemia por COVID-19, chicos menores de 5 años ingresaban a los hospitales, primero de China y luego en Europa y Estados Unidos, con un dolor fuerte de estómago y un síndrome de shock inflamatorio en arterias o en múltiples órganos.
Al principio, eran sólo un puñado de casos desconcertantes, pero luego comenzaron a reportarse cada vez más pacientes menores con estos síntomas, recordó Jane Newburger, directora del programa de desarrollo neurológico cardíaco del Hospital Infantil de Boston.
“No he visto en mi vida nada remotamente similar a lo que está pasando ahora mismo”, afirmó la especialista, que enseguida relacionó esta situación con algunas características de una enfermedad conocida como Kawasaki.
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos definen a la enfermedad de Kawasaki como una afección poco común que involucra inflamación de los vasos sanguíneos, principalmente en los niños menores de 5 años.
Esta enfermedad registrada por primera vez en Japón, saltó ahora a las primeras planas del mundo con la aparición del nuevo coronavirus SARS-CoV-2. Y es que esta enfermedad, definida como una vasculitis sistémica aguda, es decir, una afección clínica en la cual se produce la inflamación de gran parte de los vasos sanguíneos del organismo, podría tener una relación causal con el COVID-19.
Considerada la principal causa de cardiopatía adquirida en la infancia en los países desarrollados, se la clasifica como aguda porque tiene un principio grave y luego se autolimita.
“Su causa es desconocida, aunque por su gran poder inflamatorio y sus características podrían señalar un origen infeccioso (virus, bacterias) que, asociado a una predisposición genética, desencadenaría este síndrome”, explicó a Infobae la doctora Celeste Celano, jefa del servicio de Pediatría, en el Sanatorio Modelo de Caseros.
Según la experta, sus signos y síntomas incluyen: fiebre por más de 5 días, ojos enrojecidos, lengua aframbuesada, labios inflamados y rojos (aunque sangrantes), descamación de palmas y plantas y ganglio cervical.
“Si se diagnostica a tiempo y se trata de manera adecuada y tiene buen pronóstico. Pero lo importante es que debe controlarse a fin de evitar la afectación de las arterias coronarias, que son las que llevan la sangre al corazón. Ahora bien, hasta el momento se sabe que la población pediátrica (menores de 15 años) presenta menos contagios por COVID-19 y en aquellos casos en los cuales el test da positivo, la sintomatología es muy leve”, agregó Celano.
Sin embargo, durante el transcurso de la pandemia por el nuevo coronavirus, se viene observando un aumento de casos con manifestaciones clínicas similares a la enfermedad de Kawasaki en niños inclusive mayores del promedio de edad de esta patología, sobre todo en Europa y los EEUU, en donde se produjeron dos muertes y muchos debieron ser ingresados en unidad de terapia intensiva.
“ El foco está en si el virus ataca a las células o es la respuesta inmunológica lo que desencadena este sindrome inflamatorio multisistémico, como lo denomina el Centro de Control de Enfermedades Europeas. Es materia de investigación si los niños afectados podrían sufrir una aceleración de su sistema inmunitario”, concluyó la especialista.
La semana última, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EEUU confirmó la relación entre este síndrome inflamatorio, potencialmente mortal en niños, y el coronavirus.
El Departamento de Salud de la ciudad de Nueva York reportó 145 casos de niños con síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C), antes llamado síndrome inflamatorio pediátrico multisistémico (PIMS-TS). Este ha sido relacionado durante las últimas semanas con la enfermedad de Kawasaki -presentan síntomas similares- y el síndrome de “shock tóxico”. Pese a que el síndrome inflamatorio afecta a los vasos sanguíneos y órganos, a diferencia del COVID-19, los expertos en salud están cada vez más seguros de que están relacionados.
Un reciente estudio científico publicado en la revista médica JAMA Pediatrics, es el primero en describir las características de los pacientes con COVID-19 pediátricos gravemente enfermos en América del Norte.
“La idea de que COVID-19 no afecta a los jóvenes es simplemente falsa”, dijo el coautor del estudio Lawrence C. Kleinman, profesor y vicepresidente de desarrollo académico y jefe de la División de Salud, Calidad e Implementación de la Población de Salud, Calidad e Implementación del Departamento de Pediatría en la Escuela de Medicina Rutgers Robert Wood Johnson.
