Desde que la serie animada Los Supersónicos nos mostró un futuro en el que los autos voladores cruzaban los cielos, muchos han soñado con la posibilidad de tener un vehículo que nos transporte por el aire, sin las limitaciones del tráfico terrestre. Aunque pareciera que tal idea pertenecía a la ciencia ficción, hoy está más cerca de convertirse en una realidad. Blackbird, un innovador taxi volador desarrollado por la empresa CycloTech de Austria, promete transformar el transporte urbano en las próximas décadas, tomando prestado el concepto de la popular serie pero con una tecnología que podría cambiar nuestra forma de desplazarnos para siempre.
Blackbird es un vehículo volador diseñado para transportar pasajeros a través de la ciudad de una manera rápida y eficiente, sin las congestiones de tráfico que atormentan las calles. Pero lo que realmente distingue a este vehículo es su tecnología de propulsión, un sistema de cyclorotores que le otorgan una maniobrabilidad única, similar a la de un helicóptero, pero con la precisión de un avión.
Su estructura compacta y su capacidad para despegar y aterrizar verticalmente lo hacen ideal para operar en entornos urbanos, donde el espacio es limitado y las distancias entre destinos pueden ser recorridas mucho más rápido que por tierra.
Según las proyecciones de los ingenieros de CycloTech, en el futuro el Blackbird podría ser tan accesible como pedir un automóvil a través de una aplicación móvil, similar a los servicios de transporte como Uber o Lyft. Pero en lugar de estar atrapado en el tráfico, los pasajeros viajarían por el aire a velocidades de hasta 120 km/h, disfrutando de un viaje mucho más eficiente y sin las paradas constantes de un taxi convencional.
Tecnología de propulsión: CycloRotor, el alma del Blackbird
Una de las características más sorprendentes de Blackbird es su innovador sistema de propulsión. En lugar de utilizar los tradicionales hélices o motores a reacción como la mayoría de los aviones o drones, CycloTech ha diseñado un sistema conocido como CycloRotor, inspirado en el Voith Schneider Propeller, utilizado en embarcaciones como remolcadores y ferries. Este sistema de propulsión no solo genera el empuje necesario para elevar el vehículo, sino que también permite un control extremadamente preciso en todas las direcciones.
Cada CycloRotor está compuesto por una serie de palas de propulsor dispuestas en un rotor circular que gira para generar empuje. Además, la inclinación de estas palas puede ajustarse para cambiar la dirección del vuelo. Este diseño le proporciona al Blackbird una maniobrabilidad de 360 grados, permitiéndole maniobras complejas en el aire como un giro rápido o el ajuste preciso de su trayectoria, todo sin la necesidad de un timón o de otras superficies de control convencionales. Según Tahsin Kart, director de tecnología de CycloTech, el CycloRotor es una tecnología revolucionaria, ya que “permite que el vehículo pueda moverse o girar en cualquier dirección y corregir su trayectoria de manera precisa, mejorando la seguridad y la comodidad del pasajero en condiciones climáticas adversas”.
Con una longitud de 4,9 metros (16 pies) y un peso máximo de despegue de 340 kg (750 libras), Blackbird es un vehículo compacto pero potente, capaz de alcanzar una velocidad máxima de 120 km/h (74 mph). Su capacidad para despegar y aterrizar verticalmente lo convierte en una solución ideal para áreas urbanas congestionadas, donde las pistas de aterrizaje tradicionales no son viables.
El vehículo tiene espacio para dos pasajeros y presenta un diseño de lujo que recuerda a los autos deportivos de alta gama. El interior de la cabina incluye una pantalla digital que muestra información clave sobre la velocidad y la altitud del vuelo. Las puertas del vehículo, de tipo alas de gaviota (similares a las de la famosa DeLorean de “Volver al futuro”), permiten un acceso fácil y elegante al vehículo. Además, la estructura del Blackbird está diseñada para garantizar la estabilidad y la comodidad del pasajero, incluso en condiciones climáticas difíciles como vientos fuertes o lluvia.
El futuro del transporte aéreo urbano
La visión de CycloTech es que el Blackbird y otros vehículos voladores similares sean una parte integral del transporte urbano en las próximas décadas. El concepto de “taxis voladores” está cada vez más cerca de hacerse realidad, y no solo en Austria, sino en muchas ciudades del mundo que buscan soluciones innovadoras para aliviar el tráfico. El Blackbird podría operar en una red de taxis aéreos, donde los pasajeros podrían solicitar un viaje a través de una aplicación móvil, al igual que en los servicios actuales de transporte terrestre.
Este tipo de vehículos también permitiría aterrizar en espacios reducidos, como las azoteas de los rascacielos, lo que abriría nuevas posibilidades para el diseño urbano. Según Hans-Georg Kinsky, CEO de CycloTech, el Blackbird no es solo un avance en la tecnología de vehículos voladores, sino que también abre la puerta a un futuro donde el transporte aéreo urbano sea tan común como los autos en las calles. “Con nuestro Blackbird, estamos demostrando cómo esta tecnología innovadora puede hacer realidad los vehículos voladores para el transporte de pasajeros”, comentó.
Aunque el Blackbird sigue en fase de desarrollo, CycloTech planea completar el prototipo para finales de 2024, y espera realizar su primer vuelo de prueba con un modelo a escala real a finales de marzo de 2025. Mientras tanto, la empresa sigue recibiendo financiamiento para avanzar en la comercialización de su producto. Este año, CycloTech recaudó 21,8 millones de dólares para continuar con el desarrollo de la aeronave.
El Blackbird no es el único proyecto en este campo, pero su diseño único lo coloca como un líder potencial en el mercado de los taxis voladores. Otras empresas, como Vertical Aerospace, Bellwether, y KleinVision, también están trabajando en vehículos voladores, pero el Blackbird se destaca por su capacidad de maniobra, estabilidad y el uso de la innovadora tecnología CycloRotor.
Blackbird es un paso decisivo hacia el futuro del transporte aéreo urbano. Si todo sale según lo planeado, en los próximos años podríamos ver este tipo de vehículos surcando los cielos de nuestras ciudades, ofreciendo una alternativa más rápida, eficiente y libre de tráfico para nuestros desplazamientos diarios.