El alto precio de insumos como el maíz y la soya están generando un incremento de los costos que manejan las avícolas del país, lo que se traduce en una caída de la producción. Según el presidente de la Asociación peruana de Avicultura (APA), Julio Favre, esta situación podría trae un desabastecimiento de pollo a nivel nacional.
Señaló que los costos para los productores han venido aumentando desde hace más de un año, producto de la coyuntura internacional. Pero esto no se ha visto exactamente reflejado en el costo del producto en mercados minoristas. Entonces, esto ha resultado en una perdida de la producción.
“Los precios de los insumos principales están el doble de lo que estaban hace año y medio, provocando que las avícolas tengan problemas de caja, pues los precios del ave en los mercados no van acompañados de este costo superior. Recién han venido incrementándose desde el segundo semestre del año pasado y un poco en este primer trimestre”, señaló al diario Gestión.
La tonelada del maíz, en el mes de junio del 2020, costaba US$ 174 CIF (es decir, el precio incluye el coste de la mercancía, el del transporte y el seguro marítimo). Y en marzo de este año, alcanzaba los US$ 351 CIF.
Por ello, señala que las pequeñas avícolas son las que se podrían verse mas afectadas. Al no contar con un respaldo financiero, pueden terminar endeudándose y/o criando menos. Desde el 2021, estas empresas ya presentaban una disminución del 10% respecto a la producción del 2020.
Esta disminución no habría sido percibida por las empresas medianas y grandes. Las grandes, especialmente, tienen una capacidad financiera para apalancarse, según precisó.
“Las avícolas chicas mostraban desde entonces una baja en los volúmenes que cargaban. Pero fue compensado por las empresas medianas y grandes, lo que terminó arrojando un crecimiento de 4% para el sector”, precisó.
Por otro lado, el consumo de pollo en restaurantes y pollerías muestra una situación más positiva. Favre señaló que se espera una notable recuperación en la economía nacional este 2022, de modo que el consumo de este producto está acercándose a cifras del 2019. El consumo actual per cápita en el país es de 51 kilos al año.
“La pandemia marcó una caída muy fuerte del consumo de pollo a la brasa, sin embargo, los números cada vez son mejores. Sobre todo, con el consumo de los restaurantes”, señaló.
PRECIO DEL POLLO NO BAJARÁ PESE A LA EXONERACIÓN DEL IGV
En cuanto a la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) al pollo, reiteró que eso no tendrá un impacto significativo en el precio final. La razón es que la norma no ha considerado al pollo vivo o en pie, el cual representa al 90% de los que consumen los peruanos y los que se venden en los mercados. Sin embargo, sí favorecerá a los importadores de pollo congelado.
En otra ocasión, señaló que los precios de estos productos incluso podrían terminar aumentando. Este posible efecto adverso ocurriría porque el texto del dictamen no añadió el cobro del IGV que se paga en los insumos, materias primas, bienes intermedios y servicios usados en su producción. Por ello, este monto se convertiría en un costo en la cadena de producción y podría afectar el precio final.
Además, también señaló que la norma solo considera como crédito fiscal a los principales insumos. Esto haría que otros insumos y servicios, que alcanzarían el 40% del valor total, sean cobrados en el precio del producto en mercados.
De esta forma, la APA sostiene que debería la exoneración debe incluirse en toda la cadena de insumos, para que el precio se vea reducido. Además, el representante opinó que hubiera sido más efectivo otorgar un subsidio directo a las familias más necesitadas.
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