La increíble historia de Vesna Vulović, la azafata que sobrevivió a una caída libre desde 10.000 metros de altura sin paracaídas

Una explosión en pleno vuelo, un accidente imposible y una supervivencia que desconcierta a la ciencia. Cómo una asistente de vuelo cambió la aviación con su asombroso caso

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El 26 de enero de 1972, Vesna Vulović sobrevivió a una caída desde 10.160 metros (CTK via AP Images)
El 26 de enero de 1972, Vesna Vulović sobrevivió a una caída desde 10.160 metros (CTK via AP Images)

Una fría mañana del 26 de enero de 1972, el vuelo JAT 367 de Yugoslav Airlines surcaba los cielos europeos, en lo que parecía ser un trayecto rutinario entre Estocolmo y Belgrado. Pero ese día, el destino tenía reservado un lugar único en la historia de la aviación y la resistencia humana. A bordo del avión, Vesna Vulović, una joven asistente de vuelo de 22 años, enfrentaría un accidente que desafiaría toda lógica y ciencia: sobreviviría a una caída libre desde 10,160 metros de altura sin paracaídas, según la información de Associated Press.

El vuelo JAT 367 era operado por un McDonnell Douglas DC-9, que había hecho escala en Copenhague antes de dirigirse a Belgrado. A mitad del trayecto, una explosión en el compartimento de equipaje partió el avión en pleno vuelo sobre las montañas de lo que hoy es la República Checa. Según investigaciones posteriores, se sospechó que un grupo nacionalista croata colocó un artefacto explosivo en la aeronave, aunque nunca se presentaron pruebas concluyentes ni se realizaron arrestos.

Los 27 pasajeros y la tripulación murieron al instante, excepto Vesna. En el momento de la explosión, ella se encontraba en la sección trasera del avión, atrapada por un carrito de alimentos. Este detalle sería crucial para su supervivencia, tal como detalló uno de los artículos escritos por The New York Times.

Una explosión en el compartimento de equipaje destruyó el avión JAT 367 en pleno vuelo
Una explosión en el compartimento de equipaje destruyó el avión JAT 367 en pleno vuelo

La caída que desafió la lógica

Tras la explosión, la cola del avión, donde estaba Vesna, se desprendió y cayó a gran velocidad hacia un bosque nevado en las montañas de Fruška Gora, Serbia. Milagrosamente, las ramas de los árboles y la capa de nieve espesa amortiguaron el impacto. Según los médicos que la trataron, otro factor clave fue su presión arterial inusualmente baja, que evitó un ataque cardíaco durante la explosión y la caída.

Cuando finalmente tocó tierra, un leñador local llamado Bruno Honke escuchó sus gritos entre los restos del avión. Con experiencia médica básica adquirida durante la Segunda Guerra Mundial, Bruno logró mantenerla con vida hasta que llegaron los servicios de rescate.

La sección de cola, donde estaba Vesna, cayó sobre un bosque nevado en Serbia (REUTERS)
La sección de cola, donde estaba Vesna, cayó sobre un bosque nevado en Serbia (REUTERS)

Recuperación y lucha contra las adversidades

Las heridas de Vesna eran extremadamente graves:

  • Fractura de cráneo.
  • Vértices aplastadas que la dejaron temporalmente paralizada de la cintura para abajo.
  • Fracturas en la pelvis, costillas y ambas piernas.

Pese a las probabilidades en su contra, Vesna permaneció en coma durante diez días antes de iniciar un largo proceso de rehabilitación. Meses de cirugías, fisioterapia y fuerza de voluntad permitieron que recuperara la capacidad de caminar, aunque con ciertas limitaciones. Su caso atrajo la atención médica y se convirtió en un símbolo de esperanza y resistencia.

Vida después del accidente

Vesna Vulović fue reconocida por su proeza en 1985, al entrar al Libro Guinness de los Récords como la persona que sobrevivió a la caída más alta sin paracaídas. Sin embargo, la tragedia dejó secuelas permanentes en su vida. Aunque quiso regresar al servicio activo como asistente de vuelo, las secuelas físicas se lo impidieron, y fue reasignada a un puesto de oficina en Yugoslav Airlines.

Tras meses de recuperación, regresó a trabajar y, luego, se convirtió en activista política (AP Photo/Marko Drobnjakovic)
Tras meses de recuperación, regresó a trabajar y, luego, se convirtió en activista política (AP Photo/Marko Drobnjakovic)

A pesar de su extraordinaria historia, Vesna llevaba una vida sencilla. En sus entrevistas, reconocía que no tenía recuerdo alguno del accidente, pero que lo veía como una oportunidad para valorar su existencia.

De sobreviviente a activista

La fama de Vesna en su natal Serbia la llevó a involucrarse en causas políticas. Durante los años 90, participó en movimientos contra el régimen de Slobodan Milošević, denunciando el nacionalismo y promoviendo la reconciliación. Esto le costó su trabajo en la aerolínea, pero nunca abandonó sus convicciones.

A lo largo de su vida, Vesna se describía como una mujer común que simplemente había tenido suerte. Solía bromear diciendo que tenía “nueve vidas, como un gato”, aunque también reconocía que la atención mediática la abrumaba en ocasiones.

En 2016, Vesna Vulović fue encontrada sin vida en su departamento en Belgrado, a la edad de 66 años. Las autoridades determinaron que su muerte fue por causas naturales. Su legado, sin embargo, permanece imborrable: como el “milagro de los Balcanes” y como un símbolo del espíritu humano y su capacidad para resistir incluso en las circunstancias más extremas.

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