Una niña de 11 años fue rescatada frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa, después de haber pasado tres días a la deriva en el mar Mediterráneo. Vestida únicamente con un chaleco salvavidas y aferrada a dos cámaras de neumáticos, la chica fue hallada en condiciones extremas por la tripulación del buque de rescate alemán Trotamar III, de la organización Compass Collective.
La menor, originaria de Sierra Leona, relató a los rescatistas que había viajado en una embarcación metálica que partió días antes desde la ciudad Sfax, en Túnez. Durante el trayecto, la nave sufrió un naufragio debido a una tormenta con olas de hasta 3,5 metros de altura y vientos de más de 23 nudos.
Según la niña, al principio había otras dos personas en el aguas junto a ella y la ayudaron, pero no habrían logrado sobrevivir y habrían muerto dos días antes de su rescate, según información de la agencia de noticias Europa Press.
El naufragio, ocurrido en una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, resultó en la posible desaparición de al menos 44 personas. El rescate de la niña fue un golpe de suerte para los rescatistas, que escucharon sus gritos de auxilio al rededor de las 3:20 de la mañana en medio de la oscuridad, a pesar del ruido del motor del barco.
La tripulación, inicialmente dirigida hacia otra emergencia, detuvo su marcha y comenzó a buscar a más supervivientes, aunque las condiciones del mar, con tormentas persistentes, hicieron que las esperanzas de encontrar más personas con vida fueran mínimas.
La pequeña, que había pasado varios días sin agua ni comida y presentaba signos de hipotermia, fue llevada rápidamente a Lampedusa, donde los médicos confirmaron que su hermano también se encontraba entre los desaparecidos.
Matthias Wiedenlübbert, parte de la tripulación que halló a la chica, dijo en un comunicado oficial de la ONG: “Fue una coincidencia increíble que oyéramos la voz de la niña a pesar de que el motor estaba en marcha. Y, por supuesto, buscamos a otros supervivientes. Pero después de un día de tormenta con más de 23 nudos y olas de 2,5 metros de altura, ya no había esperanza”.
Llamados a la acción de activistas
El rescate de la niña en las costas de Lampedusa volvió a poner de relieve la creciente tragedia humana que se vive en el Mediterráneo y renovó los llamados de activistas y organizaciones internacionales a Europa para crear rutas migratorias seguras.
Katja Tempel, de la ONG Compass Collective, destacó en un comunicado de la organización: “Incluso durante las tormentas, la gente se ve obligada a utilizar rutas de escape peligrosas a través del Mediterráneo. Necesitamos un paso seguro para los refugiados y una Europa abierta que dé la bienvenida a las personas y les brinde fácil acceso al sistema de asilo. Ahogarse en el Mediterráneo no es una opción”.
El mensaje de Tempel fue respaldado por Nicola Dell’Arciprete, directora de la agencia de la ONU para la infancia, Unicef, en Italia, según informó el medio británico The Guardian. Dell’Arciprete expresó en sus redes sociales: “Todas las vidas importan. Necesitamos rutas seguras, búsqueda y rescate. Proteger a los niños es un deber”.
Además, en su publicación escribió: “Mientras muchos de nosotros celebramos estos días, nuestro pensamiento se dirige a la niña que aterrizó hoy en Lampedusa, la única superviviente de un nuevo naufragio en el Mediterráneo”.
Desde hace una década, al cruzar el Mediterráneo para buscar nuevas oportunidades, 30.955 migrantes perdieron la vida o están desaparecidos, según información de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Estas cifras fueron recogidas por la organización desde que comenzaron los registros oficiales que detallan esta trágica situación, reportó la cadena de noticias británica BBC.