No es ningún secreto que Kate Middleton, duquesa de Cambridge, es conocida por su elegancia y estilo. Sin embargo, detrás de su impecable apariencia también hay una afición culinaria que ha llamado la atención de muchos: su amor por un clásico postre británico, el pudín de dátiles pegajoso, también conocido como “Sticky Toffee Pudding”.
El chef Darren McGrady, quien trabajó durante 15 años para la familia real, reveló que “el postre preferido de Kate es el pudín de caramelo”, según la revista Us Magazine. Pero, se sabe que en el Palacio de Buckingham lo preparan con dátiles, en lugar de melocotones, para lograr un sabor más intenso y sofisticado.
Historia del pudín de dátiles pegajoso
El origen del pudín de dátiles pegajoso es un tema de debate, pero lo cierto es que fue parte de la gastronomía británica durante décadas. Hay varias teorías que intentan explicar su nacimiento. Algunas versiones sitúan sus primeros pasos en famosos pubs británicos, como el Galt Inn en Millington (1907) o el Udny Arms Hotel en Newburgh (años 60). Sin embargo, también se especula que el postre fue introducido por soldados canadienses alojados en Lancashire durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar de la incertidumbre sobre sus verdaderos orígenes, lo que es indiscutible es que ha dejado una huella imborrable en la repostería británica.
Pudin real
El pudín de dátiles pegajoso es tan popular en la gastronomía británica que ha encontrado su lugar no solo en los hogares y pubs, sino también en las mesas de la realeza. Este clásico postre ha sido adaptado para ajustarse a los ritmos de la vida moderna.
Desde los años 90, es posible encontrar versiones preparadas en supermercados, listas para calentar en el microondas, como las que comercializa la marca Village Shop. Esto ha hecho que el pudín siga siendo accesible y popular entre aquellos que buscan una opción más rápida sin sacrificar el sabor.
La realeza británica, y en especial Kate Middleton, también han contribuido a la fama de este postre. Como bien señala Vanitatis, el cocinero de la familia real durante 15 años, mencionó que si quieres impresionarla , lo mejor “es que le ofrezcas su postre preferido, el pudín de caramelo”.
Es un dato que se ha confirmado varias veces, y aunque Kate disfruta de este postre, no todos en la familia comparten su gusto por los sabores intensos. De hecho, se sabe que al príncipe William no le entusiasman tanto los platos picantes, a diferencia de Kate.
Durante su primer embarazo, solía disfrutar de la comida casera recién hecha de un restaurante hindú de la zona. Afortunadamente, su hija, la princesa Charlotte, parece haber heredado su gusto por lo picante.
A pesar de sus preferencias individuales, la familia comparte ciertos momentos en la cocina. Los pequeños de la casa, Charlotte y Louis, aprovechan siempre que cocinan con su madre para agregar algunos de sus ingredientes favoritos: ella elige papas, mientras que él prefiere la remolacha. En cuanto al príncipe George, aunque sus padres fomentan una alimentación saludable con frutas y verduras, su merienda preferida es la pizza.
Receta del pudin de dátiles pegajoso
Se elabora con una mezcla de dátiles remojados en agua caliente, lo que le otorga una textura suave y húmeda. Se hornea junto a una mezcla de azúcar moreno, huevos y manteca, que contribuyen a su sabor caramelizado. Una vez que el pudín está listo, se baña en una salsa de toffee casera, hecha con manteca, azúcar y nata, que lo convierte en un postre exquisito.
Tiempo de preparación
Este postre requiere aproximadamente 1 hora y 30 minutos para estar listo.
- Preparación de la masa: 20 minutos.
- Remojo de los dátiles: 10 minutos.
- Horneado: 40 minutos.
- Preparación de la salsa toffee: 10 minutos.
Ingredientes
- 200 g de dátiles sin hueso.
- 250 ml de agua caliente.
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio.
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente.
- 150 g de azúcar moreno.
- 2 huevos.
- 175 g de harina de trigo.
- 1 cucharadita de polvo de hornear.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
Para la salsa de toffee:
- 150 g de azúcar moreno.
- 150 g de mantequilla.
- 250 ml de nata líquida para montar.
- 1 cucharadita de extracto de vainilla.
Cómo hacer pudín de dátiles pegajoso, paso a paso
- Precalentar el horno a 180°C y engrasar un molde de pudín o una fuente para hornear.
- Cortar los dátiles en trozos pequeños y colocarlos en un bol. Verter los 250 ml de agua caliente sobre ellos y añadir el bicarbonato de sodio. Dejar reposar durante 10 minutos para que los dátiles se ablanden.
- En un bol aparte, batir la manteca y el azúcar moreno hasta obtener una mezcla esponjosa.
- Añadir los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición.
- Incorporar la mezcla de dátiles (incluyendo el líquido) y el extracto de vainilla.
- Tamizar la harina y el polvo de hornear, y agregarlo a la mezcla anterior, removiendo hasta integrar.
- Verter la masa en el molde preparado y hornear durante 35-40 minutos o hasta que un palillo salga limpio.
- Mientras el pudín está en el horno, preparar la salsa de toffee. En una cacerola, derretir la manteca con el azúcar moreno a fuego medio. Cuando el azúcar se haya disuelto, añadir la nata líquida y el extracto de vainilla. Remover constantemente hasta que la salsa espese.
- Cuando el pudín esté listo, sacarlos del horno y verter un poco de la salsa de toffee por encima. Servir caliente con más salsa de toffee a un lado y, si se lo desea, acompañar con helado o nata.