El reloj marcaba el kilómetro 40 cuando Mike Humphreys sintió que sus piernas ardían, como si el esfuerzo de los maratones anteriores se acumulara golpe a golpe. Pero no se detuvo. Mientras corría en solitario por las calles de Barcelona, con la mirada fija en la meta, su verdadero impulso venía de un recuerdo: dos amigos cercanos afectados por una enfermedad despiadada. La Enfermedad de la Neurona Motora (ENM) había cambiado sus vidas y, en respuesta, Humphreys decidió enfrentarse a un reto monumental: correr 30 maratones en 30 días por 30 países de Europa, con el propósito de dar visibilidad a una enfermedad poco conocida, pero devastadora.
En 2013, Humphreys perdió a Carl a causa de la ENM, un golpe doloroso que lo dejó sintiéndose impotente ante la agresividad de la enfermedad. Esa sensación de impotencia se transformó en urgencia cuando, en 2023, a Craig, otro amigo cercano, le diagnosticaron la misma condición. Al enterarse del diagnóstico, Humphreys supo que debía actuar. “Sentí que tenía que hacer algo. Me sentí un poco impotente, pero quería intentar hacer algo para apoyar a Craig”, confesó a la BBC.
La idea era crear conciencia sobre la ENM, una enfermedad neurodegenerativa que no tiene cura y que afecta al cerebro y la médula espinal. Humphreys quería hacer algo “lo suficientemente escandaloso” para poner de relieve la enfermedad y recaudar fondos para apoyar a su amigo y la Asociación de ENM. Con esta motivación personal, decidió lanzar un reto que muy pocos se atreverían a intentar.
Paso a paso
El plan que Humphreys ideó fue tan simple como extraordinario: correr 30 maratones en 30 días, a lo largo de 30 países de Europa. La primera carrera comenzó en Barcelona, España, y tiene como meta finalizar el 2 de noviembre con un último maratón en Hull, su ciudad natal. Lo más sorprendente es que lo está haciendo sin ningún equipo de apoyo. Se desplaza de un país a otro en una furgoneta, donde descansa y se recupera tras cada carrera.
El enfoque de Humphreys es muy personal y determinado. Explicó que, al finalizar cada maratón, se sube a la furgoneta y se dirige al siguiente destino, repitiendo este proceso durante 30 días consecutivos. Su actitud frente a la enormidad del reto es sencilla: “Esto va a ser simplemente ridículo. Me encontraré con lesiones, molestias, ampollas... pero simplemente estoy tratando de superarlas, adaptarme y asegurarme de que puedo llegar al final de este desafío”, dijo a la BBC.
Preparación y desafíos físicos
La preparación física del hombre para este reto fue limitada. Admitió haber entrenado solo durante “dos semanas seguidas” antes de lanzarse a esta ardua aventura. A pesar de la falta de entrenamiento intensivo, Humphreys está decidido a no dejar que ningún obstáculo lo detenga. “Correré estos maratones a gatas si es necesario. No hay quien me detenga”, comentó al medio local Hull Daily Mail. A lo largo del viaje, el hombre se enfrenta a una serie de desafíos físicos y logísticos: la fatiga de correr distancias tan largas diariamente, la recuperación física para poder correr al día siguiente y los desplazamientos rápidos entre países.
Humphreys también ha dejado claro que, a pesar de los riesgos, su compromiso con la causa lo impulsa a seguir adelante. “Creo que el riesgo de sufrir lesiones y daños en mi cuerpo es bastante alto, pero siento que debe ser un gran desafío para generar la mayor conciencia posible sobre la ENM”, señaló.
A través de GoFundMe, espera apoyar tanto a la Asociación de ENM como a la familia de su amigo Craig Eskrett, quien padece la enfermedad, repartiendo las donaciones a partes iguales. Su esfuerzo ya ha recaudado más de 7.790 libras (10.187 dólares) al quinto día, según Reuters. Humphreys destaca la importancia de sensibilizar para obtener más financiación y avanzar hacia una posible cura. “Si puedo crear conciencia, podremos conseguir más financiación”, afirmó.
El reto de Mike Humphreys ha generado admiración y apoyo de su familia, amigos y la comunidad de personas afectadas por la ENM, aunque sus cercanos expresaron preocupación por la magnitud de la hazaña. A pesar de las sugerencias de distribuir los maratones en más tiempo o contar con apoyo, él decidió hacerlo solo y en un mes. La Asociación de ENM ha respaldado su iniciativa, calificando su esfuerzo como “sobrehumano”. Jenn Scribbins, recaudadora de fondos regional, destacó la importancia de su labor para concienciar y financiar la causa.