La Reina Máxima de los Países Bajos, de 53 años, sorprendió a todos al aparecer vestida con ropa de camuflaje, lista para unirse a los ejercicios del Regimiento de Tropas de Ingenieros en Den Bosch. Su apariencia habitual, marcada por elegantes vestidos y joyas deslumbrantes, quedó atrás mientras se adentraba en el rigor militar.
Con su cabello rubio suelto y un maquillaje natural que resaltaba sus pómulos, la argentina mostró que puede adaptarse a cualquier entorno con gracia y determinación.
El Regimiento de Ingenieros es una parte de las fuerzas armadas que está entrenada para despejar obstáculos y construir infraestructura militar como puentes y transbordadores, explicaron en la publicación en donde se la vio a Máxima realizando ejercicios. “Los ingenieros marcan el camino, buscan una carretera o la construyen”, agregaron desde la casa real.
En las imágenes capturadas durante el ejercicio, se ve a la reina de Países Bajos con una sonrisa radiante mientras participa activamente en las tareas, apoyada en los brazos de los soldados para mantener el equilibrio en ocasiones.
Máxima llevaba una chaqueta con estampado de camuflaje, con el escudo de los Países Bajos en la manga izquierda, camiseta y pantalones a juego, y unas botas color camel
Con las mangas de sus overoles enrolladas hasta los codos, la reina no dudó en ensuciarse las manos y enfrentarse a los desafíos con entusiasmo.
“Es impresionante ver a la Reina tan comprometida”, comentó uno de los soldados, que la ayudó a estabilizarse mientras cruzaba una serie de botes amarrados.
“Luego de una breve explicación de la obra, la Reina Máxima participó en dos ejercicios de ingeniería. Durante el primero, la Reina formó parte de la exploración del área. Le explicaron los obstáculos y maniobras, y habló con los veteranos”, asegura en el texto que acompañó las fotos de la monarca en su tarea.
El contraste entre su participación en estos ejercicios y sus apariciones habituales no podría ser más marcado. Apenas unos días antes, Máxima lucía un impresionante conjunto rojo en la reapertura del Museo Hindeloopen, una muestra más de su versatilidad y estilo.
El evento, celebrado en la pequeña localidad holandesa de Hindeloopen, marcó la culminación de las renovaciones del museo, dedicado a la historia cultural de la región. Máxima, conocida por su pasión por las artes y la cultura, se mostró entusiasta y comprometida durante toda la ceremonia. Allí, la reina Máxima volvió a su faceta más conocida y glamurosa. En esta ocasión, la nacida en Argentina deslumbró con un vestido hasta la rodilla, de mangas largas y cuello con volantes. Completó su atuendo con un sombrero a juego que dejaba ver algunos mechones de su dorado cabello, y accesorios en tonos rojizos, incluidos unos guantes de cuero y un bolso tipo clutch.
Previo a sus compromisos en los Países Bajos, Máxima y su esposo, el Rey Guillermo Alejandro, realizaron una gira de cuatro días por los Estados Unidos. La pareja real comenzó su visita en Atlanta y Savannah, en Georgia, antes de dirigirse al norte, a Albany y Nueva York. Este viaje reflejó la importancia de las relaciones bilaterales y el interés de la realeza en fortalecer los lazos con las comunidades holandesas y estadounidenses.
Durante su estancia en Nueva York, Máxima participó en diversas actividades, destacando su capacidad para combinar su papel de embajadora cultural con su evidente cercanía y accesibilidad.
La Reina Máxima de los Países Bajos continúa demostrando su habilidad para adaptarse y brillar en diversos contextos, ya sea en medio de ejercicios militares o en eventos culturales de alta sociedad. Su versatilidad y dedicación, tanto en el ámbito nacional como internacional, refuerzan su imagen como una figura real moderna y comprometida.