Cómo es el último Blockbuster del planeta

Un comercio atrae a turistas y los invita a sumergirse en un pasado que, aunque lejano, sigue resonando en la memoria colectiva

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File - In this July
File - In this July 13, 2018 file photo, Scott Thornton takes a selfie in front of the Bend, Ore., Blockbuster. The Blockbuster store in Bend, Oregon became the last one in the US last year. And now it's the only one in the world. The Bulletin reports that a Blockbuster store in Perth, Australia is closing later this month, leaving the Bend franchise alone on the planet. (Ryan Brennecke /The Bulletin via AP, File)

En un rincón del noroeste de Estados Unidos, en la ciudad de Bend, Oregón, se encuentra el único vestigio de una época dorada para los amantes del cine: el último Blockbuster en funcionamiento en el mundo. Este establecimiento, que resiste como un emblema nostálgico de los años 2000, atrae a turistas y cinéfilos de todos los continentes, deseosos de revivir la experiencia de recorrer pasillos llenos de películas y disfrutar de una forma casi extinta de consumo cinematográfico.

La historia de un gigante que casi desapareció

En su apogeo en 2004, Blockbuster contaba con alrededor de 9.000 comercios en todo el mundo, siendo un referente indiscutido en el alquiler de películas. Sin embargo, la transición hacia los servicios de streaming, encabezada por empresas como Netflix, junto con la quiebra de la compañía en 2010, marcó el declive del gigante del alquiler. Para 2019, solo quedaba una tienda en Bend, convirtiéndose primero en la última de Estados Unidos y luego en la única del planeta.

Según reveló a The Washington Post Sandi Harding, gerente general de esta tienda desde 2004, “esto es algo tan importante de nuestro pasado que no nos dimos cuenta de cuánto lo extrañaríamos hasta que desapareció”.

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Una tienda que mezcla nostalgia y supervivencia

El Blockbuster de Bend conserva gran parte de su estética original: paredes forradas de DVDs y VHS, un mostrador triangular típico de las franquicias de antaño y empleados que aún lucen camisetas azul y amarillo. Sin embargo, la tienda tuvo que adaptarse para sobrevivir. Hoy, el turismo es la principal fuente de ingresos, y cerca del 80% de sus ganancias provienen de la venta de mercancías como camisetas, velas con aroma a pochoclos y otros productos elaborados por artesanos locales.

La gerente Harding relató al mismo medio que incluso los clientes insisten en pagar multas por devoluciones tardías, más como una forma de apoyo que como obligación. “Ahora todos dicen: ‘Oh, cómo lo extrañamos’, lo cual siempre resulta gracioso”, comentó.

La experiencia única de alquilar una película

El encanto del último Blockbuster radica en ofrecer una experiencia que contrasta marcadamente con la inmediatez del streaming. Los visitantes pueden abrir una cuenta, seleccionar una película y dejarla en el buzón de devoluciones al finalizar. Algunos incluso envían los DVDs por correo desde sus hogares para completar la experiencia.

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Además, la tienda cuenta con detalles modernos que homenajean su legado, como una pequeña sala de estar que rememora el Airbnb temático que ofrecieron en 2020, y una colección de recuerdos que incluye trajes de Russell Crowe, cartas de visitantes y una serie de libros de firmas llenos de mensajes de admiradores de todo el mundo.

Un símbolo de comunidad y nostalgia

Más allá de ser un atractivo turístico, el último Blockbuster del mundo es un recordatorio tangible de cómo las formas tradicionales de entretenimiento conectaban a las personas. Como dijo Jared Rasic, crítico local entrevistado en el documental The Last Blockbuster, “las tiendas de video y los cines siempre me han parecido como mi iglesia: un lugar donde puedo sentirme tranquilo y normal”.

En un mundo donde los algoritmos deciden qué ver, el Blockbuster de Bend ofrece una experiencia humana y personalizada. Desde elegir entre las recomendaciones del personal hasta explorar las estanterías llenas de historias, el lugar invita a los visitantes a sumergirse en un pasado que, aunque lejano, sigue resonando en la memoria colectiva.

Un futuro incierto pero lleno de propósito

Mientras continúe siendo un imán para el turismo y la nostalgia, el Blockbuster de Bend seguirá contando historias, a través de sus DVDs y también como testigo de una era que marcó a generaciones enteras. Los visitantes que llegan de lugares lejanos pueden confirmar que esta pequeña tienda en Oregón es mucho más que un negocio; es un símbolo vivo de una forma de vida que muchos todavía atesoran.

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Con cada visitante que firma el libro de recuerdos o compra una camiseta con el logo icónico, este último Blockbuster sigue escribiendo su propia historia, demostrando que, en ocasiones, la nostalgia puede ser la mejor estrategia para mantenerse relevante en un mundo en constante cambio.

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