Frente a la explosión mediática del coronavirus en el mundo, la psicosis de la nueva enfermedad ya afecta a millones de personas y también llega en forma directa a los más chicos. Muchos especialistas afirman que no hay nada más contagioso en el mundo que el miedo. Más que el nuevo coronavirus o COVID-19 que desde diciembre último surgió en China y ya afectó a casi 134.000 personas y causó más de 5000 muertes.
La sobreinformación de un tema, como esta nueva epidemia, puede generar consecuencias psicológicas negativas en muchas personas, generando una preocupación excesiva y temor a enfermar o incluso morirse. Pero si esta sensación atemorizante puede causar problemas en un adulto, es mucho más preocupante lo que puede sucederle a los más pequeños.
Los padres, los miembros de la familia, el personal de la escuela y otros adultos de confianza pueden desempeñar un papel importante para ayudar a los niños a entender lo que escuchan de manera honesta, precisa y minimizando la ansiedad o el miedo.
“El mundo está aturdido con tanta información. Los niños circulan por la casa y escuchan y miran lo que dice la televisión. Algunos entienden y otros no, pero todos pueden percibir el miedo, el pánico, la incertidumbre y la desesperación. Es fundamental que como adultos podamos transmitir serenidad porque somos los referentes a los cuáles acuden frente a cualquier situación atemorizadora”, explicó en diálogo con Infobae la psicoanalista especialista en niños y adolescentes, Nora Koremblit de Vinacur, ex secretaria del Departamento de Niños de la Asociación Psicoanalítica Argentina y coautora del libro Parentalidades .
El Centro de Psicología de Crisis de Bergen, en Noruega, elaboró un documento que explica cómo abordar esta crisis internacional de salud pública en las escuelas y en las familias porque, según los expertos, “el miedo de los niños y niñas debe tomarse en serio”, por lo que hay que responder “adecuadamente a sus necesidades” de información.
Los expertos alertan que los abundantes mensajes sobre el tema que circulan a través de los medios y las redes sociales así como las medidas de contención que se están aplicando para combatir la expansión del virus aumentan el miedo que pueden sentir los menores.
Es imprescindible hablar a los niños y niñas sobre este virus ya que hay muchísima información que puede generarles sensación de miedo o impotencia y, además, pueden no comprenderlo todo y dejar volar su imaginación a escenarios terroríficos.
“La comprensión acerca de lo que está sucediendo se correlaciona acorde a la edad cronológica y -por otro lado- madurativa y mental de cada chico. A medida que van creciendo, tienen una mayor comprensión lógica de lo que sucede a su alrededor porque cuentan con la madurez suficiente para entender por sí mismos la realidad que los circunda”, indicó en diálogo con este medio la doctora Liliana V. Moneta, psiquiatra y psicoanalista infanto-juvenil, presidente honoraria del Capítulo de Psiquiatría Infanto Juvenil de la Asociación de Psiquiatras Argentinos.
Sin embargo, para la especialista los niños no se basan en lo que escuchan o leen de lo que les transmiten los adultos, sino en algo más del orden emocional. “Los chicos saben que está pasando algo, ven que la mayoría de las personas están ansiosas por el devenir de decires y contradecires en relación al coronavirus y esto es lo que más les afecta”, aseguró.
El miedo de los niños y niñas debe tomarse en serio y debemos responder adecuadamente a sus necesidades. En ocasiones, cuando se ponen en práctica ciertas medidas para limitar la actuación del virus, el miedo aumenta porque estas medidas se convierten en una “señal emocional de alarma”.
“Hay que tener mucho cuidado con los miedos que se generan en los chicos. Son la población más vulnerable. No tienen los mismos recursos cognitivos ni emocionales para manejar el miedo”, explicó a Infobae la licenciada María Laura Santellán (MN 18842), psicoterapeuta especializada en adolescencia.
Para la especialista, debemos ser prudentes y reflexionar teniendo en cuenta que hay otras enfermedades importantes entre nosotros como el dengue y el sarampión que son muy peligrosas y donde estamos expuestos. Y cuidarlos de estas amenazas sin alarmarlos. “Si el chico viene con información y busca una respuesta en nosotros, debemos calmarlos, tranquilizarlos y no insuflirles temor”, precisó Santellán.
