Hace unos días, en una galería de arte del Lower East Side, el Príncipe Harry encabezó un evento benéfico en apoyo a Sentebale, su organización dedicada a brindar apoyo a jóvenes en el sur de África. En un espacio más habituado a exhibir obras de arte que a reuniones filantrópicas, la exposición titulada Friend (Amigo) reunió piezas de renombrados artistas como Frank Stella y Bridget Riley. El objetivo era doble: recaudar fondos para los programas de la fundación y conectar con un público diferente, informó Vanity Fair.
“Estoy recién ingresando al mundo del arte, no voy a fingir saber algo que no sé”, admitió el príncipe en su discurso de apertura. Sin embargo, destacó cómo el arte puede “unir a las personas”, algo que consideró crucial en el contexto actual.
La velada, organizada por el galerista Ki Smith, ofreció un entorno donde el activismo y la cultura se encontraron de manera natural, atrayendo a figuras como el periodista Ronan Farrow y la artista Rakuko Naito, además de otros nombres influyentes.
Al final del evento, quedó claro que la colaboración entre arte y filantropía había logrado captar la atención de una comunidad que quizás no estaba familiarizada con el trabajo de Sentebale, pero que ahora podía contribuir a su misión de transformar vidas en Lesoto y Sudáfrica.
Voces y personalidades en una noche para recordar
Durante la velada, el Príncipe Harry tomó el protagonismo al compartir cómo su trabajo humanitario estuvo profundamente influido por su primera visita a Lesoto en los años 2000.
“Lo que vi en ese momento fue devastador: comunidades enteras diezmadas por el VIH/SIDA”, recordó Sophie Chandauka, presidenta del consejo de administración de Sentebale, quien moderó una conversación en el escenario con el príncipe.
La descripción de Chandauka puso de manifiesto el impacto de la epidemia en un país donde el 90 % de la población no estaba en condiciones de trabajar debido a su edad o estado de salud.
Entre los asistentes destacaron figuras como Harriet McGurk, viuda del icónico artista Frank Stella, quien elogió la conexión entre la muestra artística y la causa benéfica. El evento logró atraer a una comunidad diversa, entre ellos artistas y filántropos, que compartían un objetivo común: apoyar una causa global desde el corazón de Nueva York.
El Príncipe Harry, en su discurso, agradeció especialmente al galerista Ki Smith, quien organizó la exposición, y que también viajó a Lesoto en septiembre pasado para conocer de primera mano el impacto de los programas de Sentebale. Harry calificó este esfuerzo como “un ejemplo brillante de cómo las ideas pueden convertirse en acción en tiempo récord”.
Una visión integral: De Lesoto a Estados Unidos
Sentebale, fundada en 2006 por el Príncipe Harry y el Príncipe Seeiso, surgió como respuesta a la crisis humanitaria en Lesoto. Desde sus primeros días, la organización centró sus esfuerzos en brindar apoyo sanitario y educativo a los jóvenes más vulnerables.
A lo largo de casi dos décadas, evolucionó hacia un enfoque más amplio, combinando programas de salud con iniciativas económicas para fomentar la autosuficiencia en las nuevas generaciones. “Ahora, el objetivo es ofrecer un apoyo holístico que no solo cure, sino que también empodere”, destacó Sophie Chandauka, presidenta del consejo de administración.
El traslado de Harry a Estados Unidos en 2020 marcó una nueva etapa para la fundación, que comenzó a desarrollar estrategias para captar una audiencia internacional. Iniciativas como el torneo anual de polo en Miami y visitas guiadas a proyectos en Lesoto permitieron a la organización fortalecer su red de apoyo en América.
Uno de los momentos más memorables fue la charla improvisada al aire libre en Maseru durante un apagón, donde jóvenes locales del programa Let Youth Lead compartieron sus historias con Harry y el Príncipe Seeiso, bajo el calor de una hoguera.
El impacto de estos esfuerzos quedó evidenciado en eventos como la exposición Friend en Nueva York, donde filántropos como Ki Smith pudieron conectar el arte con las causas humanitarias de Sentebale. Estas iniciativas permitieron que la fundación trascienda fronteras, mostrando que la filantropía puede adaptarse a nuevas culturas mientras mantiene su misión de transformar vidas en el sur de África.
El arte como motor de transformación
La exposición “Friend” en el Lower East Side ofreció una plataforma para recaudar fondos, simbolizando cómo el arte puede entrelazarse con la acción social. Las obras de artistas como Bridget Riley y Agnes Martin atrajeron la atención del público neoyorquino, ofreciendo una forma tangible de apoyar los programas de Sentebale. Según el Príncipe Harry, el trabajo de Smith y su equipo fue “una alegría absoluta” que ejemplificó la capacidad de las ideas para generar impacto real.
La conexión entre el arte y la misión humanitaria de Sentebale quedó patente en cada detalle del evento. Los fondos recaudados a través de la venta de obras se destinarán a los programas que la organización lidera en Lesoto y Sudáfrica, extendiendo la ayuda a jóvenes afectados por el VIH y a sus comunidades.
“Este tipo de iniciativas muestran cómo los mundos del arte y la filantropía pueden colaborar para lograr un cambio significativo”, destacó Harriet McGurk, viuda del icónico Frank Stella, quien asistió a la velada.
En última instancia, el evento sirvió para reforzar la red de apoyo de Sentebale, mostrando que la filantropía puede adoptar formas innovadoras. Al reunir a artistas, filántropos y líderes comunitarios, Sentebale continúa demostrando que el impacto global comienza con actos locales, ya sea bajo el calor de una hoguera en Maseru o en una galería del corazón de Nueva York.