Los perros viven vidas bastante cortas en comparación con los humanos. Un estudio de 2014 publicado en la revista Canine Medicine and Genetics encontró que los perros, en promedio, llegan a los 10 años. Tampoco envejecen exactamente como otros mamíferos: el por qué es un enigma que el Proyecto de Envejecimiento del Perro quiere desentrañar.
Por ejemplo, los Yorkshire Terriers suelen vivir entre los 14 y los 16 años; mientras que el mastín Dogo de Burdeos solo vive hasta los 5 años. Por su parte, la Clínica Sunset Vet señala que los perros que pesan menos de 20 libras viven 11 años en promedio, en comparación con los ocho años de los perros de más de 90 libras.
Audrey Ruple, profesora asistente en la Universidad Purdue y miembro del Proyecto de Envejecimiento del Perro, dice que la regla general de la edad de los mamíferos es: “cuanto más grande es el mamífero, más larga debe ser su vida útil”. Sin embargo, estos patrones pueden romperse dentro del universo de razas caninas.
Y, aunque lo hemos hablado en varias oportunidades, la creencia de que cada año de vida de un perro equivale a siete años de vida humana es totalmente errada. En cambio, la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria ofrece un desglose más útil de las equivalencias entre las etapas de vida canina y la humana.
Un estudio publicado en 2019 halló que un cachorro de siete semanas de vida es equivalente a un bebé humano de nueve meses. El primer año de vida de un perro equivale a 15 años humanos, y para el segundo año, su edad será equivalente a 24 años humanos. Después de eso, cada año humano totaliza aproximadamente de 4 a 5 años caninos.
Sin embargo, todavía no comprendemos completamente los mecanismos detrás del envejecimiento en los perros. “Esperamos que parte del resultado de este proyecto sea que comprendamos mejor por qué los perros no se ajustan al patrón tradicional de envejecimiento que esperamos ver”, dice Ruple.
Cabe destacar también que los veterinarios consideran a los perros geriátricos a los 7 años de edad; aún así, las razas de mayor tamaño pueden alcanzar dicha clasificación entre los 5 y 6 años de edad.
Tal y como ocurre en los humanos, el envejecimiento conlleva un deterioro de las funciones básicas y la aparición de enfermedades. Una de las señales tempranas es el pelaje grisáceo o la desaceleración del ritmo que llevaba años atrás.
Con el tiempo, pueden perder la vista y la capacidad de escuchar, por lo que necesitarán más ayuda de parte de sus cuidadores humanos. También pueden desarrollar cáncer, artritis y otros problemas de movilidad.
Pero es importante resaltar que no se trata de una regla ya que, como ocurre con nosotros, estos malestares dependen en gran medida del estilo de vida y cuidados. Lo bueno es que, pese a estos riesgos, nuestros perros pueden alcanzar una edad avanzada manteniendo una alta calidad de vida.
“El Proyecto de Envejecimiento del Perro y mi trabajo epidemiológico tienen como objetivo permitir que las personas y los animales vivan vidas más saludables durante un período de tiempo más largo. Eso es realmente convincente para mí. Muchas enfermedades que vemos en los perros son las mismas que ocurren en nuestros hijos“, dice Ruple. “Las enfermedades infantiles tienen efectos a largo plazo. Cuando tienen cáncer, incluso si se curan o tratan para la remisión, los medicamentos de quimioterapia y las cirugías que usamos para tratarlos tienen efectos de por vida. Viven una vida que quizás sea un poco menos que perfecta”.
Actualmente, el Proyecto de Envejecimiento del Perro tiene casi 30.000 perros, 727 de Indiana, cuyos dueños han completado el registro completo, lo que incluye completar el cuestionario y cargar los registros veterinarios completos.
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