En los campos verdes de Buckinghamshire, Inglaterra, Alissimon Minnitt vivió una experiencia inolvidable mientras paseaba con su padre cerca de su casa en North Marston. Lo que parecía un simple paseo terminó con el descubrimiento de un hongo gigante de 5 kilogramos, conocido como Calvatia gigantea, que se convirtió en el centro de su mesa familiar durante una semana. Este sorprendente hallazgo no solo destacó por su tamaño, sino también por su utilidad culinaria y los riesgos asociados a su consumo.
Descubrimiento del hongo gigante
El descubrimiento se produjo mientras Alissimon Minnitt y su padre caminaban por un campo cercano a su hogar. Al ver un gran objeto blanco a lo lejos, inicialmente pensaron que se trataba de una pelota de fútbol. Sin embargo, tras una inspección más cercana, confirmaron que era una hongo gigante.
Minnitt recordó una experiencia similar ocurrida años atrás, cuando encontró otro ejemplar de gran tamaño en el mismo lugar. Aquel hallazgo anterior hizo que esta vez no tuvieran dudas sobre la naturaleza del hongo. “Tengo los brazos débiles, pero mi espíritu es fuerte”, le comentó Minnitt con humor a The Times tras cargar el hongo de 5 kilos hasta su casa.
Uso culinario del hongo
Como vegetariana, Minnitt aprovechó al máximo su descubrimiento. A pesar de la dificultad que implica convertir un solo ingrediente en protagonista de la mesa durante una semana, ella y su familia lograron preparar una sorprendente variedad de platos gracias a las recetas que aprendió de su madre y a nuevas ideas encontradas en las redes sociales como TikTok.
Entre los platos preparados con el hongo se incluyeron escalopes, curry, pasta, pastel de carne, filetes a la parrilla y hasta una pizza utilizando el hongo como base en lugar de masa. Según explicó Minnitt a The Times, su sabor era “bastante suave, pero absorbía muy bien los condimentos”, lo que le permitió adaptarse a distintas preparaciones.
Después de una semana de disfrutar de estas creativas comidas, la familia quedó “harta de hongos”. Sin desperdiciar el resto, congelaron algunas porciones para usarlas más adelante y enterraron las partes sobrantes en el mismo campo donde lo encontraron, con la esperanza de que nuevas setas crecieran allí.
Precauciones y riesgos asociados
Aunque el hallazgo de un hongo gigante puede parecer un golpe de suerte, también está rodeado de peligros potenciales. La recolección de hongos silvestres no es una actividad exenta de riesgos, ya que muchas especies comestibles tienen imitaciones venenosas que pueden ser mortales si se consumen por error.
Expertos como la micóloga Charlotte Shenkin advirtieron en alguno de sus estudios sobre el peligro de recoger y consumir hongos sin el conocimiento adecuado. Recomendó a los recolectores buscar una segunda opinión antes de consumirlos y conservar una muestra cruda en caso de intoxicación para facilitar un diagnóstico médico.
Además, en el caso específico del Calvatia gigantea, existe un riesgo adicional: sus esporas, si se inhalan, pueden causar una enfermedad pulmonar. Por este motivo, los ejemplares maduros deben ser evitados o manipulados con extrema precaución.
Este peligro quedó reflejado en un episodio ocurrido en la isla de Jersey, donde tres personas resultaron envenenadas tras consumir un hongo mortal confundido con uno comestible. La advertencia es clara: sin experiencia, la recolección de hongos puede tener consecuencias graves.
Contexto micológico
El Calvatia gigantea, conocido popularmente como “bola de lobo gigante”, es uno de los hongos más fáciles de identificar en la naturaleza. Su forma redondeada y su color blanco puro lo hacen destacar como un elemento casi alienígena en los campos abiertos. Por su apariencia inusual, es común que se lo confunda inicialmente con objetos como balones de fútbol, tal como ocurrió en el caso de Minnitt.
A diferencia de otros hongos, la seta gigante produce sus esporas en su interior, liberándolas en grandes cantidades una vez que madura. Cuando se agrieta o se abre, su interior se convierte en una especie de esponja que esparce esporas al contacto con el viento o al ser pisado. Esta característica lo distingue de los hongos venenosos comunes, que suelen liberar esporas a través de branquias.
Desde una perspectiva ecológica, el Calvatia gigantea desempeña un papel importante en la dispersión de esporas y la regeneración del suelo. Sin embargo, su vida útil es limitada: cuando está en su fase juvenil es comestible, pero al alcanzar la madurez ya no es consumible, debido a la formación de millones de esporas en su interior.