Un refugio en la naturaleza: cómo es el hotel más antiguo del mundo

Situado en la región montañosa de Akaishi, en Japón, ofrece vistas impresionantes al Monte Fuji y al río Haya, en un entorno de tranquilidad absoluta

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Fundado en el siglo VIII, el Nishiyama Onsen Keiunkan ostenta el récord Guinness como el hotel más antiguo del mundo
Fundado en el siglo VIII, el Nishiyama Onsen Keiunkan ostenta el récord Guinness como el hotel más antiguo del mundo

En las montañas de Japón, en un rincón tranquilo y apartado, se encuentra un lugar que ha resistido el paso del tiempo de una manera casi milagrosa. El Nishiyama Onsen Keiunkan, un hotel que abrió sus puertas en el año 705, ha permanecido en funcionamiento continuo durante más de 1.300 años. Este legendario ryokan, reconocido por el Libro Guinness de los Récords como el hotel más antiguo del mundo, ha sido transmitido a lo largo de 53 generaciones de la misma familia, convirtiéndose en un verdadero testigo de la historia japonesa.

El Nishiyama Onsen Keiunkan no es solo un hotel, sino una reliquia viva de la tradición, que ha visto pasar desde samuráis hasta emperadores. A pesar de los cambios a lo largo de los siglos, su esencia permanece intacta, combinando la hospitalidad japonesa tradicional con la serenidad de sus aguas termales, lo que sigue atrayendo a visitantes de todo el mundo.

Ubicación y características del hotel

El Nishiyama Onsen Keiunkan se encuentra en el pintoresco pueblo de Hayakawa, dentro de la prefectura de Yamanashi, al pie de las majestuosas montañas de Akaishi y a unas dos horas del icónico Monte Fuji. Su ubicación, rodeada de naturaleza exuberante y atravesada por el río Haya, proporciona un ambiente de absoluta paz y aislamiento, lo que ha convertido al hotel en un refugio ideal para aquellos que buscan desconectar del mundo moderno.

Durante 53 generaciones, la familia fundadora ha mantenido el Nishiyama Onsen Keiunkan como un ejemplo de hospitalidad y tradición en Japón
Durante 53 generaciones, la familia fundadora ha mantenido el Nishiyama Onsen Keiunkan como un ejemplo de hospitalidad y tradición en Japón

El hotel combina elementos arquitectónicos tradicionales y modernos. A pesar de su antigüedad, se ha adaptado cuidadosamente a las necesidades contemporáneas, con un edificio de cuatro pisos que mezcla estructuras de acero y madera, manteniendo siempre un equilibrio entre la modernidad y la preservación de su legado histórico. Sus 37 habitaciones, decoradas en estilo japonés, cuentan con suelos de tatami, puertas corredizas de papel, y amplias ventanas que permiten disfrutar de vistas impresionantes de los paisajes montañosos.

Entre los mayores atractivos del Nishiyama Onsen Keiunkan se encuentran sus habitaciones con bañeras de hidromasaje al aire libre, desde donde los huéspedes pueden disfrutar de vistas espectaculares al Monte Fuji y al entorno natural. Este equilibrio entre la tradición y la comodidad moderna es parte del encanto que ha mantenido al hotel como un destino de renombre a lo largo de los siglos.

 Las aguas del hotel, ricas en minerales, brotan a 52°C, proporcionando beneficios curativos y una profunda sensación de rejuvenecimiento
Las aguas del hotel, ricas en minerales, brotan a 52°C, proporcionando beneficios curativos y una profunda sensación de rejuvenecimiento

Aguas termales y la tradición Onsen

Uno de los mayores tesoros del Nishiyama Onsen Keiunkan son sus famosas aguas termales, conocidas como onsen, que han sido el principal atractivo del hotel durante más de un milenio. Alimentadas directamente por las aguas subterráneas de la región de Fossa Magna, estas fuentes termales naturales tienen una temperatura promedio de 52°C y se cree que poseen propiedades curativas. Estas aguas, ricas en minerales como sodio y calcio, fluyen a través de los seis baños termales del hotel, que incluyen cuatro al aire libre y dos interiores, todos abiertos las 24 horas del día.

La tradición del onsen está profundamente arraigada en la cultura japonesa, y alojarse en un ryokan como el Nishiyama Onsen Keiunkan ofrece una experiencia inmersiva en esta costumbre milenaria. Los visitantes pueden sumergirse en las cálidas aguas para relajarse y rejuvenecer, mientras disfrutan de las vistas al paisaje montañoso o al río cercano. Además de sus beneficios físicos, los baños termales también ofrecen una conexión espiritual con la naturaleza, invitando a los huéspedes a desconectar de sus preocupaciones diarias.

El hotel se encuentra a dos horas del Monte Fuji, rodeado de montañas y ríos, ofreciendo un escape perfecto para quienes buscan paz y conexión con la naturaleza
El hotel se encuentra a dos horas del Monte Fuji, rodeado de montañas y ríos, ofreciendo un escape perfecto para quienes buscan paz y conexión con la naturaleza

La experiencia de alojarse en un Ryokan japonés

El Nishiyama Onsen Keiunkan no solo ofrece alojamiento, sino una auténtica inmersión en la tradición japonesa. Al ser un ryokan, este tipo de hospedaje va más allá de una simple estancia en un hotel: es una experiencia cultural completa. Las habitaciones, con suelos de tatami (esteras de paja tejida), están equipadas con futones para dormir, en lugar de camas convencionales, proporcionando un ambiente de serenidad y simplicidad.

El día en un ryokan se complementa con detalles que hacen de la estadía una experiencia especial. Al llegar, los huéspedes reciben un yutaka, una vestimenta tradicional similar a una bata, que pueden usar durante su estancia, incluso para ir a los baños termales o a las comidas. Cada aspecto del ryokan está diseñado para ofrecer una experiencia íntima con la cultura y la hospitalidad japonesa.

La estancia incluye una cena estilo kaiseki, un festín de varios platos que utiliza ingredientes de temporada y locales, cuidadosamente seleccionados y presentados de manera artística. Este ritual gastronómico es tan importante como el descanso en los baños termales y permite a los visitantes degustar la cocina japonesa tradicional, mientras se sumergen en la atmósfera del pasado.

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