En el mundo de la conservación marina, pocas historias han capturado tanto la imaginación y la conciencia pública como la de Keiko, la orca protagonista de la icónica película Free Willy. Detrás de ese esfuerzo titánico estuvo Dave Phillips, director del Proyecto Internacional de Mamíferos Marinos del Earth Island Institute, quien jugó un papel crucial en la liberación de la ballena. Hoy, décadas después, Phillips encabeza una nueva lucha para asegurar una vida digna para Wikie y Keijo, dos orcas cautivas en Francia.
El papel de Dave Phillips en la liberación de Keiko
La historia de Keiko comenzó en condiciones difíciles. Rescatada de su hábitat natural cuando era una cría, la orca pasó años en cautiverio en tanques reducidos, utilizadas como atracción en parques acuáticos. En 1993, la película Free Willy destacó las emociones y el potencial de libertad de las orcas, despertando en el público un movimiento sin precedentes para ayudar al animal real que había inspirado la producción.
Dave Phillips fue uno de los expertos convocados para liderar el ambicioso proyecto de reintroducción de Keiko a la naturaleza. Como se explicó en numerosas ocasiones, no existía una “hoja de ruta” para un desafío de esta magnitud, lo que lo convirtió en un experimento sin precedentes. Este esfuerzo, que abarcó varios países y años de trabajo, culminó con la liberación de Keiko en aguas abiertas. Aunque las condiciones de su vida en libertad fueron motivo de debate, el proyecto marcó un hito en la lucha por los derechos de los animales marinos.
Historia de Keiko y el impacto de Liberen a Willy
La película no solo cautivó a millones de espectadores en todo el mundo, sino que también sirvió como catalizador para una mayor conciencia sobre las condiciones de los animales marinos en cautiverio. “Después de Free Willy, los niños estaban profundamente conmovidos. Querían ver un cambio real", explicó Phillips a PEOPLE. La pública, liderada en gran medida por jóvenes, fue clave para persuadir a Warner Brothers de invertir en la mejora de las condiciones de Keiko.
El caso de Keiko fue documentado recientemente en The Good Whale, un podcast de 2024 producido por Serial y The New York Times. Este programa no solo reexaminó los logros y retos de la liberación de Keiko, sino que también inspiró a Phillips y a otros defensores a redoblar esfuerzos por las orcas que aún sufren en cautiverio.
La situación actual de Wikie y Keijo
Hoy, Phillips centra su atención en Wikie, de 23 años, y su hijo Keijo, de 11, las dos últimas orcas en cautiverio en Francia. Ambas residen en Marineland Antibes, un parque marino en la Riviera Francesa que cerró sus puertas el 5 de enero tras la aprobación de una legislación que prohíbe el uso de delfines y ballenas en espectáculos.
Sin embargo, el cierre del parque no garantiza un futuro mejor para Wikie y Keijo. Según la BBC, Marineland Antibes ha considerado la posibilidad de venderlas a otro parque marino, inicialmente en Japón, donde las leyes de protección de mamíferos marinos son menos estrictas. Este plan encontró fuerte oposición tanto de activistas como del gobierno francés, quienes buscan evitar que las orcas enfrenten condiciones aún más adversas.
Oposición al traslado a otro parque marino y propuesta de santuario
La propuesta de los defensores de los derechos de los animales, liderada por Phillips, se centra en trasladar a Wikie y Keijo a un santuario marino. A diferencia de los tanques de concreto de los parques, los santuarios ofrecen espacios abiertos amplios en el mar donde los animales pueden vivir en condiciones similares a su entorno natural.
Phillips subraya que, dado que ambas orcas nacieron en cautiverio, no son candidatas para ser liberadas completamente en la naturaleza. Sin embargo, un santuario podría proporcionarles una vida más enriquecedora y libre de explotación. “Desde todos los puntos de vista, es mucho mejor que no actúen”, afirmó Phillips a PEOPLE, destacando los beneficios físicos y emocionales de una vida en mar abierto.
El proyecto de santuario marino en Canadá
El Proyecto Santuario de Ballenas está avanzando en la construcción de un espacio seguro en una bahía de Nueva Escocia, Canadá. Este santuario abarcará docenas de acres de agua de mar y está diseñado para permitir que las orcas y otros mamíferos marinos disfruten de un entorno natural.
Phillips detalló en el mismo medio algunas de las ventajas claves del santuario: “Tendrían mucho más espacio y agua de mar natural. Sería un lugar donde podrían relajarse y explorar”. Este proyecto representa una oportunidad única para ofrecer a Wikie y Keijo una vida que fomente su bienestar, alejándolas de las demandas físicas y psicológicas del cautiverio.
Apoyo del gobierno francés y obstáculos pendientes
El gobierno francés ha mostrado su respaldo al plan. Un inspector general fue designado para evaluar la situación y emitir recomendaciones. El informe resultante, de 150 páginas, concluyó que trasladar a las orcas al santuario canadiense sería la mejor solución.
Sin embargo, pese a la claridad de las recomendaciones, aún no se han tomado concretas para obligar a Marineland Antibes a transferir a Wikie y Keijo medidas al santuario. La posibilidad de que el parque venda las orcas a otra instalación sigue siendo una preocupación latente para los activistas.
Llamado a la acción y el legado de Keiko
Inspirado en el impacto generado por Free Willy y el caso de Keijo, Phillips y otros defensores han lanzado una campaña para movilizar el apoyo público. Una petición en línea busca presionar tanto al gobierno francés como a Marineland Antibes para garantizar que Wikie y Keijo sean trasladadas al santuario.
“El legado de Keiko consiste en ayudar a otras ballenas en cautiverio y sacarlas de los tanques de concreto”, afirmó Phillips al mismo medio, confiando en que un movimiento popular pueda lograr un cambio significativo. Así como Keiko inspiró a millones, la historia de Wikie y Keijo podría ser un nuevo capítulo en la lucha por los derechos de los animales marinos.
La historia de Keiko demuestra que los esfuerzos colectivos pueden superar desafíos monumentales. Hoy, el destino de Wikie y Keijo depende de que esa misma pasión y determinación resurjan para otorgarles una vida más digna y acorde con su naturaleza.