Todo el mundo realiza un pequeño rito a la hora de acostarse. Para los chicos, ese rito puede ser cepillarse los dientes, escuchar un cuento y apagar la luz. Para los padres, los grandes, podría ser acomodar las almohadas o ponerse el pijama. Para los perros, sin lugar a dudas, el rito es escarbar el piso antes de recostarse.
Algunas de las rutinas de los perros son tan precisas que se podría predecir lo que van a hacer antes de que siquiera comiencen a moverse. Conocemos claramente la mirada que parece decir: “Voy a dar cuatro vueltas, voy a escarbar seis veces, después me recuesto, suspiro y me duermo enseguida”.
Solamente en los últimos siglos que los perros han tenido la oportunidad de acostarse en camas mullidas, limpias y confortables. Antes, dormían en cualquier lugar incómodo al aire libre, pero siempre acomodaban el suelo, rascándolo para crear huecos confortables.
Esos huecos eran un poco más cálidos que dormir en la superficie, y les permitían crear un contorno en la tierra para acomodar las cuatro patas y una cola.
Como los perros son criaturas de rutina tienden a hacer las mismas cosas que siempre han hecho. Cada perro desarrolla rituales apenas diferentes a la hora de dormirse y seguirán estos rituales cada vez que se acuestan.
Otra razón, aparte del ritual y el confort, por la cual los perros escarban es que son animales territoriales, lo cual significa que se apropian de lugares y reclaman áreas que consideran suyas. Una forma de marcar el territorio es de arañar el suelo.
En la naturaleza silvestre, los perros que pasaban por allí observaban los arañazos y sabían que ese lugar estaba ocupado. Al mismo tiempo olían las marcas ya que los perros tienen glándulas odoríferas en sus patas.
Escarbar la alfombra es una manera de depositar su olor personal. Las perras pueden ser más propensas que los machos a arañar antes de recostarse, especialmente si están preñadas. Esto es porque tienen un impulso biológico de preparar un nido seguro y confortable para sus cachorros.
Si pudiéramos sintetizar los motivos deberíamos afirmar que los perros disfrutan del rascado y es por esto que algunos perros pasan gran parte del tiempo, antes de recostarse, arañando la alfombra o sus camas.
No necesitan que las cosas estén más cómodas de lo que ya están, sino que simplemente disfrutan de la actividad y se relajan como un preludio natural antes de dormir.
Los comportamientos innatos, antes resumidos en el instinto, les dicen cómo hacer un cómodo hoyo, respetando y siguiendo cada uno de sus pasos.
Algunos perros tienen toda la intención de hacer una cama de verdad, y desmenuzarán almohadones y desgastarán zonas de alfombra para lograr que todo esté exactamente como ellos quieren.
Muchos perros arañarán y rascarán antes de acostarse, pero los Terrier realmente son los campeones del rascado y el cavado de madrigueras. Fueron criados para cavar y llegar a madrigueras para cazar presas pequeñas, y arañarán más que otros perros antes de tranquilizarse y disponerse a dormir.
Para lograr la mayor y mejor satisfacción en el arañado, es muy útil utilizar una cama que tenga el relleno suelto no tan compacto, para permitir la posibilidad de mover el relleno al cavar, asemejándose a lo que harían en la naturaleza.
Al buscar el mejor lugar para colocar la cama, respetemos el lugar que haya elegido el perro para dormir y coloquémosla lo más cerca posible de él.
Como detalle importante es necesario entender que a los perros les gusta sentirse protegidos mientras duermen, y son más propensos a usar una cama que esté colocada en un rincón.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
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