La alianza público-privada rindió sus frutos en medio de la pandemia por coronavirus en la ciudad de Los Ángeles, EEUU. Y es que la Universidad del Sur de California junto a las autoridades del condado de esa ciudad realizaron un importante estudio científico sobre total de infectados por coronavirus.
Los primeros resultados de las pruebas de anticuerpos realizados a miles de ciudadanos sugieren que el número de infecciones por COVID-19 supera con creces el número de casos confirmados en el condado de Los Ángeles.
El equipo de investigación estima que aproximadamente el 4.1% de la población adulta del condado tiene anticuerpos contra el virus, es decir que ya se infectaron y padecieron la enfermedad en forma leve o bien nunca tuvieron síntomas.
“Ajustar esta estimación para el margen de error estadístico implica que alrededor del 2.8% al 5.6% de la población adulta del condado tiene anticuerpos contra el virus, lo que se traduce en aproximadamente 221.000 a 442.000 adultos en el condado que han tenido la infección”, puntualizó el estudio.
Esa estimación es de 28 a 55 veces mayor que los 7.994 casos confirmados de COVID-19 informados al condado al momento del estudio realizado la semana pasada. Oficialmente, el número de muertes relacionadas con COVID en el condado ahora ha superado las 600.
“No hemos conocido el verdadero alcance de las infecciones por COVID-19 en nuestra comunidad porque solo hemos examinado a personas con síntomas y la disponibilidad de pruebas ha sido limitada”, precisó el investigador principal Neeraj Sood, profesor de política pública de la USC en la USC Price School for Public Policy y miembro principal del Centro Schaeffer de Política de Salud y Economía de la USC.
“Las estimaciones también sugieren que podríamos tener que recalibrar los modelos de predicción de enfermedades y repensar las estrategias de salud pública”, agregó el experto.
Los resultados tienen implicaciones importantes para los esfuerzos que están haciendo los gobiernos y todo el sector de la salud pública para controlar la epidemia local. Además, estos datos se podrían extrapolar a nivel global para tener una dimensión más clara de la pandemia.
"Estos resultados indican que muchas personas pueden haber sido infectadas sin saberlo y estar en riesgo de transmitir el virus a otros", indicó la doctora Barbara Ferrer, directora del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles.
Y agregó: “Los hallazgos subrayan la importancia de las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa expandida (PCR) para diagnosticar a las personas con infección para que puedan aislarse y ponerse en cuarentena, al tiempo que mantienen las amplias intervenciones de distanciamiento social”.
Si bien la prueba de anticuerpos es útil para identificar infecciones pasadas, se requiere una prueba de PCR para diagnosticar la infección actual.
“Aunque los resultados indican un menor riesgo de muerte entre las personas con infección de lo que se pensaba anteriormente, la cantidad de muertes relacionadas con COVID-19 cada día continúa aumentando, lo que pone de relieve la necesidad de continuar con esfuerzos vigorosos de prevención y control”, aseguró el doctor Paul Simon, director científico del Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles y co-líder del estudio.
Si bien los resultados del estudio aún no han sido revisados por otros científicos, los investigadores planean probar nuevos grupos de participantes en los próximos meses para evaluar la trayectoria de la pandemia en la región.
Acerca del estudio, y con la ayuda de estudiantes de medicina de la Escuela de Medicina Keck de la USC, los investigadores de la USC y los funcionarios de salud pública realizaron pruebas de detección de anticuerpos el 10 y 11 de abril en seis sitios. Los participantes fueron reclutados a través de una base de datos patentada que es representativa de la población del condado.
Los científicos utilizaron una prueba rápida de anticuerpos para determinar la cantidad de contagiados que existía. La FDA permite que tales pruebas se realicen con el fin de obtener la vigilancia de la salud pública y arribar a una mayor claridad sobre las tasas reales de infección. La precisión de la prueba se evaluó aún más en un laboratorio de la Universidad de Stanford, donde los doctores Eran Bendavid y Jay Bhattacharya de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford utilizaron muestras de sangre que fueron positivas y negativas para COVID-19.
El estudio fue apoyado con fondos del Instituto Schwarzenegger de USC, el Centro Lusk de USC, la Oficina del Presidente de USC, la Fundación Jedel, el Grupo LRW y varios donantes anónimos.
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