Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. Su nombre proviene del latín corona, por la forma que tiene la estructura del virus, similar a la corona del Sol.
En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS, por sus siglas en inglés). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19 y ya afectó a más de 135.000 personas en 121 países y mató a más de 5000.
Estas cifras obligaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar a esta enfermedad como pandemia. La última vez que el organismo sanitario mundial había hecho esto fue hace una década con el virus de la gripe A o H1N1, que afectó a unas 400.000 personas y mató a unas 18.300. El 10 de agosto de 2010 la OMS anunció el fin de la pandemia, 14 meses después. Esa pandemia tuvo una mortalidad baja, en contraste con su amplia distribución (11%-21% de la población mundial infectada).
Hoy, nos encontramos ante una nueva pandemia producida también por un nuevo virus, originado en China y cuya dimensión y alcances todavía no sabemos, a casi 3 meses de su aparición en un mercado de animales vivos en Wuhan, provincia de Hubei.
“Lo que es importante tener presente, es que cuando una enfermedad se declara pandémica, significa que pasa por distintos continentes. Empezó en China y luego vimos que se expandió por Europa, sobre todo Italia, en Corea del Sur, Irán y también llegó al continente americano”, explicó a Infobae el doctor Daniel Stamboulian, Profesor Emérito de Infectología de la Facultad de Medicina de la UCES y Voluntary Profesor of Medicine of the University of Miami.
Y agregó: “El coronavirus es un virus respiratorio habitualmente benigno que se ve en animales y humanos pero que en algún momento se transforma en un virus bastante problemático como ocurrió con el SARS en 2003”.
Respecto a la primera epidemia del Siglo XXI, Stamboulian recordó el contexto de la misma y cómo la observó, estudió y analizó, como nueva amenaza global, también surgida en China.
“Yo nunca me voy a olvidar en el 2003 con el SARS estábamos preocupados lo que pasaba en algunos países de Europa y de pronto apareció un número importante de casos en América, sobre todo en Canadá. Y allí aprendimos qué cosas son importantes para disminuir la posibilidad de la transmisión del coronavirus. Por ejemplo, los canadienses le daban mucha importancia al lavado de manos. Ellos hicieron una investigación de cuál es el porcentaje de gente por ejemplo en Toronto que se lavaba las manos. Después del trabajo que ellos hicieron, encontraron que el 90% se lavaba las manos. Pero en (aeropuerto) Kennedy (en EEUU), hicieron un estudio y solo el 25% se lava las manos. Quiere decir que no es una práctica habitual lavarse las manos”, rememoró.
“Pero frente al coronavirus lo más importante en este momento no es el barbijo. Es el lavado frecuente de manos. Porque el virus no es aéreo, es un virus de superficie. Es por eso que tenemos que lavarnos mucho las manos”, advirtió el experto.
¿Debemos preocuparnos también por la gripe estacionaria?
Hay enfermedades como la gripe, que realmente hace lo mismo que hace el coronavirus. Por ejemplo, nosotros estamos muy preocupados por la gripe en adultos mayores, tanto es así que la vacuna antigripal tiene como prioridad, vacunar a los adultos mayores. Nosotros empezamos esa campaña en los 90 y llegamos a vacunar en una década a 7 millones de personas. Y vimos que quienes se vacunaban, prevenían la gripe.
El último año en el hemisferio norte murieron como 80.000 personas, en EEUU por la gripe. Así que la gripe, como este virus tiene una predilección por los adultos mayores. No es un virus que afecte a los chicos. Por ejemplo, con el coronavirus se ve que por debajo de los 15 años es excepcional.
¿Es recomendable darnos la vacuna contra la gripe estacionaria?
Lo que se vio es que el coronavirus estaba muy asociado a la gripe, a los cuadros gripales y a cuadros de neumonía. Por eso, la intensificación de la vacuna antigripal es una herramienta muy importante para trabajar en la disminución de la posibilidad del coronavirus y también la vacuna antineumocócica que se da con mucho énfasis en los pacientes mayores de 65 años.
¿Qué sabemos sobre el desarrollo de una posible vacuna contra el coronavirus?
En relación a la vacuna, hay más de 8 compañías muy importantes que están trabajando para producir la vacuna. Lo que nosotros sabemos, que de acuerdo al nivel de los estudios, no podemos tener una vacuna buena, efectiva, en menos de un año. Quiere decir que la vacuna va a ser una herramienta preventiva pero para más adelante.
¿Y sobre un tratamiento eficaz mientras esperamos la vacuna?
La otra pregunta que uno se hace es si hay un tratamiento para el coronavirus. Cuando nosotros tenemos pacientes con sintomatología, sabemos que un 80% hacen en forma benigna. Que mayormente se autolimitan sin mayores problemas. Pero hay un 10, 15% lo hacen en forma severa. Pero en los pacientes que hacen forma severa, se empezó a usar la hidroxiquinolona en 500 miligramos que es una medicación que se utiliza en reumatología, porque esta es una enfermedad inflamatoria, para usarlo como un antiinflamatorio. Pero también se empezó a usar una medicación que no está en el país, que es contra las hepatitis. Pero sí el que está en el país, el caletra, que es contra el HIV, que parece ser que tiene algunas ventajas para pacientes con infección severa.
Entonces, ¿cómo no nos contagiamos?
Lo que se vio en China y lo que se ve ahora en Italia, es evitar el contacto de una persona con otra, porque hay un período de la enfermedad en que uno está asintomático pero contagia. Entonces, lo que uno tiene que darle mucha importancia es de dónde viene la persona, por eso, EEUU prohibió los viajes con Europa, porque por ejemplo, en Italia hay más de 15.000 casos, con más de 1000 muertos o en España, donde hay más de 4500 casos.
¿Esta pandemia seguirá creciendo?
Hay algo positivo que yo he visto. Y es que en China está disminuyendo. Esta disminución que se observa en China a mí me lleva a entusiasmarme un poco, respecto a lo que pasó con el SARS. El SARS, después de un año, sólo se fue. Estos virus mutan para ser agresivos, pero mutan también para ser benignos. Yo tengo la esperanza de que no pase mucho tiempo para tener un coronavirus no agresivo.
¿El invierno es más propenso a que uno desarrolle la enfermedad y se contagie?
No está muy claro si el invierno es muy propenso para el coronavirus o no. A diferencia de la gripe, eso no lo sabemos bien. Yo no tengo tanto temor que el invierno sea un elemento provocador de un aumento importante del número de casos. Creo que tenemos que ir observando, porque este virus circula tanto en invierno como en verano. Parecería ser, por lo que estamos viendo en China, con el aumento de la temperatura, parece que está disminuyendo. Pero yo creo está disminuyendo más pro todo el trabajo de contención que ellos han hecho y que en este momento, a mí me entusiasma ver que en China está disminuyendo.
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