Un estudio publicado por la Revista de la Asociación Médica Estadounidense reveló que los niños gamers tienen un mejor rendimiento en su memoria y habilidades motoras.
La investigación se basó en la respuesta cognitiva relacionada con el consumo de este tipo de contenido en niños de 9 y 10 años de edad, y aunque no se concluya que en definitiva los videojuegos son responsables de una mejora en el rendimiento, sí pueden tener cierta influencia.
“Varios estudios han relacionado los videojuegos con problemas de comportamiento y salud mental. Este estudio sugiere que también puede haber beneficios cognitivos asociados con este pasatiempo y que merecen una mayor investigación”, indicó Nora Molkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) en Estados Unidos.
La investigación requirió del análisis en el comportamiento de niños que fueron divididos en grupos: jugadores de al menos 21 horas por semana y no jugadores de videojuegos. Los datos de 2.217 menores de edad fueron analizados para comprobar cómo era su desempeño en las pruebas a las que eran sometidos y que tenían relación con memoria, atención y control de impulsos.
El resultados que mostró el estudio y que fue comunicado públicamente indican que la diferencia entre ambos grupos de niños es notoria. Los jugadores recurrentes mostraban actividad en regiones de sus cerebros que están relacionadas con la atención y la memoria en un nivel superior a la que indicaban los no jugadores.
“(...) Aquellos niños que jugaron al menos tres horas de videojuegos por día mostraron más actividad cerebral en las regiones cerebrales frontales que están asociadas con tareas cognitivamente más exigentes y menos actividad cerebral en las regiones cerebrales relacionadas con la visión”, se informa en el comunicado publicado en la página web de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) en Estados Unidos.
Con respecto a los indicadores relacionados con la salud mental de los niños, estos no mostraban diferencias notorias entre ambos grupos, lo que aporta evidencia en contra del argumento que indica que los videojuegos son malos para el bienestar emocional de los menores de edad.
Incluso, antes de la difusión de esta investigación, algunas desarrolladoras de videojuegos ya estaban trabajando en la creación de títulos dedicados específicamente a un público que tenía algún trastorno como el Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) como es el caso de “Endeavor”, juego que incluso tuvo la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos.
Aún con la información que ha sido recopilada en la investigación, así como en análisis hechos por otras organizaciones e instituciones, los hallazgos no son concluyentes como para determinar con precisión si los videojuegos son los causantes de una mejora en el rendimiento cognitivo de los niños.
“Si bien no podemos decir si jugar videojuegos con regularidad causó un rendimiento neurocognitivo superior, es un hallazgo alentador y debemos continuar investigando”, asegura el comunicado del NIH.
Por lo tanto, se ve la necesidad de más estudios para encontrar una relación directa entre el consumo de videojuegos y las mejoras cognitivas: “El diseño longitudinal del Estudio de Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente (ABCD) permitirá comprobar dentro de cada participante la relación de la práctica acumulada de videojuegos a lo largo de los años”.
Una de las posibilidades que son consideradas es que las personas que ya tienen mejor atención para tareas se sientan atraídas por los videojuegos, aunque tampoco se ha considerado una diferencia entre los estímulos que generan distintos tipos ni a cuál fueron expuestos los niños que participaron del estudio.
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