El atractivo de los cultivos de arroz seco atrajo a las aves de la jungla, el antecesor de la gallina doméstica, a dejar los bosques y comenzar a vincularse con los seres humanos. De allí solo el tiempo fue el factor necesario que lo llevó a convertirse en uno de los animales más numerosos y populares del mundo.
Miles de años atrás, en el sudeste asiático, el arroz seco fue un enorme atractivo para las aves silvestres, que bajaron a comerlo y comenzaron, de esa forma, a interactuar con los seres humanos.
Los investigadores creían, hasta no hace mucho tiempo, que estos animales habían sido domesticados hace entre 8.000 y 10.000 años en Asia y que llegaron a Europa hace no más de 7.000 años. En la Edad de Hierro, incluso eran venerados y no se usaban como alimento.
Lo novedoso de las últimas investigaciones es el descubrimiento del vínculo de la domesticación de la gallina con la agricultura del arroz, como factor determinante.
Lo insólito del caso es que, a pesar de esta cercanía lograda, estas aves no se usaron como fuente de “alimento” hasta varios siglos después.
La comprobación actual habla de un proceso de domesticación de la gallina que se inició alrededor del año 1.500 antes de Cristo en el sudeste asiático y que comenzó de inmediato su expansión por Asia, hacia el oeste.
La gallina fue percibida de diferente forma por las distintas sociedades humanas en los últimos 3.500 años, algunas veces como deidad, otras veces como alimento.
Sin duda, fueron los primeros comerciantes marítimos griegos, etruscos y fenicios los que la expandieron a través del Mediterráneo a Europa. Recién en el Imperio Romano se popularizó a las gallinas, a los pollos y a los huevos como formas de alimento.
La mayoría de los huesos encontrados por investigadores arqueológicos eran mucho más recientes de lo que se pensaba. Indicando que llegaron alrededor del año 800 antes de Cristo.
Comer pollo es tan común hoy en día, que se piensa que siempre los hemos consumido. La evidencia científica muestra que durante muchos siglos las gallinas fueron celebradas, endiosadas y veneradas pero no comidas.
De cualquier forma resulta muy sorprendente que los pollos sean tan cosmopolitas y populares como recurso alimentario, actualmente, a pesar de que hayan sido domesticados hace relativamente tan poco tiempo.
*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.
SEGUIR LEYENDO: