La RAE te aclara las diferencias de escribir ‘deber de’ y ‘deber’

El ente regulador de la lengua española nos explica la diferencia entre uno y otro.

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(Freepik)
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El idioma español es tan vasto que más de una persona, sea nativo o no de la lengua, puede caer en errores si es que desconoce las diferencias de las palabras que a primera vista parecen que se escriben igual pero tienen significados diferentes.

Estas equivocaciones nos pueden hacer crean frases inapropiadas tanto en la escritura como al momento de decirlas. Un claro ejemplo de esta hipotética situación es deber y deber de.

Y la primera pregunta que cae de madura en este caso es si ‘deber’ y ‘deber de’ están bien escrita. Pues la respuesta es que sí.

Hay que tener en cuenta que el verbo deber tiene dos significados, dependiendo si lleve o no la preposición “de” antes del infinitivo.

En realidad este caso no reviste de mayor misterio más allá de lo dicta la norma. Per mientras la duda persista, es válido hacer la aclaración y que los especialistas despejen cualquier confusión sobre las diferencias entre “deber” y “deber de”.

¿QUÉ DICE LA RAE?

De acuerdo con el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española (RAE), la grafía “deber” funciona como verbo auxiliar en perífrasis de infinitivo que denotan obligación y suposición o probabilidad. Ahora el significado dependerá de la presencia o ausencia de la preposición.

El esquema es extremadamente sencillo:

· Deber+ infinitivo: denota obligación. Ejemplo: Debemos abandonar la sala urgentemente (tenemos que salir del lugar)

· Deber de+ infinitivo: denota probabilidad o suposición. Ejemplo: Debe de volver a casa pronto (se supone que no tardará en llegar)

Entonces, queda claro que no es igual decir “debes ser limpio” (tienes la obligación de cumplir las normas de higiene) que “debes de ser limpio” (probablemente seas limpio por llevar ropa limpia, estar bien peinado u otros motivos). Si no comprendes estas sencillas construcciones, puedes caer en incómodos equívocos.

Sin embargo, la RAE hace una importante aclaración. Se trata de que mientras la preposición “de” jamás puede ser admitida entre “deber” y el siguiente infinitivo cuando se pretende expresar obligación, la lengua culta sí permite prescindir de la preposición en la perífrasis de infinitivo para dar sentido de probabilidad.

Como ejemplo del uso sin preposición, el diccionario cita una frase de Mario Vargas Llosa que aparece en su obra Fiesta (2000): “Marianita, su hija, debe tener unos veinte años”.

En resumen, si una persona quiere expresar obligación, entonces deberá usar “deber”, siendo incorrecto añadir “de” antes del siguiente infinitivo.

Y, si lo que se quiere expresar es probabilidad o suposición, entonces lo más adecuado es emplear la construcción “deber de”, aunque también se acepta sin preposición.

ETIMOLOGÍA

La palabra deber viene del latín debere y este de dehibere, formado del prefijo de- (alejamiento, privación) y el verbo habere (tener). Entonces entendemos por deber, como tener algo de otro, tener algo prestado, tenerlo (habere), procedente de (de) otro que es su verdadero poseedor.

De ahí nos llega también: débito (por via culta) y deuda (por vía patrimonial).

El prefijo de- se vincula a una raíz indoeuropea de-, la cual es la base de preposiciones y adverbios. El verbo habere se asocia a *ghabh- (dar, recibir).

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