En un evento histórico para la arqueología y la preservación cultural, la cabeza y el torso de una antigua estatua de bronce del emperador romano Septimio Severo finalmente se reunirán en Turquía, su lugar de origen. Después de décadas de separación y controversia sobre su procedencia, el torso fue repatriado en 2023, y recientemente el museo Ny Carlsberg Glyptotek en Copenhague aceptó devolver la cabeza. Este desenlace marca un hito en los esfuerzos internacionales por recuperar artefactos culturales saqueados.
La estatua de bronce de Septimio Severo, emperador romano que gobernó entre 193 y 211 d.C., fue hallada originalmente en el sitio arqueológico de Bubon, en la actual Turquía. Este lugar era conocido por su santuario dedicado a los emperadores romanos, quienes eran venerados como dioses. Aunque no está claro cuándo se separaron la cabeza y el torso de la estatua, los expertos creen que ambas piezas fueron sacadas de contrabando durante la década de 1960.
El torso, que terminó en una colección privada estadounidense, fue finalmente recuperado y devuelto a Turquía en 2023 tras ser confiscado del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Por su parte, la cabeza había sido adquirida en 1979 por el museo Ny Carlsberg Glyptotek, que desconocía su origen exacto y solo sabía que provenía de Asia Menor.
Historia de la estatua
La estatua es considerada una representación del emperador Septimio Severo, un destacado líder del Imperio Romano. El santuario de Bubon, donde se halló la estatua, fue objeto de extensos saqueos en el siglo XX, lo que dispersó muchas de sus valiosas esculturas por el mundo.
Durante los años 60, traficantes de arte sacaron de contrabando varias piezas del sitio arqueológico. La cabeza de la estatua fue adquirida por Robert Hecht, un conocido comerciante de antigüedades que tuvo un papel central en el tráfico de arte durante esa época. Hecht vendió la pieza al museo danés, que la incluyó en su colección sin conocer completamente su procedencia.
En 1979, un conservador del museo en Copenhague sugirió que la cabeza y el torso estaban relacionados y recomendó que ambas piezas fueran exhibidas juntas. Sin embargo, no fue sino hasta años después cuando se intensificaron los esfuerzos para rastrear y recuperar las partes faltantes.
Investigación y repatriación
La investigación formal sobre el origen de la cabeza comenzó en el verano de 2023, cuando el museo Ny Carlsberg Glyptotek revisó su historial de adquisiciones. Los expertos concluyeron que la pieza había sido saqueada, lo que llevó a las autoridades del museo a decidir su devolución a Turquía.
“Para separar una obra de la colección del museo se necesitan argumentos muy sólidos y documentación científica”, explicó Gertrud Hvidberg-Hansen, directora del museo danés, en un comunicado oficial. “En el caso de este objeto se dieron ambos criterios” agregó.
El gobierno turco, que ya había recuperado el torso un año antes, había estado presionando activamente para que la cabeza también regresara a su territorio. Finalmente, ambas partes acordaron la repatriación.
Implicaciones Culturales y Legales
La reunificación de esta estatua romana trasciende el ámbito arqueológico y plantea cuestiones importantes sobre la propiedad cultural, el tráfico de arte y el papel de los museos en la preservación del patrimonio histórico.
Hakan Tekin, embajador de Turquía en Dinamarca, celebró la decisión del museo danés y subrayó la relevancia de este gesto para el futuro de las restituciones culturales. “Este acontecimiento sienta otro precedente para las instituciones y los coleccionistas de todo el mundo, incluida Dinamarca, en el sentido de que todos los objetos adquiridos con una procedencia dudosa deben ser devueltos a sus legítimos propietarios”, afirmó a The New York Times.
La devolución de la cabeza de Septimio Severo se suma a una serie de repatriaciones de arte y artefactos que han ocurrido en las últimas décadas. Muchas instituciones culturales enfrentan crecientes presiones para revisar sus colecciones y devolver objetos cuya adquisición no cumplió con estándares éticos.
La recuperación de esta icónica estatua romana no solo restituye un valioso símbolo del pasado, sino que también refuerza el compromiso con la justicia histórica en el ámbito del patrimonio cultural. La reunión del torso y la cabeza de Septimio Severo en Turquía representa una victoria en la lucha contra el saqueo y el tráfico ilícito de arte, así como un recordatorio del papel fundamental de la investigación y la cooperación internacional para preservar la historia compartida de la humanidad.