Investigan al pastor Alberto Santana, líder de la iglesia Aposento Alto, por lavado de activos

El líder evangélico habría derivado más de S/ 24 millones a cuentas bancarias de sus familiares y empresas de fachada. El pasado 26 de mayo incautaron sus viviendas.

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El líder de la iglesia Aposento Alto habría desviado más de S/ 24 millones a empresas de fachada y cuentas de sus familiares. | VIDEO: Canal N

La Dirección de Lavado de Activos de la Policía Nacional del Perú (PNP) está investigando al pastor Alberto Santana, líder de la iglesia cristiana mundial Aposento Alto conocido por la Policía Nacional como ‘Santanás’. Se presume que habrían desviado más de S/ 24 millones a empresas de fachada y a cuentas de alguno de sus familiares, entre ellos sus hijos y hermanos.

Según la investigación de la Fiscalía y la dirección especializada de la PNP, esto habría sucedido entre los años 2003 y 2018.

“Hay un aproximado de 24 millones 200 mil soles, los cuales esta persona, el pastor Alberto Santana, ha administrado fraudulentamente y ha desviado este dinero otras cuentas de otras personas jurídicas”, declaró el General Fidel Pisfil, jefe de la Dirección de lavado de activos de la PNP.

“Se ha evidenciado que tiene un exceso de capital en sus personas jurídicas, en las empresas que administra y aparte también en sus familiares. No ha podido demostrar de dónde proviene ese dinero”, agregó.

Por esta razón, los agentes de policía llevaron a cabo un operativo policial, denominado “Gigante 2022″, donde le incautaron 7 inmuebles en los distritos de Independencia, La Molina, Cercado de Lima, San Martín de Porres y Puente Piedra. Además, también se llevaron cuatro vehículos que estaban a su nombre.

El operativo se llevó a cabo el 26 de mayo y, según contaron las autoridades, las propiedades del pastor ascienden a más de S/ 6 millones.

“Un total aproximado asciende a más de 6 millones 700 mil soles, que es lo que están valorizados todos los bienes inmuebles que hemos incautado”, señaló el general Pisfil.

En esta investigación están comprendidos Sonia Carvajal, la esposa del pastor y líder de esta iglesia, y sus tres hijos Catherine, Robinson y Lucero. Del mismo modo, las autoridades también incluyeron en la pesquisa a Isaac Santana Leiva, hermano del pastor. La Policía detalló que encontraron altas sumas de dinero en sus cuentas bancarias y no logró explicar cómo lo adquirió.

“En caso de la hija Catherine Santana Carbajal, tiene 5 cuentas bancarias y del 2012 al 2018 tuvieron un depósito de más de 2 millones y medio de soles”, contó el jefe de la Dirección de lavado de activos de la PNP.

Durante las diligencias de allanamiento e incautación de bienes del pastor Santana, los agentes también encontraron diversas documentaciones, las cuales podrían arrojar más sorpresas en este caso. En lo que continúan las investigaciones, todos los bienes permanecerán bajo la administración del Programa Nacional de Bienes Incautados.

Pese a que muchas personas reclamaron que cierren el templo, las autoridades no llegaron a clausurarlo debido a que la orden para el allanamiento solo recaía sobre los bienes del pastor.

Alberto Santana, durante la intervención de la Fiscalía en su librería, en Independencia. | Foto: Flavio Matos/GLR
Alberto Santana, durante la intervención de la Fiscalía en su librería, en Independencia. | Foto: Flavio Matos/GLR

ANTECEDENTES DE ESTAFAS Y ABUSO A MENORES DE EDAD

En el año 2018 se conoció el caso de una joven adolescente que reveló haber sufrido abuso físico y psicológico por parte del pastor. Alberto Santana habría abusado de su autoridad para engañarla y seducirla. Ante la negativa de la agraviada, Santana trató de excusarse y dijo que “Dios le había dado una ley y que él era como un rey”. Le dijo que no debía sentirse mal, sino agradecida.

El mismo año, el pastor también fue demandado por fieles de su iglesia, quienes lo acusaron de haberles estafado con la promesa de que serían dueños del estadio de Alianza Lima, ubicado en el barrio de Matute, La Victoria. Según contaron, Santana les pidió $1 mil a cada aportante como mínimo, lo cual les haría acreedores de un metro cuadrado del terreno. Supuestamente, el estadio sería la nueva iglesia y colocarían el nombre de cada uno en la placa. Sin embargo, todo se trató de una simulación.

Los pagos habían sido entregados desde el 2013 hasta el 2018. En septiembre de ese año, al salir a la luz las denuncias de abuso a menores y otras estafas, los evangélicos ocuparon un terreno del estadio y se enfrentaron a golpes con barras del club de fútbol.

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