El Zoológico Metro Richmond, en Virginia, Estados Unidos, celebra el nacimiento de un hipopótamo pigmeo hembra, un hecho relevante tanto para la institución como para los esfuerzos globales de conservación.
La cría nació el pasado 9 de diciembre, tras un periodo de gestación de siete meses. Este evento marca el tercer nacimiento de un hipopótamo pigmeo en el zoológico en los últimos cinco años, consolidando a la pareja de Iris y Corwin como parte esencial del programa de reproducción de esta especie amenazada.
La recién nacida, que aún no tiene nombre, pesó 6,8 kilogramos (15 libras) en su examen neonatal, realizado a los cinco días de su llegada al mundo. Según el personal del zoológico, la pequeña se encuentra en excelente estado de salud y se espera que alcance un peso de hasta 270 kilogramos (600 libras) en la adultez.
Este nacimiento, que coincidió con las festividades navideñas, fue descrito por el zoológico como un “milagro de Navidad” y representa un logro clave para la preservación de los hipopótamos pigmeos.
La importancia de los hipopótamos pigmeos
Son una especie originaria de los bosques y ríos de África Occidental, específicamente de países como Liberia, Sierra Leona, Guinea y Costa de Marfil.
Con características físicas y de comportamiento que los diferencian de los hipopótamos comunes, estos animales son notablemente más pequeños y tienen hábitos solitarios o en pareja, en lugar de vivir en grandes grupos.
A pesar de su singularidad, esta especie enfrenta un futuro incierto. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) los clasificó como en peligro de extinción, con una población estimada de solo 2.500 adultos en la naturaleza.
La principal amenaza para su supervivencia radica en la deforestación y la caza furtiva, que redujeron significativamente su hábitat y su número en las últimas décadas.
Un parto en condiciones especiales
El nacimiento de esta cría fue único en varios aspectos. Por primera vez, Iris dio a luz en el agua, dentro de una piscina interior diseñada específicamente para su comodidad. Aunque los hipopótamos comunes suelen parir en agua, este comportamiento no es habitual en los hipopótamos pigmeos.
Según el zoológico, el proceso se desarrolló sin contratiempos, y la cría mostró instintos naturales al moverse inmediatamente en el agua tras su nacimiento.
Después del parto, madre e hija fueron trasladadas a un recinto privado para proporcionarles un ambiente tranquilo y seguro donde pudieran fortalecer su vínculo. En esta etapa inicial, el equipo veterinario supervisa de cerca su desarrollo para asegurar que ambos animales se mantengan saludables.
“Iris es una madre experimentada y muy protectora”, destacaron los responsables del zoológico en un comunicado oficial. Además, resaltaron que la cría está creciendo rápidamente, lo cual es un indicador positivo de su bienestar general.
Conservación y colaboración internacional
El Zoológico Metro Richmond lideró importantes iniciativas de conservación para los hipopótamos pigmeos, a través de programas de cría controlada y colaboración con otras instituciones zoológicas.
Este enfoque permite mantener la diversidad genética de la especie y garantizar que las crías puedan contribuir a la reproducción de futuros ejemplares en distintos lugares.
Las dos crías previas de Iris fueron trasladadas a otros zoológicos como parte de este plan, donde se integraron a programas similares que promueven la reproducción y el intercambio de conocimientos sobre el manejo de esta especie en cautiverio.
Más allá de su labor en la reproducción, el Zoológico Metro Richmond busca involucrar al público en los esfuerzos de conservación. A través de exhibiciones y programas educativos, la institución destaca la importancia de proteger a los hipopótamos pigmeos y otros animales en peligro de extinción.