Internado en un hospital psiquiátrico en Saint-Rémy-de-Provence, Vincent van Gogh encontró inspiración en las flores del jardín que lo rodeaban. El resultado fue “Lirios”, una obra maestra que capturó la atención del mundo. Sin embargo, los brillantes tonos azules que han asombrado a generaciones de espectadores son en realidad un reflejo del tiempo, no de la intención del pintor. Según revela una nueva exposición en el Centro Getty de Los Ángeles, los lirios que hoy vemos en azul eran originalmente violetas, un color que se desvaneció con los años debido a la sensibilidad del pigmento a la luz.
La exposición que revela la verdad tras los lirios
La muestra titulada “Ultravioleta: nueva luz sobre los lirios de Van Gogh” ofrece una visión única sobre cómo la obra del maestro holandés ha cambiado con el tiempo. Organizada por el Centro Getty de Los Ángeles, esta exposición combina la experiencia de conservadores y científicos para revelar cómo la acción de la luz ha transformado los colores originales de la pintura. El resultado más llamativo de este esfuerzo es una versión reconstruida de los lirios, que muestra el vívido tono violeta que Van Gogh concibió originalmente.
“El cierre del museo durante la pandemia de Covid nos dio la oportunidad de llevar la pintura al estudio para realizar un análisis exhaustivo”, explicó Timothy Potts, director del Centro Getty en un comunicado. Esta colaboración interdisciplinaria no solo desentrañó los secretos detrás de los cambios cromáticos, sino que también permitió comprender mejor las técnicas y materiales que el pintor empleó en su obra.
Los lirios en el jardín del hospital: el contexto de una obra única
El 9 de mayo de 1889, un día después de ingresar al hospital psiquiátrico de Saint-Rémy-de-Provence, Vincent van Gogh encontró consuelo en los jardines de la institución. En medio de su lucha contra la enfermedad mental, el pintor neerlandés comenzó a plasmar su entorno en lienzos. Una de las primeras obras que surgió de este período fue “Lirios”, un estudio vibrante de las flores que crecían en el lugar.
Van Gogh le escribió a su hermano Theo ese mismo día para compartir su estado de ánimo y describir los proyectos en los que trabajaba: “Lirios violetas y un arbusto de lilas... dos temas tomados del jardín”. La carta muestra su optimismo por estar en el hospital y su capacidad de convertir la adversidad en arte. Durante su estancia de un año en Saint-Rémy, el artista creó más de 150 pinturas, entre ellas varias de sus obras más icónicas.
La ciencia detrás del cambio de color en “Lirios”
Para desentrañar los misterios detrás de los cambios cromáticos en “Lirios”, un equipo del Centro Getty empleó tecnología avanzada, como espectroscopia de fluorescencia de rayos X y microscopios estereoscópicos. Estas herramientas permitieron analizar en detalle la composición química de la pintura. Los científicos descubrieron que el pigmento original de color violeta, logrado mediante una mezcla de azul y un rojo llamado laca de geranio, se degradó con el tiempo debido a su alta sensibilidad a la luz.
“El desvanecimiento del componente rojo es la razón por la que los lirios hoy parecen azules”, le explicó Devi Ormond, conservadora del Getty a Hyperallergic. Este fenómeno no es raro en obras de finales del siglo XIX, ya que muchos pigmentos de la época no eran lo suficientemente estables para resistir décadas de exposición a la luz.
Curiosamente, los análisis también revelaron detalles inesperados, como un fragmento de polen de un pino piñonero incrustado en la pintura, lo que vincula aún más la obra con el jardín del hospital donde Van Gogh la creó.
Un legado cultural atemporal
Desde su creación, “Lirios” ha sido elogiada tanto por críticos como por coleccionistas. En 1889, Theo van Gogh, hermano del pintor, envió la obra al Salón de los Independientes de París, donde fue exhibida y posteriormente vendida. La crítica la alabó por su dinamismo y su paleta única. El francés Octave Mirbeau, su primer propietario, escribió en un comunicado: “¡Qué bien ha comprendido la naturaleza exquisita de las flores!”.
Al menos otro relato del siglo XIX afirma que los lirios de Vincent van Gogh eran morados: en septiembre de 1889, el crítico de arte Félix Fénéon escribió sobre las habilidades de Van Gogh como colorista, ejemplificadas por las “manchas violetas” de las flores en Irises, según Martin Bailey del Art Newspaper.
Actualmente, “Lirios” es más que una pintura: es un testimonio de la capacidad de Van Gogh para transformar lo cotidiano en arte atemporal. Gracias a las investigaciones y reconstrucciones, los espectadores pueden apreciar esta obra como una ventana al pasado y al proceso creativo del artista.
Colaboración internacional para una visión completa
La exposición “Ultravioleta: nueva luz sobre los lirios de Van Gogh” no solo destaca el trabajo científico del Centro Getty, sino también la colaboración con instituciones de renombre como el Museo Van Gogh de Ámsterdam. Este prestó una réplica de la caja de hilos de colores que Van Gogh utilizó para experimentar con combinaciones de tonos antes de trasladarlas al lienzo.
Este objeto, esencial en el proceso creativo del artista, ayuda a los visitantes a comprender cómo visualizaba éste sus obras. La caja muestra cómo la elección de colores y texturas era un acto deliberado que reflejaba su visión única del mundo.
La exposición, al integrar tecnología avanzada, análisis histórico y préstamos internacionales, representa un modelo de convergencia y cooperación del arte y la ciencia para ofrecer una perspectiva renovada sobre un clásico. “Lirios”, presentado junto a estos elementos, permite al público explorar tanto el pasado como el presente de la obra con una profundidad sin precedentes.