Sidney de Carvalho Mesquita, conocido como Tio Chico, alcanzó un logro que parece sacado de una película de ciencia ficción: batió el récord mundial Guinness por la protrusión más lejana del globo ocular en un hombre. Con una capacidad única para sacar sus ojos de sus órbitas hasta 18,2 mm, este brasileño sorprendió al mundo con un talento raro que lo convirtió en una figura de interés global.
Desde su descubrimiento a los 9 años, cuando se dio cuenta de que podía sobresalir más de lo normal al hacer caras frente al espejo, Sidney nunca imaginó que su don lo llevaría a entrar en el libro Guinness World Records. Hoy, este talento lo convirtió en una celebridad en Brasil y, a medida que su historia trasciende fronteras, se transformó en un símbolo de la rareza humana y el potencial oculto en cada individuo.
Según lo relatado por Guinness World Records, él se miraba al espejo haciendo caras y, de repente, notó que podía hacer que sus ojos sobresalieran más de lo habitual. Mostró su descubrimiento a su familia, quienes se sorprendieron ante tal habilidad, pero también se preocupaban por su salud. Al principio, temieron que fuera un signo de una enfermedad o condición peligrosa, pero rápidamente se dieron cuenta de que no se trataba de un problema médico, sino de una habilidad excepcional.
La luxación voluntaria del globo ocular es el término médico que describe la habilidad de Sidney, un fenómeno tan raro que fue reconocido por los especialistas como un don único. De hecho, según su oftalmólogo, este talento no afecta su salud y es considerado una rareza que pocas personas poseen.
Describir cómo se siente Sidney al realizar su truco no es fácil, pero él lo compara con “dejar ir una parte de su cuerpo”. Cuando saca sus ojos, pierde la capacidad de ver durante algunos segundos, hasta que se realinean y vuelven a enfocar.
Asimismo, Sidney tiene la capacidad de mantener esta habilidad por 20 a 30 segundos antes de que sus ojos deban regresar a su posición normal. A pesar de la espectacularidad de su habilidad, no experimenta dolor cuando realiza el truco. Sin embargo, siente una ligera sensación de ardor debido a la exposición al aire, lo que lo obliga a usar gotas lubricantes para evitar molestias.
Más allá de ser un récord mundial, este talento tuvo un profundo impacto en la vida de Tio Chico. Además de su habilidad ocular, lleva una vida profesional activa. Trabaja a tiempo completo en el sector de ventas para la industria electrónica, pero también es un baterista y DJ. En sus tiempos libres, disfruta de asistir a eventos en vivo donde demuestra su talento y sorprende a su audiencia. También tiene una empresa de hamburguesas llamada Tico Chico’s Burger.
Con el paso del tiempo, Sidney perfeccionó su habilidad en diversos escenarios. Su mayor fuente de inspiración y respaldo ha sido su esposa Egly, quien desconocía su talento antes de comprometerse con él.
Todo cambió cuando, en un evento, un amigo de Sidney le pidió que mostrara su destreza. Aunque al principio fue escéptica, hoy es su fan número uno, disfrutando de verlo brillar en cada presentación. “Es un hombre cariñoso, generoso y tiene un corazón inmenso”, expresó Egly a Guinness World Records.
El público, especialmente los niños y los jóvenes, queda asombrado con la habilidad de Sidney. Sin embargo, las personas mayores tienden a sentirse más asustadas cuando lo vean realizar el truco. A pesar de ello, recibe un gran apoyo de sus amigos y familiares, quienes consideran su talento como algo extraordinario.
Para él, alcanzar el récord mundial Guinness ha sido un “sueño hecho realidad”. El reconocimiento mundial le abrió muchas oportunidades tanto en el ámbito personal como profesional. Según él mismo comentó a Guinness World Records, el logro de este récord fue una experiencia “fuera de este mundo”.
Vale destacar que Sidney no es el único que tiene esta habilidad. Kim Goodman, una estadounidense, ostenta el récord de globo ocular más lejano en mujeres, con una protrusión de 12 mm, lograda en Estambul, Turquía, en 2007.