En los confines de Dubái, donde las dunas doradas se mezclan con los reflejos de rascacielos, un curioso grupo de visitantes ha encontrado refugio: las maras patagónicas, roedores originarios de Argentina que ahora recorren los Lagos Al Qudra, según difundió AP. Este rincón del desierto, conocido por sus lagos artificiales en forma de corazones y lunas crecientes, se ha convertido en un inusual hábitat para estos animales, con pezuñas y largas patas que evocan una extraña adaptación evolutiva. Su presencia desafía toda lógica y ha despertado preguntas tanto entre científicos como visitantes.
Los Lagos Al Qudra, ubicados a unos 40 kilómetros al sur del centro de Dubái, se levantan como un oasis creado por el hombre. Entre los habituales habitantes de la zona, como gacelas y zorros rojos árabes, ahora se destaca esta especie exótica. Estos lagos están rodeados por una red de caminos para ciclistas y áreas para campistas, convirtiéndolos en un destino popular durante los meses más frescos. Algunos de los lagos incluso fueron diseñados con formas geométricas y figuras simbólicas, como corazones, para atraer visitantes.
Maras patagónicas
Las maras patagónicas son animales autóctonos del centro y sur de Argentina. Con orejas grandes, patas alargadas y un tamaño que recuerda al de un conejo grande, estos mamíferos herbívoros son conocidos por su capacidad de adaptarse a ecosistemas abiertos. Estos animales son una especie habitual en colecciones zoológicas y que, en su hábitat natural, son cazados por depredadores como los pumas.
Jacky Judas, experto en fauna de los Emiratos, menciona en su contribución al libro A Natural History of the Emirates: “Este gran roedor no está adaptado a vivir en ambientes áridos, aunque en ausencia de sus depredadores habituales, como los pumas, posiblemente pueda sobrevivir en hábitats modificados”.
El enigma de su llegada
Cómo estas maras llegaron hasta los Lagos Al Qudra sigue siendo un misterio. Según Associated Press, las autoridades locales no han ofrecido explicaciones, aunque se sospecha que los animales podrían haber escapado de una propiedad cercana o incluso de una colección privada. El texto plantea la posibilidad de que las maras, “presentes en el zoológico Dubai Safari Park”, hayan encontrado un camino hacia la libertad. Sin embargo, la distancia entre ambos lugares y la falta de avistamientos intermedios complican la hipótesis.
La proliferación de estas maras podría estar relacionada con la tenencia irresponsable de animales exóticos, un problema conocido en los Emiratos. Estos animales han sido objeto de tráfico internacional, apareciendo en lugares tan distantes como Colorado, Estados Unidos, y Grecia, donde se encontraron ejemplares en vehículos durante intentos de contrabando.
Las temperaturas extremas y la aridez del desierto en Dubái no representan el hábitat natural para las maras patagónicas, pero estas han encontrado formas de adaptarse. Los lagos artificiales y los espacios verdes creados en los Lagos Al Qudra han sido esenciales para su supervivencia. Jacky Judas explica: “En ausencia de sus depredadores habituales, como los pumas, posiblemente puedan sobrevivir en hábitats modificados con plantaciones de árboles, césped y estanques”. Aunque las temperaturas en verano alcanzan regularmente los 45°C, las maras han prosperado en este entorno protegido de amenazas naturales.
La presencia continua de las maras en los Lagos Al Qudra desde 2020, lo que indica un crecimiento poblacional sostenido. Esta especie, conocida por formar vínculos de pareja permanentes, tiene un ciclo reproductivo particular. Las hembras entran en celo pocas veces al año y solo durante 30 minutos por ocasión, dando a luz entre una y tres crías por camada. Este comportamiento reproductivo, aunque limitado, ha sido suficiente para que se estime que hasta 200 ejemplares habiten en la zona, gracias a la ausencia de depredadores importantes y la abundancia de alimento.
Problemas derivados de la presencia de especies exóticas
Los Emiratos Árabes Unidos tienen un historial de problemas relacionados con la introducción de especies exóticas. La posesión de animales salvajes y en peligro de extinción, aunque ilegal, ha sido documentada con frecuencia. Hombres emiratíes han sido vistos con leones como mascotas en coches de lujo y que en 2021 se emitió una advertencia oficial tras el avistamiento de un “gato salvaje” en un vecindario residencial. Además, las maras no son una excepción en el tráfico de especies.
La introducción de una especie no nativa siempre plantea riesgos para los ecosistemas locales. Aunque las maras no representan una amenaza directa para los humanos, su impacto a largo plazo sobre la flora y fauna de los Lagos Al Qudra es incierto. Su presencia podría alterar las dinámicas de las especies locales, especialmente debido a su competencia por recursos. Por otro lado, la falta de predadores naturales, como menciona Jacky Judas, asegura su proliferación descontrolada, lo que podría desestabilizar el ecosistema.