El espectáculo de fuegos artificiales y drones presentado durante la celebración de Año Nuevo en Lusail, Qatar, marcó un hito histórico al establecer un nuevo récord mundial, según Guinness World Records, por la “mayor cantidad de fuegos artificiales lanzados por drones en un espectáculo aéreo”. La hazaña fue lograda por Pyroemotions Limited, una empresa especializada en pirotecnia con sede en Malta, junto con socios internacionales.
Espectáculo sin precedentes
El show incluyó el uso sincronizado de 500 drones que, con sus luces multicolores, formaron diversas figuras en el cielo. Este despliegue culminó en un espectáculo de fuegos artificiales que disparó 3.865 detonaciones individuales, un logro destacado en el ámbito de la pirotecnia.
Según un comunicado de la empresa, este proyecto de gran escala fue posible gracias a la colaboración con ZOOM Events and Productions, la desarrolladora inmobiliaria Qatari Diar y la compañía italiana Pirotecnica Del Vicario. En sus redes sociales, Pyroemotions expresó: “Un momento de gran orgullo para todo el equipo, que después de años de investigación y desarrollo, alcanzó este resultado increíble”.
La presentación representó un despliegue visual de gran complejidad técnica y un testimonio de cómo la innovación y la cooperación internacional pueden elevar el estándar en el entretenimiento pirotécnico. La cita de Walt Disney utilizada por Pyroemotions, “si puedes soñarlo, puedes hacerlo”, encapsula la ambición y creatividad detrás del espectáculo.
Celebraciones globales de Año Nuevo: un contexto para el récord en Qatar
El récord mundial establecido por Pyroemotions Limited durante las festividades de Año Nuevo en Lusail, Qatar, se enmarca en un panorama de celebraciones espectaculares que abarcaron el planeta, reflejando la diversidad cultural y tecnológica con la que diferentes regiones dieron la bienvenida a 2025.
Mientras en Qatar se batió un récord por la “mayor cantidad de fuegos artificiales lanzados por drones en un espectáculo aéreo”, otras ciudades emblemáticas también presentaron eventos memorables. En Dubái, Emiratos Árabes Unidos, miles de personas se congregaron alrededor del icónico Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, para disfrutar de un espectáculo anual de fuegos artificiales que iluminó los cielos del desierto. En Bangkok, Tailandia, los centros comerciales compitieron por atraer multitudes con actos musicales en vivo y pirotecnia, destacando la actuación de Lisa, parte del grupo surcoreano Blackpink.
Por otro lado, en Auckland se destacó como la primera gran ciudad en recibir el nuevo año, ofreciendo un show de luces que rindió homenaje a las tribus indígenas de Nueva Zelanda. En Australia, más de un millón de personas abarrotaron la bahía de Sídney para observar los fuegos artificiales que surgieron del Puente del Puerto y diversos puntos de la ciudad.
Las celebraciones de Año Nuevo son un fenómeno sincronizado con los husos horarios, comenzando en las islas del Pacífico, como Kiribati, y terminando un día después en lugares como las Islas Howland y Baker. Los fuegos artificiales sincronizados con drones, las luces en rascacielos y los reconocimientos culturales ofrecen una mezcla de tradición y modernidad que cautiva a millones de personas cada año.
La evolución de la tecnología transformó las celebraciones de Año Nuevo, llevando los espectáculos a niveles sin precedentes. Desde la precisión de los drones en Qatar hasta la sincronización de fuegos artificiales con música y efectos visuales en ciudades como Sídney y Nueva York, estos eventos representan un avance fundamental en la fusión de arte y tecnología. En el caso de Lusail, los 500 drones sincronizados que formaron figuras luminosas marcaron un récord y establecieron un estándar para futuros espectáculos pirotécnicos. Este enfoque innovador celebra el cambio de año y también se encarga de reflejar un compromiso con la creatividad y la sostenibilidad en la era moderna.