¿Qué es el síndrome de la cara vacía y cómo afectaría a los peruanos?

Especialista de EsSalud afirma que se este síndrome podría tener un tratamiento de hasta un año en los adultos y psiquiatras advierten casos de ansiedad asociados.

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¿Qué es el síndrome de la cara vacía y cómo afectaría a los peruanos? | Foto: Agencia Andina
¿Qué es el síndrome de la cara vacía y cómo afectaría a los peruanos? | Foto: Agencia Andina

El síndrome de la cara vacía es uno de los temas de los que más se habla últimamente. Y esto se debe a que después de más de dos años de uso obligatorio de la mascarilla, esta medida va quedando de lado en los espacios abiertos, según los dictámenes de diversos países, incluido el Perú, donde desde el 2 de mayo entró en vigencia el uso facultativo del cubrebocas en la calle. Pero, ¿por qué se habla tanto del síndrome de cara vacía?, y ¿qué es exactamente?

Hay que dejar en claro que hasta el momento este síndrome no ha sido clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS); sin embargo, especialistas de diversos países ya lo han identificado en varias personas.

Se trata de un síndrome que varía del denominado “síndrome de la cabaña”, donde la persona experimenta angustia y ansiedad al salir de casa por miedo al contagio,

En el caso del síndrome de la cara vacía, la persona siente inseguridad y miedo por tener que dejar a un lado esa protección (la mascarilla). Otros sienten inseguridad en el aspecto físico y esto se da con mayor frecuencia en adolescentes, según María Campo Martínez, especialista en Orientación Familiar de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

”Apreciamos un temor en los adolescentes y más jóvenes a retirarla (la mascarilla) de sus rostros”, indicó Campo Martínez para Agencia Efe. “[...]Los adolescentes pueden cubrir o tapar posibles cambios físicos que sufren, como el brote del acné, el vello en la cara o el aparato de ortodoncia, unos cambios que les cuesta tanto asumir y que la mascarilla, de alguna forma, ha servido para cubrir”, añadió la especialista.

Desde un punto de vista psicológico se entiende que “muchos adolescentes, a esa edad, están creando su identidad, reconociendo su interior y aceptándolo [...] y a los más introvertidos, más tímidos y más inseguros, la mascarilla les ha servido un poco de protección”.

Personas con y sin mascarillas caminan en una calle comercial. REUTERS/Eva Plevier
Personas con y sin mascarillas caminan en una calle comercial. REUTERS/Eva Plevier

SÍNDROME DE LA CARA VACÍA EN PERÚ

En el caso de Perú este síntoma ya se ha presentado y especialistas peruanos ya vienen realizando estudios sobre este problema. Muchas veces, la inseguridad se da en el caso de la salud y el aspecto físico. “Por ejemplo, la que experimentan los adultos que han debido asumir enormes gastos en entierros, sepelios, llevar las cenizas de familiares, padecer algunas con secuelas del covid-19. Esta enfermedad ha causado bastante depresión y muchos problemas, además de económicos, mentales”, aseveró a la agencia Andina Carlos Vera, psiquiatra del hospital Emergencias Grau de EsSalud.

En el caso de los niños, esta ansiedad puede resolverse mucho más rápido, pero en los adultos podría tomar hasta un año.

Este síndrome en el país se ha ido presentando mucho más en las mujeres, quienes no solamente han sido pacientes, sino también han cargado con el cuidado de las personas enfermas a causa del COVID-19, siendo madres, hijas y en algunos casos esposas. Todo ello genera una falta de protección.

ACEPTAR EL USO DE MASCARILLAS

A pesar de que el uso de mascarillas en el país ya no es obligatorio en espacios públicos de los departamentos que han superado el 80% de la población vacunada, es imprescindible respetar a aquellos que aún quieren utilizar esta medida de protección.

Es por ello que, el especialista recomendó que “quitársela no sea algo obligatorio, sino que puedan hacerlo con calma, siguiendo su proceso de duelo natural, de aceptación”.

DATO: En el caso de los adultos mayores y personas con comorbilidades, es mejor mantener el uso de mascarillas hasta que un gran porcentaje de población logre aplicarse la tercera dosis, según Vera.

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