El edificio del Banco Central de los Países Bajos (De Nederlandsche Bank), otrora conocido como “el edificio más feo de los Países Bajos”, renació gracias a una renovación de 320 millones de euros (unos USD 330 millones) liderada por la firma de arquitectura Mecanoo. Este proyecto abordó problemas de sostenibilidad y diseño y, además, transformó la relación de la institución con la comunidad y el entorno urbano.
Una historia marcada por la polémica y el aislamiento
Construido en 1968 por el arquitecto Marius Duintjer, el edificio original del banco fue concebido como una estructura moderna y funcional, pero pronto recibió críticas por su estética y su impacto en el entorno. Su diseño cuadrado y masivo fue percibido como un “búnker” que bloqueaba la luz solar de las calles vecinas. El exalcalde Eberhard van der Laan resumió el sentimiento popular al afirmar que “todo habitante de Ámsterdam ya había demolido este edificio mentalmente, incluidos algunos empleados del banco”.
El lugar elegido para su construcción añadió un peso simbólico a las críticas. Antes del banco, se erigía en el sitio el Palacio de la Industria, un edificio neoclásico muy querido por los ciudadanos, destruido por un incendio en 1928. El reemplazo del palacio con una “torre de marfil” generó descontento entre los habitantes, una brecha que la institución tardó décadas en reconocer y abordar.
Con el tiempo, los problemas no fueron solo estéticos. Para 2018, el edificio estaba en un estado de deterioro evidente, con azulejos desgastados y un bajo desempeño en términos de sostenibilidad ambiental. Además, su diseño lo aislaba tanto física como simbólicamente del tejido urbano de Ámsterdam.
La renovación: un nuevo modelo de apertura y sostenibilidad
En lugar de trasladarse a un distrito financiero más apartado, el Banco Central decidió permanecer en el centro de la ciudad y apostar por una transformación completa. “El banco era una isla separada de la sociedad de Ámsterdam, pero no somos una torre de marfil. Estamos en el corazón de la sociedad y debemos reflejar eso al público”, explicó a Bloomberg Maaike van Leuken, líder del proyecto.
Cambios estructurales y sostenibles
La renovación, encabezada por Mecanoo, fue drástica. La torre y la bóveda fueron eliminadas, y el oro y el efectivo se trasladaron a una ubicación más segura fuera de la ciudad. Esto permitió liberar espacio para áreas abiertas y accesibles al público. Francine Houben, directora creativa de Mecanoo, describió el enfoque: “Tomamos medidas radicales en nuestro rediseño”.
El nuevo diseño se centró en reducir el impacto ambiental. El banco logró disminuir el consumo energético y las emisiones de carbono en más del 80% gracias a la incorporación de grandes ventanales que optimizan la luz natural y árboles que enfrían el edificio de forma natural en verano. Además, se instalaron cajas nido para aves e insectos, integrando el edificio en el ecosistema local.
Nuevos espacios y funciones
La estructura reorganizada prioriza la accesibilidad y la integración. La entrada principal ahora es compartida por empleados, visitantes y turistas, eliminando las barreras físicas y simbólicas entre el banco y la sociedad. Asimismo, las oficinas de los directores se trasladaron al centro del edificio, subrayando un cambio de enfoque hacia la apertura.
El espacio también incluye áreas destinadas al público, como salas de estudio, conferencias y exposiciones. Un ejemplo destacado es la conservación del marco de la bóveda antigua, que ahora sirve como un recordatorio del pasado mientras los visitantes exploran un edificio profundamente transformado. “Cuando entras, no puedes distinguir si alguien es empleado, director, estudiante o turista. Podrían ser cualquiera”, señaló Houben.
Un nuevo capítulo en la relación con Ámsterdam
La renovación ha cambiado la percepción pública del edificio y permitió al banco reconciliarse con su historia y su deuda simbólica con la ciudad. Al abrir sus puertas al público y priorizar la sostenibilidad, el Banco Central ha logrado transformar una estructura vista como un obstáculo en un modelo de integración urbana.
Con esta obra, Mecanoo reafirma su enfoque en la arquitectura centrada en el ser humano, como ya lo demostró en proyectos emblemáticos como la Biblioteca Pública de Nueva York. Para Ámsterdam, el renovado edificio del Banco Central simboliza más que un cambio arquitectónico: es un reflejo de cómo las instituciones pueden adaptarse para servir mejor a las comunidades que las rodean.