En la Universidad de Illinois un grupo de científicos lograron predecir las probabilidades de muerte de una persona, tomando como referencia los datos de salud recolectados a través de los dispositivos móviles.
El rango que los investigadores pudieron determinar está dentro los cinco años, dando la posibilidad de evaluar cuáles son las probabilidades de muerte en ese rango de tiempo, así cómo los diferentes riesgos en la salud.
Proceso de medición
Para obtener los resultados, los científicos tomaron los datos de 100.000 personas del Biobanco del Reino Unido, que usaron monitores de actividad con sensores de movimiento durante una semana, realizando actividades cotidianas como caminatas cronometradas.
Posteriormente calcularon la intensidad de la caminata a partir de los datos del sensor, como entrada para el análisis de supervivencia, lo hicieron simulando el monitoreo pasivo de teléfonos inteligentes.
Si bien el estudio se hizo tomando relojes inteligentes como referencia, los científicos resaltan que los sensores de estos dispositivos usados son los mismos que están integrados en los celulares de gamas más baratas.
“Aunque estos datos se recopilaron de monitores de actividad, nuestros modelos de sensores solo usan datos que serían posibles de recopilar utilizando teléfonos económicos que están disponibles actualmente”, afirmaron los encargados de la investigación.
Este monitoreo se realizó durante cinco años. Sin embargo, los resultados arrojaron que, en solo seis minutos, en los que se hace una medición de la intensidad de la marcha de los participantes, un algoritmo predice los riesgos de mortalidad con la precisión de un brazalete médico diseñado específicamente para esta tarea, gracias al acelerómetro que viene integrado en los celulares.
“Esto es particularmente importante para la equidad en salud, dado que las poblaciones más expuestas a los riesgos para la salud suelen ser las que tienen menos recursos”, describen los científicos.
Con este hallazgo, los investigadores esperan hacer una segunda prueba para corroborar el alcance del algoritmo ante otras situaciones y la variedad de dispositivos inteligentes.
Smartwatch salvando vidas
Los primeros relojes inteligentes empezaron a salir en 2012, aunque fue sobre 2015 que las empresas comenzaron a tener dispositivos más cercanos a los que están actualmente.
En 2018 se conoció el caso en Chile de Gustavo Rodríguez de 34 años de edad quien sufrió un accidente casero. Tras sentir un fuerte dolor de espalda cayó al suelo sin poder levantarse por el golpe. Luego de unos minutos de no poder moverse, el Apple Watch que tenía le envío una alerta de caída y le dio la opción de llamar a alguien.
Finalmente, el hombre decidió llamar a su suegra que vivía cerca, y de esa forma pudo ser atendido y enviado a un hospital para ver su estado de salud.
Un caso muy similar sucedió en 2021, con doble agradecimiento esta vez. Dan Pfau, de 70 años de edad. Se fue de vacaciones a Martha’s Vineyard, una isla en la costa este de Estados Unidos, y mientras estaba dando un paseo en bicicleta se cayó. El Apple Watch que tenía detectó la caída gracias sus sensores y tras no recibir ninguna respuesta del usuario llamó a emergencias y el hombre pudo ser atendido.
“Lo que recuerdo después del accidente es despertarme en una ambulancia”, contó a Apple Insider luego de ser salvado gracias a que su reloj dio el lugar exacto en el que se encontraba.
Pero no fue su única vez, porque el año pasado Pfau se desmayó y al caer se rompió la cabeza, luego de unos minutos se levantó y fue al baño. Tras notar que seguía sangrando le dictó un mensaje al reloj y así pudo contactar a su esposa.
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