En una tranquila propiedad de Essex, en Inglaterra, un crimen tan audaz como desconcertante dejó a la reconocida escultora Anne Curry con una obra menos en su colección.
La pieza robada, llamada La Promesse, es una imponente escultura de bronce con forma de flor de iris, que pesa alrededor de 350 kilogramos y está valuada en 60.000 libras esterlinas, poco más de 75.000 dólares.
El hurto ocurrió entre el 5 y el 6 de diciembre, mientras Curry, de 82 años, asistía a un funeral en Warwick. Sin embargo, se difundió en las últimas horas luego de declaraciones de la víctima a los medios locales.
“Había estado fuera durante el día debido a un funeral en Warwick y cuando regresé por la tarde vi que la escultura había desaparecido. Obviamente, había sucedido durante la noche”, contó Curry según la cadena de noticias británica Sky News.
Un robo meticulosamente planeado
El hecho no parece haber sido obra de un ladrón improvisado. Curry, famosa por sus esculturas de jardín y retratos como el busto de bronce de Sir John Major para la Cámara de los Comunes, cree que los ladrones planearon cuidadosamente el golpe.
La artista explicó que el perpetrador probablemente visitó el jardín con anterioridad para identificar qué piezas eran de bronce. “La persona que robó estaba en el jardín golpeando sistemáticamente las esculturas para ver cuál era de bronce”, aseguró.
“Tengo entre 15 y 20 esculturas en este jardín, y casi todas son de resina porque es más seguro para el robo y para el transporte”, detalló con mayor precisión sobre su arte y la elección del ladrón.
Una pérdida que trasciende lo material
La escultura robada, La Promesse, no solo tenía un valor económico significativo. Según Curry, la obra tenía un costo de fundición de 20.000 libras (25.000 dólares), pero su valor emocional y artístico era incalculable.
La escultura, de 1,57 metros de altura, estaba diseñada para decorar un estanque o canal, y representaba una de las piezas más exitosas de la artista.
Según informó a la agencia de noticias del Reino Unido, BBC News, Curry se sintió “molesta e inquieta”.
“Lo que la gente no sabe es que una escultura de bronce no se roba por su belleza, se roba por el bronce. Este se lleva inmediatamente a un chatarrero, se corta y se vende, porque el bronce es muy valioso”, expresó.
El actuar de la policía
El manejo del caso por parte de la policía fue objeto de fuertes críticas por parte de la artista.
Curry denunció que las autoridades tardaron tres semanas en visitar su casa para investigar el robo, lo que considera un error crucial en casos de esta naturaleza, recién el 27 de diciembre fueron al luga de los hechos.
“Cuando sucede algo así, la policía tiene que intervenir rápidamente”, subrayó Curry en declaraciones recogidas por Sky News.
Por su parte, un portavoz de la policía de Essex respondió: “Se hicieron cuatro intentos de contactar con el Dr. Curry para concertar una visita a lo largo de diciembre, pero lamentablemente no obtuvieron respuesta”.
Mientras las autoridades continúan investigando, el agente Glenn Simons, encargado del caso, afirmó que no subestima el impacto del robo en la víctima y aseguró que la policía explora “una serie de líneas de investigación específicas”, según la BBC.
Simons hizo un llamado a la comunidad para que colabore con cualquier información sobre vehículos o comportamientos sospechosos en la zona de Arkesden durante la noche del 5 de diciembre y la madrugada del 6.
“No subestimo el impacto que este robo ha tenido en la víctima y trabajaremos con determinación para seguir todas las líneas de investigación razonables”, afirmó el oficial en declaraciones recogidas por BBC News.