Por qué la tiara la princesa de Suecia se convirtió en una de las diademas más versátiles del mundo

En 2015, Sofía llegó a la corte sueca al unirse en matrimonio al príncipe Carlos Felipe en Estocolmo

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La tiara de boda de
La tiara de boda de Sofía, un regalo de los reyes suecos, se destaca por su diseño versátil y ha sido un ícono de elegancia

La Princesa Sofía de Suecia irrumpió en la realeza en 2015, cuando se casó con el Príncipe Carlos Felipe, el segundo hijo de los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. La boda se celebró en el Palacio Real de Estocolmo, y desde entonces Sofía ha ido ganándose un lugar en el corazón de la sociedad sueca.

Esta joven capturó la atención no solo por su historia de vida, sino también por el accesorio que lució en su gran día: una tiara de diamantes que, además de simbolizar su aceptación en la familia real, se ha convertido en un ícono de elegancia adaptable.

Origen y características de la tiara de boda de la princesa Sofía

La Princesa Sofía de Suecia
La Princesa Sofía de Suecia entró en la familia real en 2015 al casarse con el Príncipe Carlos Felipe en Estocolmo (REUTERS)

La tiara que Sofía Hellqvist lució en su boda fue un regalo de sus suegros, los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia. Según Tatler, la pieza es única por su diseño y versatilidad: cuenta con nueve palmetas de diamantes, separadas por lanzas de diamantes delicadamente engastadas, que permiten intercambiar diversos adornos de piedras preciosas.

En la boda, la princesa optó por decorarla con esmeraldas de un profundo tono verde, un símbolo que destaca por su elegancia y que daba un toque personal a su nuevo papel real. Desde entonces, Sofía ha seguido utilizando esta joya con diferentes configuraciones de piedras, como perlas, turquesas y los topacios y citrinos, sus piedras de nacimiento de noviembre.

A lo largo de estos años, la tiara de boda de Sofía ha sido un emblema de su papel como princesa y de su capacidad de adaptación a la vida real. Este símbolo de versatilidad, que permite alternar sus decoraciones para cada ocasión, podría volver a lucirse próximamente en una de las ceremonias más prestigiosas del país: la entrega de los Premios Nobel en diciembre en Estocolmo.

Una historia de amor que desafió las tradiciones

Sofía Hellqvist decoró su tiara
Sofía Hellqvist decoró su tiara de boda con esmeraldas, un detalle personalizado para su nuevo papel como princesa (REUTERS)

La relación entre Sofía y el Príncipe Carlos Felipe comenzó en 2010 y no estuvo exenta de controversias. Antes de conocer a Sofía, el príncipe había tenido una relación de diez años con Emma Pernald, a quien su familia y sus hermanas, las princesas Victoria y Magdalena, consideraban la futura cuñada ideal.

La llegada de Sofía, una joven exmodelo y participante de reality shows, generó incomodidad entre algunos miembros de la realeza y en la sociedad sueca. Sin embargo, Carlos Felipe defendió su elección, y en 2014 anunciaron su compromiso, enfrentando abiertamente las críticas para mostrar su apoyo y lealtad a Sofía.

Finalmente, el 13 de junio de 2015, Sofía y Carlos Felipe unieron sus vidas en una ceremonia llena de detalles únicos, como un emotivo canto que la princesa dedicó al príncipe. En la celebración, incluso los recién casados cantaron juntos canciones de Coldplay y Rihanna, y compartieron un primer baile al ritmo de la música del famoso DJ sueco Avicii.

Luego de la boda, los príncipes fundaron la Fundación Príncipe Carlos Felipe y Princesa Sofía para luchar contra el acoso escolar, una causa importante para ambos, especialmente para el príncipe, quien ha compartido su experiencia personal con la dislexia.

De estrella de televisión a princesa comprometida

La relación entre Sofía y
La relación entre Sofía y Carlos Felipe comenzó en 2010, marcando el inicio de una historia de amor con desafíos (AFP)

Nacida en Täby en 1984, Sofía Hellqvist creció alejada de la vida real. Al mudarse a Estocolmo a los 18 años, trabajó en distintos empleos para mantenerse, hasta que una oportunidad en la revista sueca Slitz le dio notoriedad como modelo. Participó en el reality show Paradise Hotel, y su vida pública continuó evolucionando cuando decidió mudarse a Nueva York para estudiar contabilidad.

A pesar de los rumores y la controversia sobre su pasado, Sofía finalmente volvió a Suecia, donde su encuentro con Carlos Felipe cambiaría el rumbo de su vida para siempre. Su transformación en princesa no fue fácil. Sin embargo, su dedicación a causas benéficas y su adaptación a los deberes reales la han consolidado como un miembro valioso de la familia real sueca.

La princesa también ha mostrado un fuerte compromiso social en momentos críticos, como durante la pandemia de COVID-19, cuando se ofreció como voluntaria en el Sophiahemmet Hospital en Estocolmo. Allí completó un curso intensivo de enfermería básica y ayudó con tareas administrativas y de desinfección, apoyando a familiares de pacientes y mostrando un lado humano que fue ampliamente reconocido.

Una familia en crecimiento

Tras su boda, Sofía y
Tras su boda, Sofía y Carlos Felipe fundaron una fundación para luchar contra el acoso escolar

Carlos Felipe y Sofía han formado una familia sólida y unida. A menos de un año de su boda, nació su primer hijo, Alexander, seguido de Gabriel en 2017 y Julian en 2021. Recientemente, la pareja anunció que esperan a su cuarto hijo para febrero de 2025. Estos tres niños ocupan el quinto, sexto y séptimo lugar en la línea de sucesión al trono, y la princesa ha manifestado públicamente la importancia de la maternidad en su vida.

Sofía Hellqvist ha logrado superar las críticas y ganarse un lugar en la familia real sueca y en la sociedad. Con su carácter perseverante y sus acciones de solidaridad, la princesa continúa demostrando su dedicación tanto a su rol en la realeza como a su país.

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