Jeff Bezos, fundador y ex director ejecutivo de Amazon, mantuvo durante décadas un salario anual de poco más de 80.000 dólares en la empresa que ayudó a construir.
A pesar de esta cifra relativamente modesta para un líder corporativo de su envergadura, Bezos acumuló una de las mayores fortunas del mundo gracias a su participación accionaria en Amazon.
Según declaró al New York Times en una entrevista, su decisión de limitar su salario fue intencionada: “Ya poseía una parte importante de la empresa y no me sentía cómodo con la idea de adquirir más”.
Sin embargo, esta estrategia también tuvo un beneficio fiscal importante. Según un informe de ProPublica de 2021, levantado por el medio de empresas Fortune, Bezos no pagó impuestos federales sobre la renta en 2007 y 2011.
Esto fue posible porque sus pérdidas de inversiones reportadas superaron sus ingresos salariales, lo que le permitió legalmente evitar el pago de impuestos en esos años.
La investigación también reveló que entre 2014 y 2018, su “tasa impositiva real” fue de apenas el 0,98%, muy por debajo del 37% que representa la tasa más alta en Estados Unidos.
Bezos justificó su política de compensación diciendo que solicitó al comité de compensación de Amazon no otorgarle ningún beneficio adicional, decisión de la que se declaró “muy orgulloso” y que sino, de lo contrario, se hubiese “sentido mal”.
Venta de acciones y acumulación de riqueza
A pesar de mantener un salario anual fijo, el empresario logró convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo gracias a su participación accionaria en Amazon. Durante su gestión, Bezos poseía más del 10% de la empresa, lo que le otorgó un incentivo financiero sustancial a medida que el valor de las acciones de Amazon se disparaba en el mercado.
“Tenía muchos incentivos”, afirmó en la entrevista con New York Times. Explicó que no consideraba necesario recibir compensaciones adicionales debido a su significativa tenencia accionaria.
Desde que dejó la dirección ejecutiva de Amazon, Bezos vendió periódicamente acciones de la empresa como parte de un plan a largo plazo. Su meta es desprenderse de 25 millones de acciones antes de finales de 2025, lo que representa una estrategia calculada para gestionar su vasto patrimonio sin comprometer su posición como uno de los principales accionistas de la compañía, según Fortune.
Gracias a esta estrategia, Bezos llegó a acumular una fortuna de unos 242.000 millones de dólares, se consolidó como una de las personas más adineradas del planeta. Actualmente, según el ranking de Forbes, se encuentra en la segunda posición, solamente detrás de Elon Msuk que alcanzó un hito histórico con un patrimonio neto de más de 400.000 millones de dólares.
Comparación con otros multimillonarios
Bezos no es el único multimillonario que ha aprovechado las leyes tributarias de Estados Unidos para reducir su carga fiscal. Según la investigación de ProPublica, otros empresarios de gran renombre, como Elon Musk, Warren Buffett y Michael Bloomberg, también utilizaron estrategias legales similares para minimizar sus pagos de impuestos federales sobre la renta, según Fortune.
Aunque la tasa impositiva federal más alta en Estados Unidos es del 37%, la investigación reveló que la “tasa impositiva real” que pagan muchos de estos multimillonarios es significativamente más baja: menos del 4%.
Curiosamente, la cifra que pagaba Bezos era incluso mayor que la de Buffett, cuya “tasa impositiva real” en el mismo período fue de solo el 0,10%. Estos datos subrayan cómo los multimillonarios logran beneficiarse de un sistema fiscal que les permite declarar pérdidas de inversiones y posponer el pago de impuestos hasta que vendan sus activos, lo que redujo así su carga fiscal total.