En 2025, los románticos podrían llevar su relación al espacio, literalmente. La agencia parisina ApoteoSurprise, conocida por sus propuestas de matrimonio extravagantes, promete una experiencia única: una cena romántica en el espacio. A bordo de una cápsula espacial llevada por un globo estratosférico, una pareja podrá disfrutar de una cena de alta gastronomía mientras contempla la curvatura de la Tierra desde 35 km de altitud. Aunque la idea suena futurista y extraordinaria, la posibilidad de hacerla realidad en tan poco tiempo deja espacio para el escepticismo.
Una experiencia fuera de este mundo: cena a 35 kilómetros de altura
La propuesta de consiste en un viaje en una cápsula presurizada que, gracias a un globo estratosférico inflado con helio, ascenderá hasta 35 kilómetros sobre la superficie terrestre. Desde allí, los pasajeros podrán disfrutar de vistas impresionantes de 360 grados del planeta y del espacio exterior a través de grandes ventanales, una experiencia similar a la que han vivido poco más de 600 astronautas. La agencia promete que los enamorados sentirán el “overview effect”, una transformación cognitiva que conecta a los humanos con la inmensidad del cosmos y cambia su percepción de la Tierra.
A pesar de lo atractivo de la experiencia, la realidad técnica de enviar a personas a tal altitud en una cápsula llevada por un globo y garantizar su seguridad y comodidad plantea dudas sobre si todo estará listo en 2025. Las barreras logísticas y los desafíos de ingeniería relacionados con este tipo de vuelos todavía no fueron superados de manera masiva para turistas.
Gastronomía estelar y tecnología de punta
Durante el viaje, los clientes disfrutarán de una cena de cinco platos preparada por un chef francés con dos estrellas Michelin. Este toque gourmet añade un nivel de lujo al ya impresionante panorama espacial. No obstante, las dificultades de mantener la calidad gastronómica en un entorno presurizado y bajo condiciones de microgravedad –si bien no hay ingravidez completa en esta altitud– también son un desafío técnico no menor.
La cena será servida por un robot llamado StellarEmbrace, creado en colaboración con una startup británica. Este robot con inteligencia artificial se adaptará a las emociones y deseos de los comensales, ofreciendo una experiencia interactiva sin igual. Desde entregar un ramo de rosas hasta recordar al pretendiente que ha llegado el momento de proponer matrimonio, StellarEmbrace es pieza clave en la narrativa romántica que propone ApoteoSurprise.
Propuesta de matrimonio en el espacio
El momento más esperado del viaje será la propuesta de matrimonio, cuidadosamente coreografiada por ApoteoSurprise. Durante la cena, el robot StellarEmbrace entregará un cofre luminoso con un código secreto que el pretendiente deberá recordar para abrir. Al hacerlo, el cofre revelará un lujoso anillo de compromiso, sellando la promesa de amor en lo que se describe como “la eternidad del espacio”. Este evento será grabado en su totalidad, desde la llegada a la cápsula hasta el descenso final, para que la pareja pueda revivir el momento una y otra vez.
Aunque la agencia realizó más de 2000 propuestas de matrimonio espectaculares, desde despliegues de rosas sobre yates hasta escenas al pie de la Torre Eiffel, la posibilidad de llevar a cabo una propuesta en el espacio sigue siendo un desafío considerable. ApoteoSurprise aún no compartió detalles precisos sobre los socios tecnológicos que harían viable esta aventura, lo que invita a preguntarse si realmente este proyecto puede materializarse en el corto plazo.
Un historial de propuestas únicas
Desde su fundación en 2006 por Nicolas Garreau, ingeniero aeronáutico, ApoteoSurprise hizo de las propuestas de matrimonio una experiencia espectacular. Con sede en París, la agencia ofrece más de 30 escenarios personalizados, desde la aparición de la carroza de Cenicienta hasta lluvias de rosas en cenas de lujo. Entre sus clientes se incluyen celebridades y figuras políticas, lo que ha consolidado su reputación en el mundo de los eventos románticos.
Sin embargo, aunque la agencia creó experiencias inolvidables en la Tierra, llevar este concepto al espacio es una tarea de una magnitud completamente diferente. El desarrollo de tecnología espacial para turismo apenas está en sus primeras fases, y las pruebas a gran escala para viajes de esta índole todavía son limitadas.
La ciencia detrás del romance espacial
El viaje sobrevolaría el 99% de la atmósfera terrestre, una hazaña que solo ha sido experimentada por astronautas profesionales hasta ahora. En este punto, la pareja no experimentaría ingravidez, pero sí sentiría la cercanía del espacio exterior y el alejamiento de la Tierra, vistas solo por los tripulantes de misiones espaciales.
Este tipo de experiencias plantea interrogantes no solo en términos de ingeniería, sino también de costos y accesibilidad. Aunque la tecnología de globos estratosféricos ha sido explorada en misiones científicas, la comercialización de estos vuelos para el turismo aún está en una fase temprana. Empresas como SpaceX y Blue Origin, líderes en la carrera por el turismo espacial, aún no comenzaron vuelos regulares y accesibles para civiles a estas altitudes.
Aunque la idea de una propuesta de matrimonio a bordo de una cápsula espacial es cautivadora, los aspectos técnicos y logísticos necesarios para su implementación dejan margen para el escepticismo. La ingeniería detrás de los globos estratosféricos, la presurización de cápsulas y la integración de experiencias gastronómicas de alta gama en condiciones extremas aún no se han probado para un público comercial.