Algunos principios generales para hablar con los niños según los CDC
- Permanecer tranquilos. Recuerde que los niños reaccionarán a lo que usted dice y a cómo lo dice. Recogerán señales de las conversaciones que tenga con ellos y con otros.
- Estar disponible para escuchar y hablar. Tómese el tiempo para hablar. Asegúrese de que los niños sepan que pueden acudir a usted cuando tengan preguntas.
"El diálogo para los más chicos resulta muy útil y aporta mucha tranquilidad. Recientemente, una madre me contó en el consultorio que su hija se pasó a la cama a dormir con ella por la noche porque tenía miedo del coronavirus. Nuestra recomendación es que dialoguen”, expresó Claudia Amburgo, médica psicoanalista especialista en niños y adolescentes de la APA.
- Evitar el lenguaje que pueda culpar a otros y provocar estigma. Recuerde que los virus pueden enfermar a cualquier persona, independientemente de la raza o etnia de una persona. Evite hacer suposiciones sobre quién podría tener COVID-19.
- Prestar atención a lo que los niños ven o escuchan en la televisión, la radio o en línea. Considere reducir la cantidad de tiempo de pantalla enfocado en COVID-19. Demasiada información sobre un tema puede provocar ansiedad.
“El mundo es un lugar de muchos retos y los padres o adultos responsables juegan un papel muy importante para ayudar a los niños a sortearlos. Lo importante es transmitir seguridad y tranquilidad con información verdadera pero limitada. No exponerlos a las noticias radiales, televisivas o a las que circulan en redes sociales en formas directas sino bajo nuestra decodificación”, advirtió consultado por este medio el médico neurólogo Claudio Waisburg (MN 98128).
- Proporcionar información que sea honesta y precisa. Brinde a los niños información que sea veraz y apropiada para la edad y el nivel de desarrollo del niño. Hable con los niños sobre cómo algunas historias de COVID-19 en Internet y las redes sociales pueden basarse en rumores e información inexacta.
¿Qué les explicamos?
¿Qué es COVID-19?
- COVID-19 es el nombre corto para "enfermedad por coronavirus 2019". Es un nuevo virus. Los médicos y los científicos todavía están aprendiendo al respecto.
- Recientemente, ha enfermado a muchas personas. Los científicos y los médicos piensan que la mayoría de las personas estarán bien, especialmente los niños, pero algunas personas pueden enfermarse bastante.
- Los médicos y expertos en salud están trabajando arduamente para ayudar a las personas a mantenerse saludables.
¿Qué puedo hacer para no obtener COVID-19?
- Se pueden practicar hábitos saludables en el hogar, la escuela y el juego para ayudar a protegerse como toser o estornudar en un pañuelo de papel o en el codo, mantener las manos fuera de la boca, nariz y ojos y lavarse las manos con agua y jabón (mojar, hacer espuma, fregar, enjuagar y secar), durante el tiempo que lleva cantar dos veces Cumpleaños feliz.
- Los niños mayores pueden ayudar a los adultos en el hogar y la escuela a limpiar las cosas que más tocamos, como escritorios, pomos de las puertas, interruptores de luz y controles remotos.
- Si nos sentimos enfermos, tenemos que quedarnos en casa. Al igual que no quieres que los gérmenes de otras personas entren en tu cuerpo, otras personas tampoco quieren que te contagien los gérmenes.
¿Qué sucede si te enfermas con COVID-19?
- Para muchas personas, estar enfermo con COVID-19 sería un poco como tener gripe. Las personas pueden tener fiebre, tos o tener dificultades para respirar profundamente. La mayoría de las personas que se contagiaron no se enfermaron demasiado. Solo un pequeño grupo de personas que lo tiene han tenido problemas más serios. Por lo que los médicos han visto hasta ahora, la mayoría de los niños no parecen estar muy enfermos. Mientras que muchos adultos se enferman, la mayoría de los adultos mejora.
“Lo recomendable es que los padres puedan transmitirles a sus hijos que no están solos y que cuidarán de ellos, que las medidas de precaución son para cuidarlos y que los acompañarán en el proceso. Si los padres entran en pánico no pueden responsabilizarse de los niños. La responsabilidad es de cuidarse y cuidar al los otros. Los niños pueden tener terrores nocturnos u otros síntomas. Por eso la presencia calma de los padres es fundamental”, concluyó Mirta Goldstein, secretaria científica de la APA.
SEGUÍ LEYENDO: