Descubrieron una pirámide de 1.375 años de antigüedad en una carretera de México

A pesar de los desafíos presupuestarios, los arqueólogos buscan preservar y estudiar estos hallazgos únicos, ampliando el conocimiento sobre la diversidad cultural de la región

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La exploración de la pirámide
La exploración de la pirámide prehispánica en Hidalgo revela un rico intercambio cultural, reescribiendo aspectos de la historia regional con nuevos hallazgos arqueológicos (Instituto Nacional de Antropología e Historia/INAH)

Durante la construcción de un tercer carril en la carretera federal Pachuca-Huejutla, en el estado de Hidalgo, México, los trabajadores de la obra hicieron un descubrimiento inesperado que detuvo temporalmente las labores: una pirámide prehispánica de aproximadamente 1.375 años de antigüedad. El hallazgo, que ocurrió en las cercanías del pueblo de San Miguel Metzquititlán, reveló un asentamiento que los arqueólogos han identificado como perteneciente a la Estructura 1, una pirámide que forma parte de un complejo más grande.

El sitio arqueológico, conocido como San Miguel, se compone de al menos cinco sectores y diez montículos. Los estudios preliminares han datado el hallazgo entre los periodos Epiclásico (650-950 d.C.) y Posclásico Tardío (1350-1519 d.C.). Durante las excavaciones, los arqueólogos han recuperado 155 artefactos, entre los que se encuentran cerámica, conchas, materiales líticos y restos orgánicos como carbón, madera carbonizada y pisos de cal.

Los investigadores creen que el sitio podría haber sido parte del territorio del señorío Metzca, una sociedad multiétnica que habitó la región durante los periodos mencionados. Esta civilización es conocida por su diversidad cultural, lo que se refleja en las evidencias de convivencia y el intercambio entre diferentes grupos. Aunque no se ha confirmado de manera concluyente la relación entre este asentamiento y el señorío Metzca, los expertos consideran que las características del sitio sugieren una posible conexión. Héctor Labra Chávez, director de Turismo de San Agustín Metzquititlán, señaló en una entrevista con Popular Science, que antes de este hallazgo, no se conocían restos de civilizaciones prehispánicas en esta área inmediata.

Durante la construcción de un
Durante la construcción de un tercer carril en la carretera federal Pachuca-Huejutla, los trabajadores descubrieron inesperadamente una pirámide prehispánica de gran valor histórico (Foto: X/@SCT_Hidalgo)

El hallazgo de la pirámide ha dado lugar a una serie de medidas para proteger el sitio. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a cargo de la investigación, ha utilizado tecnologías avanzadas como la fotogrametría aérea para crear modelos digitales del sitio y documentar exhaustivamente los hallazgos.

Además, se construyó un muro de mampostería de 43 metros de largo y 11.70 metros de alto para proteger la base de la pirámide y evitar daños. Este muro fue autorizado por el Consejo de Arqueología del INAH. Antes de que las estructuras fueran nuevamente enterradas, se protegieron con geotextil para garantizar su conservación durante el proceso. El INAH también ha realizado un trabajo conjunto con otras instituciones académicas y educativas de la región para difundir los resultados preliminares del descubrimiento, en un esfuerzo por sensibilizar a la comunidad sobre la importancia del patrimonio arqueológico local (Gobierno de México).

El descubrimiento es también un recordatorio de los desafíos que enfrenta la investigación arqueológica en México. Recientes recortes presupuestarios en el INAH podrían limitar la capacidad de continuar con los estudios en el sitio. Según Archaeology News, para 2025, se estima que el presupuesto de la institución se reducirá en un 45%, lo que afectaría la financiación de proyectos de conservación e investigación. Esto pone en riesgo la posibilidad de profundizar en el estudio del sitio y de realizar más excavaciones que puedan arrojar información crucial sobre la historia de la región. No obstante, los arqueólogos esperan que los hallazgos ya documentados puedan ofrecer nuevos enfoques para el estudio de la Sierra Alta de Hidalgo, una región cuyo poblamiento se remonta a al menos 14,000 años, según estudios previos.

Este hallazgo destaca la importancia de la arqueología preventiva y el impacto que los proyectos de infraestructura pueden tener sobre el patrimonio cultural. A menudo, la construcción de nuevas infraestructuras puede desvelar secretos del pasado que, de otro modo, habrían permanecido ocultos. Aunque el futuro del sitio es incierto debido a los recortes presupuestarios, el trabajo realizado hasta ahora ha sido fundamental para garantizar que esta parte de la historia de Hidalgo se conserve y estudie adecuadamente.

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