En un avance significativo desde el desastre nuclear de 2011, un robot controlado a distancia logró extraer por primera vez un pequeño fragmento de combustible fundido del interior de la planta nuclear Fukushima Daiichi, en Japón.
Esta muestra, recogida con precisión y seguridad, representa un hito para la compleja tarea de desmantelamiento de la planta afectada por el terremoto y tsunami que provocaron la fusión de tres de sus reactores hace más de una década.
El logro fue alcanzado por un equipo de Tokyo Electric Power Company Holdings (TEPCO), que administra la planta y lideró diversos intentos de recuperación del combustible radioactivo residual desde el accidente, según informó en un artículo la agencia de noticias The Associated Press.
Para esta misión, los investigadores emplearon un robot extensible llamado “Telesco”, diseñado específicamente para operar en entornos de alta radiación. Con una estructura similar a una caña de pescar, el robot pudo cortar un fragmento de combustible del tamaño de un trozo de granola, aproximadamente 5 milímetros, desde el fondo del recipiente de contención del reactor N.º 2.
Este fragmento es parte de un montículo de escombros y combustible fundido, lo que convierte a la muestra en un elemento esencial para futuras pruebas. El robot regresó exitosamente a su contenedor, sujetando el fragmento entre sus pinzas, lo que permitió su almacenamiento seguro fuera del reactor.
Problemas y retrasos con la misión
La misión de extracción de combustible fundido en Fukushima Daiichi, inicialmente programada para completarse en dos semanas, enfrentó varios contratiempos que retrasaron significativamente su ejecución, según informó el medio británico The Guardian.
Según TEPCO, uno de los primeros obstáculos fue un error de procedimiento que demoró el avance de los trabajos casi tres semanas. Posteriormente, las dos cámaras integradas en el robot, esenciales para que los operadores pudieran visualizar las áreas de trabajo desde la sala de control remoto, dejaron de funcionar. Esto obligó al equipo a retirar el robot por completo del reactor para reemplazar las cámaras, antes de que pudiera reanudarse la operación.
Los problemas técnicos y las interrupciones extendieron el tiempo de la misión y dejaron en evidencia los desafíos técnicos y logísticos de trabajar en un entorno tan hostil y complejo. Finalmente, tras superar estos inconvenientes, el equipo de TEPCO logró que el robot completara su misión el pasado lunes, lo que permitió la recolección segura de la muestra de combustible en el interior del reactor.
El objetivo e importancia de la misión
La recuperación de este pequeño fragmento de combustible fundido es clave para los ambiciosos planes de desmantelamiento de la planta nuclear Fukushima Daiichi.
De acuerdo con TEPCO y el gobierno japonés, la meta es completar la limpieza de los reactores dañados en un plazo de entre 30 y 40 años, un objetivo que varios expertos consideran demasiado optimista.
Aun así, la muestra extraída por el robot Telesco representa un paso crítico para evaluar el estado del material residual y para diseñar estrategias y tecnologías que puedan hacer viable esta compleja tarea de desmantelamiento.
Akira Ono, jefe de la planta, señaló que este pequeño fragmento puede proporcionar datos cruciales sobre la composición y el comportamiento del combustible fundido, información esencial para planificar las siguientes fases de la operación, según el artículo de The Associated Press.
La muestra ayudará a desarrollar tecnologías robóticas avanzadas que puedan navegar en el entorno altamente radioactivo del reactor, donde aún permanecen aproximadamente 880 toneladas de combustible fundido.
Además, la investigación sobre esta muestra permitirá a los ingenieros comprender mejor cómo se propagó el material radiactivo durante el accidente de 2011, lo que podría proporcionar valiosas lecciones para mejorar la seguridad nuclear en el futuro.