Qué es el Adviento y por qué se celebra con calendarios llenos de golosinas

Desde sus orígenes en Italia hasta su popularización en Alemania, esta tradición religiosa navideña ha ido evolucionando con el tiempo y con el inevitable interés comercial

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La evolución del Adviento integra
La evolución del Adviento integra tradición espiritual con tendencias modernas (Instagram/le.marie.bakery)

En la oscuridad del invierno, una tradición ancestral llena de luz y esperanza marca el camino hacia una de las celebraciones más importantes del cristianismo: la Navidad. Cada año, millones de familias en todo el mundo esperan con ansias el Adviento, un periodo de reflexión y preparación espiritual para la llegada de Jesús, que combina prácticas religiosas con tradiciones modernas, como los populares calendarios llenos de golosinas.

El Adviento, que comienza cuatro domingos antes del 25 de diciembre, ha evolucionado a lo largo de los siglos. Aunque su esencia espiritual sigue siendo el núcleo de esta festividad, las prácticas asociadas con esta temporada han incorporado elementos culturales y comerciales que lo hacen atractivo para creyentes y no creyentes. Desde las velas encendidas en una corona hasta los pequeños regalos escondidos detrás de puertas numeradas, esta festividad representa una mezcla fascinante de devoción, historia y diversión.

Pero ¿cómo pasó esta celebración de ser un momento de ayuno y oración a incluir calendarios que esconden chocolates y juguetes? Para entenderlo, debemos explorar tanto el significado religioso del Adviento como las tradiciones que han acompañado su expansión global.

El significado del Adviento: preparación y esperanza

El término “Adviento” proviene del latín adventus, que significa “llegada”. En su contexto cristiano, hace referencia a la doble expectativa: la celebración del nacimiento de Jesús y la anticipación de su regreso prometido. Según National Geographic, esta tradición se formalizó en el siglo V en el norte de Italia, donde los fieles se preparaban para la Navidad con semanas de ayuno, oración y reflexión.

El Adviento, desde prácticas religiosas
El Adviento, desde prácticas religiosas hasta calendarios de dulces (AFP)

Hacia el siglo VI, el Adviento comenzó a adoptar características más definidas en Francia, donde se observaba una práctica conocida como “Cuaresma de San Martín”, que incluía abstinencia y prácticas espirituales. Con el tiempo, estas costumbres se consolidaron como el inicio del calendario litúrgico cristiano, marcando el comienzo de un nuevo ciclo de lecturas y celebraciones.

En la actualidad, es celebrado en cuatro domingos consecutivos, cada uno con un enfoque particular en los valores cristianos de amor, esperanza, gozo y paz. Las comunidades cristianas alrededor del mundo utilizan oraciones, himnos y lecturas bíblicas para prepararse espiritualmente para el nacimiento de Cristo.

Un elemento central de las celebraciones del Adviento es la corona de Adviento, un círculo de ramas de hoja perenne decorado con velas. Este símbolo fue popularizado en 1838 por Johann Wichern, un pastor luterano alemán que utilizó la corona como herramienta para enseñar a los niños sobre la proximidad de la Navidad.

El primer calendario comercial de
El primer calendario comercial de Adviento fue creado en 1908 en Alemania (REUTERS/Lisi Niesner)

La corona tradicional cuenta con cuatro velas: tres moradas y una rosa. Cada domingo se enciende una vela, marcando el paso del tiempo hacia Navidad. En ocasiones, se añade una quinta vela blanca, conocida como la “vela de Cristo”, que se enciende el 24 de diciembre.

La luz de las velas no solo simboliza la llegada de Cristo como “luz del mundo”, sino que también ofrece un mensaje de esperanza en medio de las largas noches invernales.

Aunque el Adviento tiene raíces profundamente espirituales, una de sus tradiciones más populares hoy en día es el calendario, nacido en Alemania durante el siglo XIX. Los padres luteranos comenzaron a marcar los días previos a Navidad con tiza en las puertas o creando manualmente formas de contar los días con golosinas y versos bíblicos.

Eisenhower introdujo los calendarios de
Eisenhower introdujo los calendarios de Adviento en EE.UU. en los años 50

En 1908, Gerhard Lang, un impresor alemán, creó el primer calendario comercial de Adviento. Inspirado por su madre, quien había confeccionado un calendario casero con puertas de cartón y dulces, Lang introdujo esta idea al mercado, popularizándola rápidamente en Alemania.

La Segunda Guerra Mundial casi acabó con esta tradición, ya que las restricciones de papel en la Alemania nazi dificultaron su producción. Sin embargo, en 1946, el impresor Richard Sellmer revitalizó el concepto, introduciendo los calendarios de Adviento en los Estados Unidos con la ayuda del entonces presidente Dwight D. Eisenhower, quien fue fotografiado abriendo uno con sus nietos en 1953.

De lo religioso a lo secular: la evolución moderna del Adviento

En la actualidad, los calendarios de Adviento han tomado diversas formas, muchas de ellas alejadas de sus orígenes religiosos. Además de los tradicionales chocolates, ahora es posible encontrar calendarios con productos de belleza, juguetes, cervezas o incluso quesos. Grandes marcas han adoptado esta tradición, convirtiéndola en una herramienta comercial.

Hoy, el Adviento conecta diferentes
Hoy, el Adviento conecta diferentes creencias en su celebración global

Aunque algunos critican esta secularización, el calendario de Adviento sigue siendo una forma de unir a familias y generar entusiasmo en los días previos a la Navidad. Para muchos, estos calendarios representan un momento diario de alegría y expectativa en medio de la rutina.

El Adviento sigue siendo una época de gran importancia espiritual para los cristianos, pero también se ha convertido en un periodo de conexión y celebración para personas de diferentes creencias. Desde las velas encendidas en una corona hasta los chocolates escondidos detrás de pequeñas puertas, esta tradición encapsula un espíritu de preparación, esperanza y gozo que trasciende las barreras religiosas.

Ya sea que se celebre en una iglesia, en casa con una corona de Adviento, o con un calendario lleno de dulces, el Adviento nos recuerda que, incluso en los días más oscuros del invierno, siempre hay luz y esperanza por delante.

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