El arte de usar perfume tiene una larga tradición en Francia, país que popularizó su producción a nivel mundial aunque no fuera su lugar de invención, históricamente atribuida a los egipcios.
Sin embargo, los secretos de las mujeres francesas para prolongar la duración de su perfume siguen siendo un referente global en el ámbito de la belleza y la elegancia. Según explica Vogue, uno de estos secretos tiene que ver con un hábito menos conocido: aplicar el perfume en el cabello.
Esta técnica asegura una mayor fijación de la fragancia, añadiendo un elemento de encanto y misterio.
“El perfume en el cabello dura más tiempo que en la piel, ya que el cabello absorbe los olores de manera más intensa”, explicó un portavoz de Givenchy a la revista.
Además, las fragancias para el cabello tienen la ventaja de neutralizar olores desagradables como los provenientes de alimentos o humo, lo que las convierte en un producto ideal para cualquier ocasión.
El auge del perfume para el cabello
El mercado de fragancias específicas para el cabello está mostrando un notable crecimiento. Se espera que el mercado global de brumas corporales y capilares incremente más del 6 % para 2032, una tendencia impulsada tanto por sus beneficios funcionales como por su atractivo sensorial.
Una portavoz de Givenchy destacó que además de prolongar el aroma, algunas fórmulas de estos productos están diseñadas para hidratar el cabello y darle suavidad. “Sus beneficios son múltiples. De hecho, es el ritual favorito de perfumado, incluso por encima de cremas y desodorantes”, asegura.
Entre las razones culturales detrás del uso de este tipo de productos, el estilista parisino David Mallet dice que “las mujeres francesas no quieren oler a una golosina dulce o detergente. Ellas quieren oler a su perfume”, una declaración que refleja su preferencia por olores elegantes y auténticos.
Tradición y discreción: una clave francesa
El uso del perfume en el cabello no es una novedad para las mujeres francesas, quienes llevan mucho tiempo incorporando esta técnica sin necesariamente compartirla.
Francis Kurkdjian, reconocido perfumista, explicó a la revista que muchas mujeres francesas consideran esta práctica como parte de su “mística y encanto”, por lo que suelen mantenerla en secreto, al igual que el nombre del perfume que utilizan.
Sin embargo, algunas personalidades revelaron su forma particular de aplicar este método. Por ejemplo, la influencer francesa Jeanne Damas confesó que antes de salir por la noche suele aplicar perfume en la parte posterior de su cuello y en su cabello, con la intención de que el aroma se perciba durante sus movimientos al bailar.
“Es muy agradable cuando te mueves y todos pueden olerlo”, comentó. Por su parte, Lolita Lempicka, creadora del famoso perfume que lleva su nombre, dice: “Me gusta perfumar mi cabello porque el aroma dura más... y, además, cuando me besan pueden oler mi perfume”.
El truco de aplicación
Aunque aplicar perfume en el cabello puede parecer sencillo, es necesario seguir ciertas recomendaciones para evitar daños o residuos.
Según expertos de Givenchy, lo ideal es mantener una distancia mínima de 25 cm (10 pulgadas) entre el pulverizador y el cabello para evitar que se humedezca o se formen residuos visibles.
Siguiendo esta técnica, se logra que el aroma permanezca todo el día, replicando lo que se considera un auténtico gesto de elegancia francesa.
Por otro lado, las fragancias diseñadas específicamente para el cabello presentan otra ventaja: suelen estar formuladas sin alcohol o con concentraciones bajas para no deshidratar los mechones.
Este tipo de producto ofrece una solución ideal para quienes buscan la perfecta integración entre cuidado capilar y perfume.
Un mercado en ascenso
La creciente popularidad de los perfumes para el cabello refleja un cambio en las preferencias de los consumidores, quienes valoran la duración del aroma, y el toque funcional.
Se espera que su consumo siga aumentando de manera constante en los próximos años. Según Givenchy, todavía hay un margen para educar al público en torno a este producto, ya que “no es algo que los clientes busquen de manera proactiva”, pero su eficacia y beneficios lo posicionan como un ritual imprescindible.
Así, el perfume para el cabello se consolida como otro símbolo del estilo y la sofisticación francesa, mientras captura la atención de un mercado global.
Siguiendo estos pasos, cualquiera puede replicar el icónico encanto de las francesas y disfrutar de la sensación de llevar su fragancia favorita durante toda la jornada.