En los últimos meses, Italia ha dado un paso firme hacia la construcción de una de las infraestructuras más ambiciosas de su historia: un puente colgante que unirá la península con la isla de Sicilia a través del estrecho de Messina. Tras años de debates y retrasos, finalmente se ha aprobado el proyecto para levantar el que será el puente colgante más largo del mundo. Con una longitud de 3.600 metros, esta obra no solo representará un logro monumental en la ingeniería moderna, sino que también conectará dos regiones claves del país, impulsando el transporte y la economía local.
El puente, diseñado por el arquitecto Marchisiana Saverio Adriano, contará con tecnología de vanguardia para garantizar su seguridad en una de las zonas más sísmicamente activas de Europa. Con capacidad para resistir terremotos de hasta 7,5 en la escala de Richter y soportar vientos de hasta 300 kilómetros por hora, la infraestructura ha sido diseñada bajo los más altos estándares internacionales. Según las autoridades italianas, no solo será una maravilla de la ingeniería, sino también una pieza clave para el futuro desarrollo del sur de Italia.
Qué se sabe sobre el puente que se construirá entre Sicilia y Villa San Giovanni
La construcción de un puente que conecta el continente italiano con la isla de Sicilia es una idea que lleva décadas en la mesa de discusión. En 2009, el gobierno italiano estuvo a punto de aprobar la obra, y nuevamente en 2013, el proyecto estuvo cerca de comenzar, pero ambos intentos terminaron en fracaso. La empresa encargada de la construcción, Società Stretto di Messina, se vio obligada a paralizar las obras y, posteriormente, entró en un proceso de liquidación. Durante años, el proyecto se estancó debido a problemas financieros, políticos y preocupaciones sobre su viabilidad técnica en una zona geológicamente inestable.
Sin embargo, el reciente interés del gobierno actual en retomar la construcción ha devuelto el plan a la agenda nacional, esta vez con importantes mejoras en seguridad y estándares ambientales. En enero de 2024, el gobierno de Italia, encabezado por el ministro de Infraestructura y Transporte, Matteo Salvini, dio luz verde al proyecto con la promesa de adaptar el diseño a los nuevos desafíos geológicos y ambientales de la región. La obra se perfila ahora como una prioridad estratégica para Italia, que busca culminar un sueño largamente postergado.
Uno de los aspectos clave que permitirá la construcción del puente entre Sicilia y la península italiana es la financiación. El costo total estimado para llevar a cabo el proyecto asciende a unos 4600 millones de euros, una cifra considerable que ha sido motivo de debate durante años. No obstante, el respaldo de la Unión Europea (UE) ha sido fundamental para reactivar la obra. Recientemente, la Società Stretto di Messina, empresa constructora, firmó un acuerdo con la Agencia Ejecutiva de Clima, Infraestructura y Medio Ambiente de la Comisión Europea, que cubrirá el 50% de los costos del diseño ejecutivo de la infraestructura ferroviaria, facilitando así el avance del proyecto.
Este apoyo financiero de la UE no solo refuerza la viabilidad económica de la construcción, sino que también resalta la importancia del puente en el contexto de la infraestructura europea. Al conectar dos regiones estratégicas a través del estrecho de Messina, el puente mejorará significativamente las conexiones ferroviarias y de transporte en general, reduciendo la dependencia de aviones y transbordadores, y fomentando un desarrollo más sostenible.
Uno de los principales beneficios que se espera con la construcción del puente sobre el estrecho de Messina es el impulso económico para el sur de Italia, una región que históricamente ha enfrentado desafíos de desarrollo en comparación con el norte del país. Según el ministro de Infraestructura, Matteo Salvini, el puente será un “motor de crecimiento” para la zona, facilitando el comercio y mejorando la movilidad entre la isla de Sicilia y el resto del continente.
Además de su impacto económico, el puente se perfila como una importante atracción turística, ya que su longitud y tecnología lo convertirán en una de las maravillas de la ingeniería moderna. Se espera que la nueva infraestructura también mejore considerablemente el transporte de pasajeros y mercancías. Actualmente, las opciones para viajar entre Sicilia y el continente se limitan a transbordadores y aviones, lo que dificulta una conexión fluida y rápida. Con el puente, los viajeros podrán cruzar directamente en tren, lo que no solo reducirá los tiempos de desplazamiento, sino que también ofrecerá una alternativa más sostenible y eficiente.
Este proyecto, más allá de su valor funcional, representa una inversión en la modernización de la infraestructura de transporte italiana, lo que podría tener efectos positivos a largo plazo en la cohesión y el desarrollo de toda la región mediterránea.
Cuáles son los puentes colgantes más largos del mundo
Los puentes colgantes son estructuras arquitectónicas impresionantes que conectan diversos puntos geográficos, a menudo superando grandes extensiones de agua o terreno montañoso. Los diez puentes colgantes más largos del mundo destacan por su ingeniería avanzada y sus majestuosas proporciones. Estas 10 colosales construcciones no solo son obras maestras de la ingeniería, sino que también representan importantes conexiones para el transporte y el comercio en diferentes regiones del mundo.
