La desaparición de Lord Lucan se convirtió en un enigma de proporciones legendarias, comparable a los misterios más oscuros de la literatura policial británica. El 7 de noviembre de 1974, un crimen brutal sacudió a la aristocracia inglesa: la niñera Sandra Rivett fue asesinada a golpes en la casa familiar de los Bingham y, esa misma noche, el principal sospechoso, Richard John Bingham, el séptimo conde de Lucan, desapareció sin dejar rastro.
La combinación de su vida privilegiada, sus problemas financieros y la brutalidad de los eventos que llevaron a su desaparición dieron lugar a uno de los casos más polémicos y mediáticos de la historia reciente de Inglaterra.
Richard John Bingham nació en Londres en 1934, hijo de una prominente familia de la aristocracia británica. Durante su juventud, desarrolló un gusto por los juegos de azar, que definirían gran parte de su vida. En su adolescencia, fue introducido en el mundo lúdico por compañeros de colegio en el prestigioso Eton College y, desde entonces, nunca dejó de apostar. Este vicio lo llevó a abandonar su empleo en un banco tras ganar una noche 26.000 libras en una partida de cartas: “¿Por qué debería trabajar cuando puedo ganar el dinero de un año en una sola noche en las mesas?”, le dijo a su jefe al despedirse. Entre apuestas, relaciones de la alta sociedad y una vida de lujos, se ganó el apodo de “Lucky Lucan”.
El asesinato de Sandra Rivett
El 7 de noviembre de 1974, la vida de los Lucan cambió para siempre. Ese día, Sandra Rivett, niñera de los hijos de Lord y Lady Lucan, fue brutalmente golpeada hasta la muerte en el sótano de la residencia familiar. La noche del asesinato, Lord Lucan irrumpió en la casa con una llave que aún conservaba, convencido de que encontraría a su esposa bajando a la cocina. La violencia del ataque fue tal que la policía encontró el cuerpo de Rivett dentro de una bolsa de correo de origen estadounidense, un detalle se lo calificó como uno de los muchos misterios que rodean el caso.
Poco después del ataque, Lady Lucan, que también fue agredida, escapó para pedir ayuda en un pub cercano. Según relató a las autoridades, fue su exmarido quien intentó matarla, posiblemente confundiéndola con la niñera en la oscuridad.
Esa misma noche, Lord Lucan huyó de la escena del crimen, llamó a su madre alegando que vio a un extraño atacando a su esposa y luego se dirigió a la casa de su amigo Ian Maxwell-Scott en Sussex. Al día siguiente, la policía encontró su coche abandonado cerca del puerto de Newhaven, con manchas de sangre y una tubería de plomo, similar al arma utilizada en el ataque. A partir de ese momento, comenzaron las teorías sobre su fuga. Scotland Yard siguió decenas de pistas durante años, con supuestos avistamientos en lugares tan distantes como Australia, India y Sudáfrica, pero sin obtener pruebas concretas.
La desaparición de Lord Lucan dio paso a una fiebre mediática sin precedentes en el Reino Unido y en varios países del mundo. La fascinación pública por el aristócrata fugitivo convirtió el caso en un fenómeno de cultura popular, inspirando libros, documentales y hasta ficciones que giran en torno a su enigmática huida. Era habitual que la gente hiciera chistes sobre su paradero, asociándolo incluso con el célebre caballo de carreras Shergar, robado en 1983 y que también desapareció sin dejar rastro. No obstante, a medida que se profundizaba en el caso, los investigadores y el público comenzaron a notar que, detrás de toda la expectación, había un crimen violento que había destrozado una familia.
Mientras el caso se volvía un símbolo de especulación mediática, la familia de Lucan se sumió en una tragedia propia. Tras años de declaraciones en las que Lady Lucan culpó a su esposo de su inestabilidad emocional, incluso recordando los abusos físicos que, según ella, habían afectado su salud mental, la relación con sus hijos se deterioró profundamente.
En 2017, cuando falleció, se descubrió que había dejado toda su herencia a obras de caridad, excluyendo a sus hijos de cualquier beneficio; dicha exclusión subrayó el trauma familiar que este crimen sembró para siempre.
Dónde está Lord Lucan
El paradero se mantuvo en el misterio durante décadas. Teorías sobre su muerte o supervivencia circularon ampliamente, desde su posible suicidio en el Canal de la Mancha hasta su presunta huida a regiones remotas de África, Asia y América del Sur. Según Telegraph, algunos amigos poderosos podrían haber facilitado su fuga, ya que varios de ellos contaban con recursos como propiedades extranjeras y jets privados, que le habrían permitido vivir oculto sin ser detectado.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos de Scotland Yard e Interpol para seguir cada pista, ninguna investigación logró resultados concluyentes. En 2016, la justicia británica finalmente declaró su muerte oficial, cerrando el caso judicial sin esclarecer el destino final del aristócrata.
A día de hoy, Lord Lucan es mucho más que un nombre en la historia criminal británica, es una sombra perpetua, un fantasma aristocrático que vaga entre rumores y teorías imposibles de enterrar. Su desaparición sigue siendo el hilo suelto en un relato que parece desafiar el tiempo, como si él mismo se hubiese convertido en el protagonista eterno de un misterio sin desenlace. Aunque la justicia selló su muerte, el mito de Lucan se resiste a descansar, recordando que algunos secretos parecen hechos para deslizarse entre las sombras y permanecer para siempre fuera del alcance de la verdad.