El mundialmente conocido traje rojo y blanco de Papá Noel se ha convertido en un símbolo universal de la Navidad. Desde anuncios publicitarios hasta decoraciones festivas, su figura es inconfundible. Sin embargo, su atuendo no siempre fue el que conocemos hoy. Durante siglos, su imagen pasó por diversas transformaciones antes de consolidarse en la figura entrañable que representa la temporada navideña.
A lo largo del tiempo, Papá Noel adoptó elementos de diferentes tradiciones y culturas. Desde los relatos del obispo cristiano San Nicolás hasta las representaciones europeas como Sinterklaas en Holanda y Père Noël en Francia, su apariencia varió significativamente. Estas versiones tempranas lo mostraban con vestimentas religiosas o trajes que reflejaban las costumbres de la época.
El cambio hacia su actual atuendo rojo y blanco fue un proceso largo, moldeado por la literatura, la ilustración y la publicidad. Aunque muchos atribuyen su look definitivo a la influencia de una campaña publicitaria, la realidad es más compleja y fascinante, involucrando a poetas, artistas y marcas comerciales que contribuyeron a crear al personaje moderno.
Los orígenes de un personaje multifacético
Papá Noel tiene sus raíces en San Nicolás, un obispo del siglo IV conocido por su generosidad hacia los niños y los pobres. En Europa, esta figura evolucionó en personajes como Sinterklaas en los Países Bajos, quien vestía una capa de obispo y un sombrero alto, y Père Noël en Francia, que solía lucir atuendos más sobrios.
En Estados Unidos, la figura de Papá Noel comenzó a tomar forma en el siglo XIX. Poemas como “A Visit from St. Nicholas” (1823), atribuido a Clement Clarke Moore, y una versión anónima de 1821, introdujeron elementos como un hombre bondadoso que repartía regalos en Navidad. Las primeras ilustraciones lo representaban con una vestimenta variada: desde capas amarillas y verdes hasta trajes adornados con piel.
Según el historiador Gerry Bowler, autor de Santa Claus: A Biography, el debate sobre la apariencia de Papá Noel fue prominente durante el siglo XIX. “Se necesitó casi un siglo para que los artistas estadounidenses decidieran sobre su traje”, afirmó Bowler en una entrevista con CNN. Durante ese periodo, su imagen era altamente maleable, adaptándose a diferentes interpretaciones.
La influencia de la ilustración y la literatura
El ilustrador Thomas Nast desempeñó un papel fundamental en la consolidación de la figura moderna de Papá Noel. A mediados del siglo XIX, Nast lo dibujó para la revista Harper’s Weekly en diversas escenas, incluyendo una en 1863 donde llevó un traje decorado con estrellas y rayas para apoyar al ejército de la Unión durante la Guerra Civil. En 1881, Nast creó una versión que ya incluía muchos de los elementos actuales: un traje rojo con detalles de piel blanca, una figura regordeta y un semblante jovial.
A inicios del siglo XX, artistas como J.C. Leyendecker y Norman Rockwell reforzaron esta imagen a través de ilustraciones para publicaciones populares como The Saturday Evening Post. Estas representaciones ayudaron a estandarizar su apariencia en la cultura popular, acercándolo más al Papá Noel que conocemos hoy.
El papel de la publicidad
Aunque el traje rojo y blanco ya estaba establecido en el imaginario colectivo antes de la intervención de Coca-Cola, la campaña publicitaria de la marca en 1931 contribuyó enormemente a su popularidad global. Ilustrada por Haddon Sundblom, la versión de Papá Noel para Coca-Cola mostraba a un personaje robusto, afable y vestido con un traje rojo brillante. Estas ilustraciones, basadas en un vendedor jubilado amigo del artista, se volvieron icónicas y consolidaron el traje como el estándar.
Sin embargo, Coca-Cola no fue la primera marca en asociar a Papá Noel con un traje rojo. De acuerdo con Bowler, otras compañías, como White Rock Beverages, ya habían utilizado una versión similar durante la Primera Guerra Mundial. A pesar de ello, la influencia y alcance de las campañas de Coca-Cola cimentaron esta imagen en el imaginario popular.
El traje rojo de Papá Noel no es solo una cuestión de moda, sino también un reflejo de cómo la cultura y el comercio han moldeado las tradiciones. Aunque su atuendo actual parece inmutable, su historia recuerda que las costumbres navideñas han sido siempre un espacio de cambio y adaptación.
Hoy, las propuestas que desafían la tradición —como la reciente introducción de un Papá Noel vestido de verde en una tienda de Nueva York— generan reacciones encontradas. Mientras algunos celebran estas reinterpretaciones, otros ven en ellas una amenaza a la nostalgia y los valores asociados a la Navidad.
A pesar de estas controversias, el traje rojo y blanco sigue siendo un símbolo poderoso de la temporada, evocando una mezcla de tradición, fantasía y familiaridad que ha trascendido fronteras y generaciones.