1. Puente de Capilano (Canadá)
Fue construido en 1889, y tiene 163 metros de largo. Se encuentra a 70 metros del suelo y, debido a la gran altura, en 1956 agregaron barandillas para evitar accidentes y brindar seguridad a quienes se atrevan a cruzarlo.
Los árboles de más de 300 años que lo rodean componen un paisaje mágico, y forman parte del parque que lleva el mismo nombre que el puente. Atravesarlo brinda una experiencia inigualable de cercanía con la naturaleza.
2. Puente Langkawi Sky (Malasia)
Este puente es toda una proeza arquitectónica. La estructura entera se encuentra sostenida por tan solo una columna y ocho cables que la mantienen estable a 700 metros sobre un abismo.
Con vistas tanto al mar como a las montañas, esta plataforma tiene 125 metros de largo y es completamente curva, lo que significa que al recorrerla se consigue tener una mirada panorámica del paisaje.
3. Pasarela Aiguille du Midi (Francia)
Más que un puente es una corta pasarela, pero no por eso deja de ser impresionante. Para llegar a ella se debe viajar en el “teleférico más vertical del mundo durante 20 minutos”, según explican desde Condé Nast.
Desde ella, ya a 3.800 metros de altura, se pueden apreciar los Alpes tanto de Francia, como de Italia y Suiza en todo su nevado esplendor.
4. Puente Baluarte (México)
“En la Sierra Madre Occidental, al norte de México, encontramos el Puente Baluarte. Inaugurado en enero de 2012, esta gigantesca pasarela de hormigón mide 1.124 metros y forma parte de la carretera Mazatlán – Durango, que une la ciudad costera de Mazatlán con Victoria de Durango”, comenta la publicación de viajes.
La construcción de este puente a 403 metros de altura comenzó en 2008, pero no fue hasta 2012 que se abrió al público.
Para mejor referencia, la distancia mayor desde el suelo se asemeja a la altura que tiene el Empire State Building, famoso rascacielos de la ciudad estadounidense de Nueva York.
5. Titlis Cliff Walk (Suiza)
El Titlis Cliff Walk abrió al público en el año 2012 y, como su nombre en inglés lo indica, se debe cruzar caminando. Es considerado el puente colgante más alto de Europa. Esto puede presentar un desafío considerable para aquellas personas con acrofobia, ya que se encuentra a 3.020 metros del suelo.
Su recorrido, que une la cima del Monte Titlis con el telesillas Ice Flyer del glaciar, se puede completar con aproximadamente 150 pasos.
6. Puente de Clifton (Inglaterra)
El propósito original de este puente se remonta al siglo XIX, cuando fue construido para que pasen las caballerías. Hoy en día ese rol lo cumplen los autos que lo cruzan.
Debido a su larga historia, se convirtió en un símbolo del condado de Bristol. Atraviesa en las alturas la garganta del río Avon y une la localidad de Clifton, en Bristol, con Leigh Woods en el condado vecino de Somerset.
Además, es el lugar ideal para observar los gigantes globos aerostáticos que vuelan durante la Fiesta Internacional de los Globos que se realiza todos los años en esa región.
7. Carrick-a-rede Rope Bridge (Irlanda)
“Un puente de cuerda que nos pone los pelos de punta”, aseguran los especialistas de Condé Nast, y agregan que “este delicado puente parece diminuto ante las dos impresionantes colinas que lo sujetan”. Se encuentra en Irlanda del Norte sobre un abismo a 30 metros sobre el mar.
Sus 20 metros de longitud comprenden el camino que decidieron construir los pescadores para llegar a la isla Carrickarede, y luego de muchos años, debido a su atractivo turístico, fue renovado para que más personas puedan cruzarlo de manera segura.
8. Royal Gorge Bridge (Estados Unidos)
Este impresionante puente colgante construido en 1929 es uno de los más altos del mundo con sus 321 metros de altura sobre el río Arkansas. Se encuentra en el estado de Colorado, Estados Unidos, y más de 200.000 personas por año cruzan sus 268 metros de largo para admirar el parque natural, conformado por mesetas y valles, que lleva su nombre.
Sigue siendo el puente más alto de los Estados Unidos y estuvo entre los diez puentes más altos del mundo hasta 2001.
9. Puente Trift (Suiza)
El puente colgante Trift, en medio de los Alpes suizos, está suspendido a 100 metros de altura sobre el valle del glaciar homónimo. Sus 170 metros de largo se recorren a pie y brindan vistas sorprendentes de las colinas circundantes.
El puente previo, construido en 2004, fue reemplazado por el actual más seguro y estable en 2009 y desde ese año se puede cruzar para vivir una aventura repleta de adrenalina.
10. Puente Aizhai (China)
Desde Condé Nast explican la fabulosa creación de este puente: “Construido para unir dos túneles, el puente Aizhai es otra de las obras de ingeniería china que reta a las leyes de la gravedad y a la caprichosa naturaleza”.
Está a 355 metros de altura sobre un gran cañón, el cual fue el responsable de la construcción del puente, ya que necesitaban una manera más rápida para cruzar de un lado al otro del accidente geográfico.