La razón por la que el príncipe William no usa anillo de bodas

Desde su boda con Kate Middleton el 29 de abril de 2011, el príncipe William ha optado por no llevar un anillo de bodas, una decisión que desde entonces ha llamado la atención de los seguidores de la realeza. De hecho, el Palacio de St James ya había anunciado antes del enlace que solo habría un anillo, el de Kate, siguiendo los deseos del futuro heredero.

La ausencia del anillo ha sido atribuida a una cuestión de preferencias personales. Un portavoz del Palacio de St James señaló que “él no es de los que se dedican a las joyas. Nunca ha usado ninguna. Decidió que no quería usar uno ahora”, una decisión apoyada por Kate, según confirmó The Mirror.

La decisión de William no es del todo única en la familia real. Su abuelo, el príncipe Felipe, tampoco usaba un anillo de bodas durante su largo matrimonio con la reina Isabel II, que duró 73 años hasta su fallecimiento en 2021. Esto refuerza una tradición en la realeza británica, donde no es común que los hombres usen anillos de boda.

La comentarista real Eloise Parker explicó en una entrevista para Marie Claire en 2018: “Nunca ha sido tradicional que los hombres de la realeza usen uno”. En contraste, su hermano Harry, casado con Meghan Markle en 2018, sí ha optado por llevar una alianza de platino con acabado texturizado.

La tradición de usar oro galés para confeccionar los anillos de boda es también parte del legado de la realeza. Tanto Kate, como Meghan Markle y la reina Isabel II llevaron anillos hechos de este material, siguiendo una costumbre que se remonta a la boda de la Reina Madre en 1923 (People).

El anillo de compromiso de Kate Middleton es uno de los símbolos más reconocidos de la realeza moderna. Se trata de una pieza icónica de zafiro y diamantes que perteneció a la difunta princesa Diana, madre de William. El propio príncipe explicó su decisión de entregar este anillo durante una entrevista posterior al compromiso con ITV News, diciendo: “Es el anillo de compromiso de mi madre, así que pensé que era bastante bonito porque, obviamente, ella no estará aquí para compartir la emoción de todo esto. Esta es mi manera de mantenerla cercana a todo”.

El anillo de bodas de Kate, por su parte, fue confeccionado con una pieza de oro galés, un regalo de la reina Isabel II a su nieto poco después de anunciarse el compromiso. Además, recientemente se ha visto a Kate usando un anillo de eternidad junto con su anillo de boda, el que se cree que podría estar vinculado a los nacimientos de sus hijos George, Charlotte y Louis. La experta en joyería real Lauren Kiehna afirmó a The Court Jeweller: “No me sorprendería si las piedras preciosas del nuevo anillo estuvieran relacionadas con los hijos de Kate, dado que sus piedras de nacimiento son rubíes, esmeraldas y diamantes”.

La falta de uso de su anillo de bodas y la ausencia de Kate Middleton en la vida pública en varios momentos del 2024 ha dado lugar a especulaciones en torno a la relación del príncipe y la princesa de Gales. Kate, recientemente, anunció haber completado un tratamiento de quimioterapia y ha sido clara al desmentir cualquier rumor sobre crisis maritales.

De hecho, Vanity Fair España señaló que la decisión de William de no llevar anillo “se tomó con el consentimiento de Kate”, y que, si hubiera un divorcio en el futuro, “la que dejaría de usar su anillo sería Kate”. La especulación sobre un divorcio ha sido rechazada en repetidas ocasiones por la pareja y sus representantes, quienes aseguran que la ausencia de Kate en los medios fue debido a su estado de salud, no a conflictos matrimoniales.

En cuanto al anillo de compromiso de Kate, ha habido ocasiones recientes en las que no ha sido visto en su mano durante apariciones públicas, lo que también ha alimentado los rumores. Sin embargo, se ha explicado que esta es una práctica común entre las mujeres reales. La experta Lauren Kiehna indicó que, como muchas otras mujeres, las princesas y reinas “usan sus anillos de compromiso de diferentes maneras. Algunas, como la reina Isabel, los usan a diario, mientras que otras, como la reina Letizia, no los llevan durante años”. Esta variabilidad en el uso de las joyas personales es normal y no refleja problemas en sus matrimonios.