¿Los gatos pueden tomar leche?

La imagen popular de los gatos bebiendo leche puede haber surgido durante el siglo XIX, cuando los gatos y los perros se convirtieron en temas populares para los artistas. A medida que la Revolución Industrial avanzaba y más personas emigraban a las ciudades, el número de propietarios de perros y gatos crecía, y los artistas eran cada vez más solicitados para pintar obras encantadoras de mascotas. Así, el artista francés Alfred-Arthur Brunel de Neuville dibujaba a menudo gatos bebiendo de cuencos de leche, y su obra fue muy popular en vida, según Rehs Galleries de Nueva York.

Sin embargo, dar leche a los gatos adultos podría ser más perjudicial que beneficioso para ellos, según la principal organización benéfica veterinaria de Gran Bretaña, el Dispensario Popular para Animales Enfermos. Los gatos suelen perder su tolerancia a la lactosa, el azúcar que se encuentra en la leche, cuando se hacen mayores, al igual que la mayoría de los humanos.

“Para la mayoría de los gatos, la capacidad de digerir la lactosa disminuye después del destete”, explicó a Live Science Nathalie Dowgray, directora de la Sociedad Internacional de Medicina Felina del Reino Unido. “Como resultado, la leche puede causar problemas digestivos en los gatos y provocar síntomas como diarrea o vómitos”.

“Algunos gatos pueden mantener la capacidad de digerir la lactosa en la edad adulta, al igual que algunas personas”, señaló Dowgray. Aun así, para la experta, “no hay beneficios nutricionales adicionales por dar a su gato leche de vaca si se le alimenta con un alimento completo y equilibrado de alta calidad”.

Además, la leche de vaca está llena de grasa. Un plato de leche para un gato “es como si se comiera una pizza entera de 12 pulgadas”, señaló el Dispensario Popular para Animales Enfermos. “Como tal, la leche de vaca puede llevar a un gato a tener sobrepeso”, dijo Dowgray.

Además, la leche de vaca contiene altos niveles de fosfato. “Esto significa que es mejor que los gatos la eviten si se les ha diagnosticado una enfermedad renal”, señaló. El fósforo puede perjudicar la salud renal de los gatos con enfermedad renal crónica, según un estudio de 2017 publicado en el Journal of Feline Medicine and Surgery.

Es posible que los gatos sigan deseando la leche a pesar de los problemas que provoca porque pueden relacionarla con recuerdos positivos de su época de gatitos, según el Hospital Veterinario Hastings de Burnaby, Columbia Británica. También es posible que simplemente les guste el sabor de la grasa que contiene, señaló el Dispensario Popular para Animales Enfermos.

“Los gatitos suelen tomar la leche de su madre hasta que se destetan por completo, a los pocos meses de edad. Los que necesitan ser criados a mano, en situaciones como la enfermedad o la pérdida de sus madres, deben ser alimentados con un sustituto de la leche para gatos bebés cuidadosamente formulado que satisfaga sus necesidades nutricionales”, indicó Dowgray.

Otros tipos de leche, según la especialista, como la de vaca o la de cabra, “no son sustitutos adecuados de la leche para gatos, ya que no contienen suficiente proteína o grasa para satisfacer las necesidades de crecimiento y desarrollo de los gatitos. Los veterinarios pueden recomendar sustitutos de la leche para gatos de alta calidad que sean seguros y estén correctamente formulados para ellos”.

“El destete a los alimentos sólidos debe comenzar a las tres o cuatro semanas de edad y debe llevarse a cabo gradualmente hasta que sean capaces de aceptar una dieta completa de alimentos sólidos”, remarcó Dowgray.

A veces se comercializan leches especiales para gatos en supermercados y tiendas de animales. “En lugar de comprar productos lácteos para gatos, que no ofrecen ningún valor nutricional adicional, recomendamos a los propietarios que se centren en asegurarse de que sus gatos tienen acceso a abundante agua fresca y limpia todos los días”, concluyó.

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