Kleinman señaló que los médicos en el área metropolitana de Nueva York están viendo lo que parece ser un nuevo síndrome relacionado con COVID en niños. “Aunque nuestra recopilación de datos para este estudio ha finalizado, continuamos desarrollando colaboraciones con colegas en nuestra región y en todo el país para tratar de comprender estas complicaciones más graves”, dijo, citando problemas como por ejemplo la insuficiencia cardíaca y la enfermedad de Kawasaki, condición denominada síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico.
“Si bien es más probable que los niños se enfermen gravemente si tienen otras afecciones crónicas, incluida la obesidad, es importante tener en cuenta que los que no presentan enfermedades crónicas también están en riesgo. Los padres deben seguir tomando el virus en serio”, agregó el experto.
El estudio siguió a 48 niños y adultos jóvenes, desde recién nacidos hasta 21 años, que ingresaron en unidades de cuidados intensivos pediátricos (UCIP) en los Estados Unidos y Canadá para COVID-19 en marzo y abril. Más del 80 por ciento tenía afecciones crónicas subyacentes, como supresión inmune, obesidad, diabetes, convulsiones o enfermedad pulmonar crónica. De ellos, el 40 por ciento dependía del soporte tecnológico debido a retrasos en el desarrollo o anomalías genéticas.
Más del 20 por ciento experimentó la falla de dos o más sistemas de órganos debido a COVID-19, y casi el 40 por ciento requirió un tubo de respiración y un ventilador. Al final del período de seguimiento, casi el 33 por ciento de los niños seguían hospitalizados debido a COVID-19, y tres seguían necesitando ventilación y uno con soporte vital. Dos de los niños ingresados durante el período de investigación de tres semanas, murieron.
“Este estudio proporciona una comprensión básica de la carga de enfermedad temprana de COVID-19 en pacientes pediátricos. Los hallazgos confirman que esta enfermedad emergente ya estaba generalizada en marzo y que no es universalmente benigna entre los niños”, indicó Hariprem Rajasekhar, intensivista pediátrico coautor del estudio en el Departamento de Pediatría de la Escuela de Medicina Robert Wood Johnson.
La argentina Marta Cohen, investigadora y patóloga pediátrica del Hospital Infantil de Sheffield, al norte de Inglaterra, indicó que la mayoría de los niños que se enferman de coronavirus son asintomáticos o presentan síntomas leves de la infección por, pero recientemente la Sociedad de Cuidados Intensivos Pediátricos del Reino Unido emitió una alerta a los hospitales tras detectar unos 100 casos con este síndrome.
“Los niños también se enferman de coronavirus, pero responden de otra manera y lo hacen con el síndrome inflamatorio multisistémico. Lo que sabemos ahora es que, por lo general, los niños se presentan con dolor abdominal y no necesariamente tienen tos o temperatura, entran en un cuadro de confusión, que a veces se salvan y a veces no", señaló Cohen a Télam.
Además, explicó que en general "son niños sanos" y, según su hipótesis, "mueren o son afectados como consecuencia de su propia inmunidad. Desarrollan una híper respuesta que se la conoce como Tormenta de citoquinas".
El Instituto Real de Pediatría y Salud Infantil del Reino Unido confirmó que entre 75 y 100 niños fueron identificados con esa afección, mientras que varios hospitales informaron fallecimientos de pacientes sanos como consecuencia de este síndrome que describió el médico japonés Tomisaku Kawasaki en la década de 1960.
En un artículo publicado a principio de mayo en la revista The Lancet, especialistas británicos alertaron sobre la aparición de casos en Estados Unidos y Francia, mientras que señalaron que en el Reino Unido durante un período de 10 días a mediados de abril de 2020, observaron "un grupo sin precedentes de ocho niños con shock hiperinflamatorio, que muestran características similares a la enfermedad de Kawasaki", de los cuales uno falleció y el resto se recuperó.
El mes pasado, el ministro de Salud británico, Matt Hancock, anunció que los expertos están investigando el nuevo síndrome en niños “con gran urgencia”, a pesar de que todavía se trata de una enfermedad “rara”
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