Francia alberga una enorme cantidad de castillos que han sido testigos de siglos de historia. Sin embargo, en la actualidad, muchos de estos castillos están a la venta, lo que plantea la pregunta: ¿por qué hay tantos castillos disponibles en el mercado francés? Las razones son diversas y están vinculadas a factores económicos, sociales, medioambientales y culturales, que han convertido a estos majestuosos edificios en una carga para muchos de sus propietarios.
Los altos costos de mantenimiento
Uno de los principales motivos que ha llevado a un aumento en las ventas de castillos es el alto costo de su mantenimiento. Estos edificios, debido a su antigüedad, requieren una inversión constante para ser restaurados y conservados. Según un agente inmobiliario citado en Business Insider: “Puedes comprar un château en Francia por nada. Pero hay una razón para eso: ¡porque nadie los quiere!” Esta declaración refleja la realidad de que, aunque los castillos pueden parecer una oportunidad romántica, las elevadas sumas necesarias para mantenerlos en buen estado son un obstáculo significativo.
El mantenimiento de estas propiedades incluye costosos trabajos de restauración en sistemas eléctricos, fontanería y estructuras de piedra, que a menudo se ven gravemente afectadas por la humedad. Como explica Business Insider, los nuevos propietarios de un castillo llamado Château Avensac, Mark Goff y Phillip Engel, tuvieron que gastar 500.000 dólares adicionales a los 1.2 millones de dólares que pagaron por la propiedad, solo para actualizar la electricidad, el sistema de calefacción y la fontanería, y reforzar los cimientos. Goff reconoce: “Todo el mundo decía: ‘Tienes que asumir que todo va a ser el doble de lo que esperas’, y tenían razón”.
Cambio de mentalidad y falta de interés de las nuevas generaciones
Además de los elevados costos, otro factor clave es el cambio en la mentalidad de las nuevas generaciones. Las generaciones más jóvenes, en su mayoría urbanas, no están dispuestas a asumir las responsabilidades inherentes a la gestión de estas propiedades históricas. Como señala Olivier de Lorgeril, presidente de la asociación de monumentos y jardines privados, La Demeure historique a Tatler: “Las nuevas generaciones son urbanas. A menudo quieren tener carreras internacionales y vivir en ciudades”. Este alejamiento del campo y el deseo de vivir en entornos más dinámicos ha provocado que muchos descendientes de las antiguas familias aristocráticas prefieran vender las propiedades en lugar de mantenerlas, lo que ha incrementado la oferta en el mercado.
La presión de las normativas medioambientales y la burocracia
La conservación de los castillos en Francia se ve también afectada por las estrictas normativas medioambientales y las exigentes regulaciones gubernamentales. Los castillos clasificados como monumentos históricos deben someterse a rigurosos controles y obtener permisos del Ministerio de Cultura francés para realizar cualquier tipo de reforma. Según Business Insider, los planes de restauración deben ser aprobados por el ministerio, y las obras deben ser llevadas a cabo por especialistas certificados, de los que solo hay 31 en todo el país. Estos requisitos también incrementan los costos, lo que puede resultar desalentador para los propietarios que buscan vender.
Además, la legislación medioambiental ha hecho más costoso mantener estos inmuebles, ya que la modernización de las infraestructuras de energía y agua ahora debe cumplir con las normativas ecológicas más estrictas. A esto se suman las costumbres y regulaciones locales, que pueden hacer que cualquier cambio o restauración sea un proceso largo y burocráticamente complejo.
La desventaja de la ubicación
Otro motivo por el que los castillos franceses están en venta es la ubicación remota de muchos de estos inmuebles. Aunque los castillos suelen estar rodeados de hermosos paisajes y en regiones de gran interés turístico, suelen estar alejados de las grandes ciudades y carecen de las comodidades modernas.
Este aislamiento, unido a los costos de transporte y las dificultades para acceder a servicios básicos, convierte a muchos de estos castillos en una carga adicional para sus propietarios, que prefieren vender antes de tener que afrontar los gastos adicionales para mejorar la infraestructura.
La crisis de patrimonio histórico
La venta masiva de castillos en Francia refleja una crisis más amplia en la conservación del patrimonio histórico. Tatler informa que, actualmente, hay más de 1.500 castillos en venta en Francia, un número que probablemente seguirá aumentando en los próximos años. La creciente presión para mantener estos inmuebles, junto con la falta de interés por parte de los jóvenes herederos, está poniendo en peligro el futuro de muchos de estos monumentos.
Olivier de Lorgeril también enfatiza que “un monumento que no se habita es un monumento que no se cuida”. Este fenómeno pone en riesgo la preservación de una parte importante del patrimonio cultural de Francia, ya que los castillos que no son vividos y mantenidos corren el riesgo de deteriorarse de forma irreversible.
A medida que estos monumentos históricos continúan en el mercado, el futuro de muchos de ellos depende de la capacidad de los compradores para asumir los altos costos y la responsabilidad de preservar una parte fundamental del patrimonio cultural de Francia.