En Alkmaar, una tranquila ciudad al noroeste de Ámsterdam, un simple proyecto de construcción de un contenedor subterráneo de residuos reveló un pedazo del pasado que llevaba siglos oculto. Al excavar en el casco antiguo, cerca del histórico Waagplein, el operador de una excavadora detuvo su trabajo al toparse con algo inusual.
Su decisión de llamar a los arqueólogos marcó el inicio de un viaje a la vida cotidiana de los siglos XV y XVI, escondida en un pozo negro medieval lleno de sorpresas, entre otros objetos, un zueco de madera. Este zapato, fabricado entre finales del siglo XV y principios del XVI, resulta ser una pieza clave para comprender el uso cotidiano del calzado en aquella época.
Los arqueólogos confirmaron que el pozo negro había servido como retrete y área de eliminación de desechos domésticos desde aproximadamente 1450 hasta 1558, cuando las casas cercanas fueron demolidas. Según le dijo al medio local Binnenland, Nancy de Jong, arqueóloga municipal, estos espacios “eran el baño, pero también el lugar donde iban los desechos domésticos y los restos de comida”. A menudo descubren otros pozos en excavaciones, pero raramente contienen “cosas tan valiosas”.
Más allá de su función, los pozos negros se destacan como cápsulas del tiempo, preservando materiales que ofrecen un vistazo único al pasado. La arqueóloga también recordó un hallazgo anterior en Alkmaar, donde un pozo contenía un anillo de diamantes.
El zueco urbano y único
Entre los hallazgos más destacados se encuentra el zueco de madera de abedul, una talla 36 que probablemente perteneció a una mujer. Este objeto, datado entre finales del siglo XV y principios del XVI, desafía la idea común de que los zuecos eran exclusivos de campesinos. “Cuando se habla de zuecos de madera, siempre se piensa en campesinos que los utilizaban durante su trabajo”, afirmó Silke Lange, especialista en madera, a Reuters. Sin embargo, este ejemplar es “una especie de zueco urbano” diseñado para el uso cotidiano.
Lange destacó la rareza del hallazgo. Durante excavaciones en Países Bajos y Bélgica, solo se han encontrado 44 zuecos de madera, y este es el primero hecho de abedul. Además, la preservación de la madera en condiciones de escasez de oxígeno hace que el objeto sea excepcional.
Otro hallazgo significativo es un medidor de grano de madera de roble, un recipiente utilizado para medir cantidades de grano en tiempos medievales. De Jong subrayó su importancia: “En toda Bélgica y los Países Bajos solo se han encontrado cinco fragmentos de tamaño de grano. Este es el primero que está casi completo”. Hasta ahora, los especialistas solo conocían estos objetos por representaciones en imágenes históricas.
La importancia de los hallazgos arqueológicos
Según Silke Lange, especialista en madera de BIAX, la conservación de objetos de madera casi completos es “extremadamente rara” debido a las condiciones necesarias para preservar estos materiales, como la ausencia de oxígeno. Este hallazgo permitió que un zueco de madera y un medidor de grano, ambos hechos de materiales orgánicos, llegaran hasta los especialistas casi intactos.
Nancy de Jong, arqueóloga municipal, destacó otro aspecto de valor: en la Edad Media, los objetos se reutilizaban intensivamente hasta quedar inservibles. Los textiles se transformaban, los metales se fundían y la madera desgastada solía ser quemada para calor.
Investigación y restauración futura
El equipo de arqueólogos aseguró, limpió y entregó los objetos a especialistas para su análisis detallado. Silke Lange confirmó que el próximo paso será examinar si es posible restaurarlos para su conservación a largo plazo. Según informó el medio local, Streekstad Centraal, una vez que los objetos sean estudiados y preservados, podrían exhibirse al público, aunque todavía no hay un lugar definido para su exposición.
Por su parte, Nancy de Jong expresó su esperanza de que estos artefactos únicos encuentren un “lugar agradable” donde puedan ser apreciados por su importancia histórica y arqueológica.